Ad Originem Capítulo 210 - La interminable búsqueda

94 31 0
                                    



-La interminable búsqueda-



     A la mañana siguiente se levantaron en cuanto amaneció y se adentraron un poco más hacia el interior.

Aparte de encontrarse con cada vez más Bestias y Alimañas Espiritualistas y de mayor nivel, inspeccionaban cada risco o montañita, sin hallar ni rastro de la Cereus del Crepúsculo. 

Aunque ahora sí que encontraron alguno de los cactus del que salía la Cereus del Crepúsculo en las zonas más altas, pero de la planta ni rastro.

Solo era producida una vez en la vida y apenas duraba seis horas, sabían que iba ser muy complicado encontrarla.

Sin embargo, Arin no se desanimaba y cada vez se incursionaban más adentro.

Cuanto más se adentraban, encontraban más y más Bestias y Alimañas Espiritualistas y alguna de ellas ya empezaban a ser de Segundo Orden.

Arin no pudo evitar compararlo con el Valle Salvaje y el Páramo Helado.

Aunque al margen del sofocante calor, en principio no parecía ser tan despiadado.

Habían muchas menos bestias y al menos por la zona exterior casi ninguna era Espiritualista. En cambio, poco a poco la situación fue cambiando...

- Oye Arin, llevamos mas de diez horas caminando por el desierto, nos hemos adentrado cerca de veinte kilómetros entre ayer y hoy y no hemos conseguido ni una sola cereus del crepúsculo. Por un lado es cierto que es un buen entrenamiento y estamos consiguiendo una gran cantidad de Bestias y Alimañas Espiritualistas. Pero en este último grupo de Escorpiones del Desierto, había uno que era de Segundo Orden Etapa 3 y hasta me ha costado atravesar su dura coraza usando mi inigualable 'Lanza Matagigantes'...
Explicó Lluviaestelar Korbis algo frustrado.

- Lo sé Korbis...
Contestó Arin pensativo y al final añadió:
... A partir de aquí no avancéis más. Quedaos en esta zona y capturad todas las Almas con Poder Espiritual de todas las Bestias y Alimañas Espiritualistas que encontréis. Korbis, tú te quedas al mando y cuando anochezca volved a montar la cabaña con muros protectores en una zona rocosa.
Indicó Arin sabiendo que ya comenzaba a ser peligroso seguir avanzando y además, con ellos iban las Marina (Marinas). No podía ser negligente.

- No me malinterpretes, no te lo decía por mí, Arin, lo decía por los demás. Si tú sigues, yo también sigo. No pienso dejar que te diviertas tú solo.
Dijo riendo Lluviaestelar Korbis decidido.

- Lo mismo digo. Aún no hemos capturado una Bestia o Alimaña Espiritualista de Tercer Orden. Necesito conseguir alguna que sea igual o mejor que el Yeti Albino Gigante de Korbis.
Expuso el Joven Señorito Pluviam Rao con expectativas de crear aunque sea un Vasallo Rúnico que pudiera competir con el Yeti Albino Gigante Rúnico de Korbis.

- No flipes, aunque encuentres alguna criatura de Tercer Orden Espiritual, mi Yeti Albino Gigante podría pelear de tú con un Espiritualistas de Cuarto Orden en una lucha a 'Melé'.
Alardeó Lluviaestelar Korbis con sus brazos en jarra.

- Tiempo al tiempo. Encontraré una Bestia Espiritualista mejor que tu Yeti Albino Gigante.
Aseguraba Pluviam Rao, poniendo gesto solemne.

- Arin, yo aún tengo mucho más poder, si vas a seguir avanzando cuenta conmigo.
Indicó Vanir Behemot sonriente.

- Nosotros también vamos. Aún no nos hemos equipado nuestros Artefactos Rúnicos. Con ellos podremos afrontar a las Bestias Espiritualistas de Primer y Segundo Orden sin demasiados problemas.
Indicaba Terranova Aiora, que miraba con complicidad a Llamaoscura Zildur y Lagoscuro Zero que asintieron sonrientes.

Ad Originem (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora