Capítulo 2

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Ines tenía una tía lejana que vivía en Puebla, como no tenían una relación cercana casi nadie sabía de su existencia.  Después de pensarlo mucho, tomó el teléfono y la llamó, le contó lo que pasó y le preguntó si podía irse un tiempo con ella. La tía más que feliz aceptó que se fuera con ella. 

Unos días después, Ines llegó a Puebla con el corazón destrozado y muchas ganas de salir adelante. Luego de hablar con su tía y decirle que la llamara Elena, salió a dar una vuelta por el pueblo.  

Camino por largo rato, disfrutando de las bellezas del pueblo, iba caminando de regreso cuando cruzo la calle sin fijarse y casi es atropellada por un coche. 
Era una camioneta negra, muy lujosa que parecía recién comprada. De el coche se bajó un hombre alto, de ojos verdes y tez blanca, aunque en ese momento estaba roja del enojo. 

Esta ciega o que, porque no se fija por donde camina, - le espetó enojado

Y usted es un animal, - le gritó mientras se acercaba y lo miraba a los ojos

Pero si usted fue quien se me puso en frente

Y? Tenga más cuidado para la próxima, tarado 

Sabe que haga lo que quiera, no tengo toda la noche para hablar con una loca como usted

Loca será su abuela, y sabe que tampoco tengo toda la noche para hablar con idiotas como usted, adiós


Elena siguió su camino de regreso a su casa, no obstante el hombre había logrado hacerla enojar. << como se atreve a llamarme loca, imbécil>> , hablaba ella sola mientras caminaba. Llegó a su casa pero no tenía ganas de ver a nadie así que se encerró en su cuarto. No pudo evitar recordarlo, aunque la hizo enojar no podía negar que era muy guapo.

Al otro lado de la ciudad, un hombre muy enojado llegaba a su casa. Fue directo a su despacho y se sirvió una copa de whiskey.  Bebía de la copa en lo que recordaba a aquella mujer que casi atropella. No tuvo mucho tiempo de observar pero aun así se le hacía muy hermosa aunque muy loca. 

Al otro día, Elena salió muy temprano en busca de empleo, quería ayudar a su tía con los gastos. Estuvo todo el día en ello, desafortunadamente solo encontró una cantidad de negativas y desprecios por ser mujer. Iba desilusionada pero no se dio por vencida, entraría al último lugar que tenía marcado en el periodico y que fuera lo que Dios quisiera. 

Entró en ese lugar llena de esperanzas, cuando llegó al piso correspondiente se dio cuenta que habían muchas aspirantes al puesto.  Respiro profundo, hizo todo lo que le dijeron y se sentó a esperar su turno. Mientras esperaba miraba que las aspirantes salían rápido y algunas hasta llorando, se preguntaba porque.

 Unos minutos después llamaron su nombre, rezo a Dios rápidamente y entró en aquella oficina. El estaba de espalda a ella por lo que no se dio cuenta quien era. Ella tomó asiento y esperó a que él hablara. 

Como se llama y que edad tiene

Me llamo Elena Carvajal, y tengo 25 años señor, - le dijo nerviosa

Umm y que experiencia tiene 

La verdad ninguna, pero aprendo rapido y necesito el trabajo

Espera a que le de trabajo así,- soltó con ironía

Primero que todo, mireme de frente señor

Esta bien, - se giró y se quedó sin habla al verla

Tu?, no pero que suerte la mía, sabe que olvídelo, no quiero trabajar para un idiota como usted, - se levanto e intento irse pero una mano la detuvo

A ver repite lo que dijiste hace un momento, - le hablo mientras la acercaba mas a el

Dije que eres un idiota, algun problema con eso?, - preguntó ella en tono altanero

Sabes debería darte un buen beso para bajarle esos zumos que tiene, - le musito mientras miraba sus labios

Y si lo hace yo lo cacheteo, y no me tiente que ganas no me faltan

Bueno, - la soltó y se sentó al lado de ella, - el trabajo es de usted, empieza mañana mismo

En serio, muchas gracias no te arrepentiras ogro, - lo abrazo sin darse cuenta, - perdon fue la emoción

No hay problema, ademas no creo que debas insultar a tu jefe

Bueno aun no lo es, así que hasta mañana puedo decirle lo que quiera, - le sonrió

Ni modo tendré que aguantarme, - le dijo devolviendole la sonrisa.  


Se quedaron mirándose por unos minutos hasta que ella se levantó para irse. Le agradeció y salió de ahí casi corriendo. No sabía porque pero cuando lo vio sonreír, sintió su cuerpo estremecerse.  Salió de las empresas y estaba tan feliz que fue directo a contárselo a su tía. 

Tía te tengo un notición, ya tengo trabajo, - exclamó con alegría

Que bueno mi niña, me alegro mucho por ti

No y no sabes, da la casualidad que ya conocía a mi jefe

Pero como si apenas acabas de llegar

Lo que pasó fue que ayer cuando regresaba del pueblo, casi me atropella un coche y resulta que fue el

No me digas, mira qué coincidencia

Si, y no sabes cuando me di cuenta, le grite que no trabajaría para él y me iba a ir pero me detuvo, y pensé que me echaría pero después de la nada me dijo que el trabajo era mío, - soltó una sonrisa al recordarlo

Y esa sonrisa, no me digas que te gusta

No tía como crees, si apenas lo conozco, además me juré jamás volver a enamorarme, - hablo nerviosa

Bueno yo te aconsejo que no pongas tus ojos tan alto porque vas a sufrir más que con tu relación pasada

Tranquila tía, que el amor está cerrado para mí, - dijo con algo de tristeza.


Terminaron de comer en silencio, Ines levantó la mesa para después lavar los platos.  Fue a su cuarto, preparó todo lo que necesitaria y se preparó para dormir. 
Después de pensar un rato en su jefe, y en cómo le iría se quedó dormida. 

<<Aun en lo más oscuro, siempre hay una luz>>

Gracias por leer mi historia, gracias por sus votos y comentarios, espero les siga gustando!! Gracias de verdad!!

Amor BravioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora