Ad Originem Capítulo 272 - Formación Dorada

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-Formación Dorada-



     La Olímpica Lady Atenea ya no se mostraba tan alegre y sonriente como siempre solía ser y en cambio, miró a las chicas con un gesto muy serio.

- Si fuera vuestra Maestra, tendríais que seguir todas mis indicaciones sin cuestionarlas y no tendríais permitido decepcionarme ni una sola vez. ¿Lo entendéis?
Preguntó Lady Atenea con total seriedad y firmeza en su rostro.

- ¡¡Lo entendemos, Lady Atenea!!
Respondieron al unísono la Joven Señorita Cieloazul Ibeli y la Joven Señorita Cienfuegos Amia, con la misma seriedad y firmeza en sus rostros como el que mostraba Lady Atenea.

- Bien, bien... Sé de sobra que vosotras dos no tenéis un talento tan irracional como el que tiene el hermanito Arin. Respecto a Al-Sabbah Suer, también es cierto que posee un talento bastante destacado, seguramente tenga un Rizoma Espiritual Celestial. Es totalmente normal y natural que actualmente sea tan superior a vosotras, además está el hecho de que desde muy pequeña siempre tuvo las más notables mejoras para el cultivo y una inestimable guía. Sin embargo, en este momento ya no tenéis excusa. Tenéis Frutas Divinas que ni siquiera la Familia Al-Sabbah u otras grandes familias poseen, gracias a vuestro Arin, tenéis Enertals que son comparables a los recursos naturales que poseen las mayores potencias y tenéis los fantásticos Elixires de Cultivo que fabrica el hermanito Arin. Está bien, se que no tenéis el talento innato del hermanito Arin ni lo espero. Pero después de haber sido bendecidas por la Apokinesis, definitivamente vuestro potencial actual no es muy distinto al de Al-Sabbah Suer. Solo el hecho de poseer un Núcleo de Maná la ubica un poco por encima de vosotras, pero eso es algo a lo que con paciencia y suerte se podría encontrar solución. Dicho esto, a partir de hoy, a partir de este mismo instante. Estoy dispuesta a hacerme cargo de vuestro adiestramiento. Si estáis dispuestas o no, debéis decidirlo ahora mismo, en este preciso instante...
Sin embargo, no penséis que será un camino fácil por tenerme a mí como vuestra Maestra, será todo lo contrario. Seré muy dura y seré muy inflexible y sobre todo, seré extremadamente exigente. Cualquier indicación que os de, no debe ser interpretado como una sugerencia, debe ser para vosotras como un mandato del cielo. Si os digo que vayáis al norte, jamás caminaréis hacia el sur. Si digo que el verde es rojo, para vosotras el color verde dejará de existir. Si digo que el mar es la tierra y que la tierra es el mar, caminaréis sobre el agua y nadaréis en la tierra y no tendréis permitido siquiera dudar un poco de las orientaciones que os dé, aunque os parezcan absurdamente irracionales.
No tenéis tiempo para pensar en esto, ni quiero que lo consultéis entre vosotras, quiero que cada una, individualmente, tome su decisión y quiero una respuesta en este preciso instante. ¿Queréis que me haga cargo de vuestra formación?
Preguntó la Olímpica Lady Atenea sin el más ligero cambio en la expresión de su rostro, pero si se observaba bien, uno podía darse cuenta de que sus ojos emitían un brillo especial de anticipación.

- ¡¡Sí, Maestra!!
Respondieron Cieloazul Ibeli y Cienfuegos Amia al mismo tiempo. Con firmeza y determinación.

- Bien, bien, sinceramente no esperaba otra cosa de vosotras dos. Pero yo no robo alumnos de otros Instructores o Maestros. Por lo tanto, no debéis llamarme Maestra mientras vuestros Instructores actuales no estén de acuerdo con que os adiestre en el Cultivo de Poder Espiritual, la Telepatía y la Telekinesis. Id enseguida a pedir permiso a vuestros Maestros, mostrando el máximo respeto, para solicitar de vuestra parte y de la mía, que pueda adiestraros.
Ordenó Lady Atenea, relajando un poco su gesto, sin llegar a mostrase tan sonriente como siempre, pero se notaba que estaba complacida.

Ad Originem (Volumen 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora