Alexander (Gay)

Capítulo 37

LEAN LA NOTA AL FINAL🎄🎄

Abrí mis ojos asqueado por mi boca seca.

Alex estaba al lado mío con su celular y noté como estaba en Twitter.

—¿Tienes agua?—murmuré.

Me pasó un vaso y lo tomé como si no hubiera mañana.

Mi estómago ardía.

—¿Te duele algo?—moví mi cabeza de un lado a otro.

—Me arde el estómago—asintió y salió de la habitación.

Fruncí mi ceño y me tiré de la cama.

Entonces hice lo peor que pude hacer: oler mi ropa.

¡AH! ¿Hice que Alex duerma conmigo así?

Corrí al baño y mordí mi labio.

¿Hice que Alex me vea así?

Mis ojos estaban rojos como si hubiese tenido conjuntivitis, mis labios secos y estaba muy pálido.
El pelo me importaba en lo más mínimo ya que siempre estaba así aunque parecía duro esta vez.

Estaba hecho un asco.

Arrugue mi nariz y lavé mis dientes y mi cara.

Salí del baño y Alex seguía con su celular pero una bandeja de comida estaba en la cama.

—Gracias, no deberías haberlo hecho—le agradecí y me sonrió.

—Mira—me mostró la pantalla de su celular y eran anillos.

Sonreí y lo miré un poco confundido.

Tenía una idea sobre de qué era, ya que una conversación así estaba -muy- borrosa en mi mente pero no estaba seguro.

>Ayer me dijiste que quería unos anillos o me dejarías.

Espera ¿qué?

—¿Qué?—alcé mis cejas.

—Broma—sonrió y lo miré mal—Me dijiste que lo viste en varias personas y que te gustó.

Asentí, eso era real.

Me arrodillé ante él.

—Alex, ayer estaba un poco borracho. No debes hacerle caso nunca a mí yo borracho—reí.

—¿No quieres?—miró su celular confundido y un poquito decepcionado.

—¡Sí!—moví mi cabeza de forma rápido, cambió su mirada y sonríe—Pero ¿Podemos? ¿Se puede?

Alzó sus hombros.

—Supongo, no lo sé. Nadie va a mirar mis manos.

—Podríamos—mi estómago cosquilleo pero luego ardió.

●○●○

—Last Christmas I gave my heart
but the very next day you gave it away!

>This year, to save me from tears
I'll gave it to someone special!

—Ámbar cállate, falta para navidad—murmuré.

—¿Y? Me gusta esa canción, la cantaré—rodé mis ojos y apoyé mi cabeza en la mesa.

Mía estaba al lado mío con su celular y la mirada seria.

—Uhg detesto Twitter—la pelirroja suspiro en respuesta hacia la pelinegra.

—No sé para qué te buscas, no sirve de nada.