Capitulo 10

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Ya había pasado una semana desde la última vez que se vieron, no había día que no se pensaran ni noche que no se soñaran. Dicen que pueblo chico infierno grande y justamente se comprobó cuando la noticia de su separación se regó como pólvora llegando a oídos de Loreto. 

Este al enterarse no pudo evitar alegrarse, y no dudo un segundo en sacarle provecho a la situación. Compro un enorme ramo de rosas, y sin pensarlo se fue a buscar a Ines. Llegó a casa de Ines, toco la puerta y esperó a que le abrieran. 

Cuando Ines abrió la puerta solo pudo ver un enorme ramo de rosas, por un momento pensó que era Victoriano pero su corazón se rompió al ver que era Loreto. 

Qué haces aquí Loreto, -espetó enojada

Tranquila Inésita, me entere que terminaste con Victoriano y vine a ver si necesitas algo, -explico con el cinismo que lo caracterizaba

En primera eso a ti no te importa, y en segunda como enteraste 

Eso ya no importa, te traje estas rosas 

No quiero nada que venga de ti, tu y tus rosas se pueden ir al mismísimo demonio, - y sin más le cerró la puerta en la cara. 


Loreto se molesto tanto que destrozó las rosas ahí mismo y se fue echando humo por la boca. Salió de ahí maldiciendo y jurando vengarse.  Loreto sabía que el punto débil de Ines era su familia y Victoriano por lo que no dudo en usar esa información a su favor. <<Ahora si Inésita, me vas a pagar muy caro haberme rechazado>> pensó en mientras bebía un trago.  

Loreto le pagó a una mujer para que llamara a Ines, y le dijo todo lo que le tenía de qué decir. La mujer necesitaba el dinero así que por unos cuantos billetes se prestó a la maldad de Loreto. Ines estaba en su casa platicando con su tía cuando sonó el teléfono y ella al estar más cerca contestó. 

Hola

Quisiera hablar con la señora Ines por favor,- dijo una voz nerviosa al otro lado del teléfono

Si ella habla, en que le puedo servir

Lo que pasa es que el señor Victoriano se puso mal y me pidió que la llamara

Ay no Dios mío, y digame el esta bien 

Por ahora si pero si no se apura en venir se va a morir

No eso no, dígame la dirección que ahora mismo voy para allá,- Ines anotó la información y salió corriendo al lugar. 


Cuando llegó al sitio se dio cuenta que era un almacén abandonado, le pareció extraño pero la voz de Victoriano pidiendo ayuda la sacó de sus pensamientos. Llegó al lugar de donde provenía la voz pero solo encontró una grabadora en una silla. 

Iba a salir corriendo de ahí cuando sintió un fuerte golpe en la cabeza que le hizo perder el sentido. Loreto cargo a Ines y la llevó hasta el coche. Manejo por una media hora hasta la salida del pueblo donde había encontrado una casa abandonada perfecta para llevar a cabo su venganza. 

Bajo a Ines y la dejó acostada en la cama, después de todo no quería hacerle daño. Las horas comenzaron a pasar y con ellas la angustia de la tía de Inés aumentaba. Decidió llamar a la hacienda para corroborar si Victoriano había salido. 

Hacienda Las Dianas buenas tardes, - contestó Casilda 

Hola podría hablar con el señor Santos por favor 

Un momento señito deja le aviso al patrón,- Casilda fue a habitación del señor y le avisó que tenía una llamada

Si digame

Amor BravioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora