Ad Originem Capítulo 261 - Heracles y Atenea

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-Heracles y Atenea-



     Ante tales poderosas presencias, todos estaban muy atentos a cualquier palabra que fuese pronunciada y a pesar de que todavía no sabían quién era la misteriosa Mayor, ya sabían que el hombre alto y fornido se llamaba Heracles.

Y en verdad algunos de ellos, sabían muy bien quién era él y a qué familia pertenecía.

O mejor dicho quién era su padre, dado que realmente Heracles no pertenecía a la Familia Olímpica, al ser un hijo bastardo del Olímpico Lord Zeus y no era aceptado por la Olímpica Lady Hera.

Pero justo en ese momento acababan de escuchar a Arin llamarle Hermano Mayor a Heracles y él llamó a Arin Hermanito Menor.

¿Podría ser Arin un Olímpico o ser otro hijo bastardo del Lord Zeus?

Pero quienes pusieron la cara más fea fueron las Gorgonas Maestras Euríale y Esteno.

Ya habían cometido el fatal error de haber hecho esclava a Al-Sabbah Suer y para mayor desgracia, Arin parecía ser el Hermanito, de nada menos que Heracles.

Ellas jamás olvidarían lo terrorífica y despiadada que era esa familia, pues el Héroe Perseo, bisabuelo de Heracles, fue el que le quitó la vida a la hermana pequeña de las Gorgonas Maestras Euríale y Esteno, la verdadera Gorgona Medusa.

Fue en un combate feroz y épico, pero fue un combate que obviamente ellas recordaban con extrema tristeza.

Murió su hermana y con ella muerta, cayó la mayor potencia de la Raza de las Gorgonas.

Ahora que conseguían alzar la cabeza de nuevo, en estos momentos en que incluso tenían a una nueva Reina Medusa que podría ser capaz de alzar de nuevo su Raza, de nuevo iban a enfrentar la desgracia y quién sabe hasta qué punto serían golpeadas por el poderoso Heracles y esa poderosa Mayor que no habría venido solo para mirar.

¿Serían las Gorgonas del Cementerio de Arena totalmente erradicadas, o les dejarían un camino para evitar el exterminio?

- Hermanito Arin, deja que te presente a mi queridísima hermana. Ella es la persona que más me ha apoyado y ayudado desde que ambos supimos que éramos hermanos de sangre. Ella es la Olímpica Lady Atenea o Lady Sacerdotisa Atenea... Hermana, él es Arin, mi preciado Hermanito Juramentado.
Presentó con una gran sonrisa y con mucho orgullo, Heracles. Esperando que pudieran congeniar y llevarse bien.

Algo que veía más que posible, pues para él, ambos eran extraordinarias personas de corazón noble.

En el momento que Heracles dijo que la misteriosa encapuchada era la Olímpica Atenea, todos los que allí estaban, desde el primero hasta el último, se sintieron aturdidos y extremadamente fascinados.

A diferencia de las Gorgonas Maestras Euríale y Esteno, que estaban tan sumamente aterradas y que comenzaron a temblar del miedo.

Quitando a los Jóvenes Maestros de las Sectas Nizaríes que al saber quien era, solo ahuecaron sus manos e inclinaron un poco sus cabezas con respeto hacia la poderosa Olímpica Atenea. Enseguida todos los presentes se arrodillaron.

Desde los Humanos del palco sur, hasta las Gorgonas en el parco norte, incluso la Reina Medusa no dudó en pagar respeto a la todopoderosa Atenea y las Gorgonas Maestras Esteno y Euríale, pusieron sus manos y su frente en la arena del coliseo.

Hasta las pequeñas serpientes de sus cabellos, apoyaban también sus frentes en el suelo.

Arin, al ver esa escena en la que todos reverenciaban, también se arrodilló sin saber por qué debía hacerlo, pero no dudó y se arrodilló.

Ad Originem (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora