CAPÍTULO 32

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Los rayos del sol se filtraban por una de las ventanas de su cuarto, abrió lentamente los ojos, para posarlos por un momento al hermoso rostro de la persona que dormía a su lado, lo amaba en demasía, daría su vida por él, lo hacía inmensamente feliz y no se arrepentía de haberle dado una segunda oportunidad. Ahora solo vivía Konan con ellos, Kakashi se había mudado con Sasuke, lo extrañaba, pero la felicidad de su amigo estaba primero.

- Buenos días mi amor – le susurró al pelinegro, era hora de ir a trabajar y odiaba llegar tarde.

- Hola hermoso – el pelinegro abrió sus ojos para encontrarse con el azul profundo que tanto amaba y en el cual le gustaba perderse - ¿Qué hora... - su pregunta se quedó en el aire al ver la pequeña silueta que entraba a la recamará.

- Pa – la pequeña pelinegra, de casi tres años caminaba directo a la cama de sus padres, llamando a Naruto, a Itachi le llamaba por su nombre, por más que le enseñaban, solo decía su nombre, la pequeña tenía bien claro quiénes eran sus padres - ¡Pa! – gritó con fuerza, el rubio se levantó de inmediato a cargarla.

- Niña ¿no puede permanecer en su recamara? –

- Comida – replicó la pequeña.

- Itachi ya es hora, y si no quieres que se nos haga tarde, es momento de levantarse – el rubio bajó a la cocina, debía preparar el desayuno de su hija y de su novio.

- Hola rubio ¿quieres que la cuide en lo que te bañas? –

- Konan, por favor – el rubio camino hacía las escalera, pero se detuvo de golpe - ¡La canción! – miró a su amiga, es algo que no habían dejado de hacer.

- Jajajaja, no te preocupes, ya obligué a Itachi a cantar – Naruto soltó una carcajada se dirigió a bañarse.





- ¡Mierda! – los jadeos que soltaba Kakashi, solo alteraban los nervios de Sasuke, se encontraba con la cabeza sobre la almohada, mientras el peli plata, lo penetraba con fuerza, tenía las caderas levemente levantadas, el mayor mordía su cuello, el pelinegro gemía mientras gritaba el nombre de su novio, ahora ya no se contenía, tenían su casa propia. Un te amo escapo de los labios de Sasuke mientras disfrutaba del orgasmo al que lo había inducido su novio.

Kakashi con cariño lo volteó, quedando encima de él, comenzó a besarlo de nuevo, besos suaves que recorrían su cuello, bajando por el pecho, hasta llegar a sus muslos, acariciando y disfrutando cada parte de él. Levantó sus piernas colocándolas  sobre sus hombros, quería entrar en él, lo más profundo que pudiera, encantaba sentirse atrapado entre el interior  de Sasuke y perderse en la sensación que este le brindaba, era tan estrecho, lo penetró de golpe, estaba ansioso por llegar a su orgasmo, entraba y salía una y otra vez, se deleitaba sintiendo como su pene era apretado. Soltó un te amo cuando se corrió dentro del menor.

- También te amo – contesto Sasuke apenado, todavía le era difícil expresar sus sentimientos, pero Kakashi le daba la suficiente confianza para que lo hiciera, estaba feliz a su lado, ya no dudaba de él, no cometería el mismo error, se dio cuenta que no podía estar sin su amor. – Debemos ir a trabajar – dijo entre jadeos, todavía tratando de regular su respiración.

- Gracias – el mayor beso sus labios – me encanta hacer el amor contigo, oye – lo miró serio, obteniendo la mirada del pelinegro.

- Dime – se acomodó de lado, para poder ver mejor a su apuesto y sexy peli plata.

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