Llegue a casa, mi abuela estaba sentada comiendo ya que yo llegaba más tarde que ella, me serví el plato y me acerque a ella para besarla.
-¿Qué tal el día cielo?
-Bien, oye esta tarde viene una amiga a pasear con nosotras.
-¿Una amiga?
-Sí, es nueva en mi instituto ha venido hoy, y se sienta conmigo, es una buena chica ha tenido algunos problemas, pero nada grave, así que la he invitado a que venga con nosotras, ¿Te parece bien?
-Claro cielo, me alegra que tengas una amiga, y estaré encantada de conocerla.
Asentí y me puse a comer, no quise decirle nada de la historia de Amber, ya que no era derecho mío contar eso.
Por la tarde llegamos al parque, cuando vi a Amber nos acercamos a ella, tenía que convencerla de que los colores claros eran bonitos también aunque no era nadie para decirle como vestir.
-Hola Lucía.
-Hola, mira ella es mi abuela María, abuela ella es Amber.
-Encantada señora.
-Por favor, no me llamas así, aun soy joven, llámame abuela, ya que eres amiga de mi nieta, ahora para mí eres una nieta más.
Vi sus ojos, vi que se aguaban, y eso me encogió el corazón, porque temía que nadie le había dado cariño a ella nunca, y eso no era justo, todos merecíamos cariño en algún momento de nuestras vidas.
-Gracias abuela.
-De nada cielo, bien, vamos a pasear estas piernas necesitan moverse.
Las tres comenzamos a caminar mientras hablamos de cosas triviales, pero en algún momento de la conversación, Amber le conto lo que había pasado.
-Cielo, a veces los padres somos unos egoístas que solamente pensamos en nosotros mismos, por eso es más fácil, elegir tu misma que quieres para ti, porque al final es tu vida, y si tú eliges compartir tu vida con una mujer, hazlo, que no te digan que no debes, no cometes ningún delito por amar.
-Eres muy sabia abuela.
-Bueno, mi vida no fue fácil, siempre quise ser cantante, era mi sueño desde niña.
-Abuela, no hables de eso, te hace mal.
-Tranquila Lucía, decían que tenía una hermosa voz, y que si quería podría llegar lejos, pero claro en esos tiempos, si eres cantante eres prácticamente una cualquiera, además que tenías que hacer cosas que no eran muy honorables, pero en ese tiempo hubiera hecho cualquier cosa por conseguir mi sueño, pero mi padre me lo prohibió, me obligo a casarme y a tener hijos, y así mi sueño se fue como un verano.
-Siento que pasaras por eso abuela.
-No te preocupes, si te cuento esto es porque quiero que seáis mujeres independientes, libres y con opciones, no os atéis al primero que pase por vuestra vida, a no ser que sea el indicado o indicada, y que os equivoquéis una y otra vez, pero que no renunciéis a nada por miedo.
-No lo haremos abuela.
-Eso son mis niñas, Amber ¿Quieres venirte a casa a comer? Hoy le toca a Lucía cocinar, y es muy buena.
-Claro, me encantaría abuela.
Sonreí, bueno se ve que mi abuela había adoptado a Amber sin pedirme permiso, aunque me gustaba, porque quería que estuviera en mi vida.
Me puse el delantal para ponerme a cocinar, cuando Amber entro en la cocina.
-¿Puedo ayudarte?
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LA FAMILIA
RomanceTRES HISTORIAS QUE COMBINAN PARA CREAR ESTA FAMILIA TAN PECULIAR Y A LA VEZ TAN ESPECIAL