CAPÍTULO 39

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-¿Así que te mandó a la friendzone? – preguntó con una risa burlona Sasuke.

- No es gracioso, él piensa que al menos, Shikamaru, Nagato, y Sasori quieren conmigo, me dijo que él no estaba para jueguitos tontos, mi vida amorosa se fue al caño – dijo dejando un libro en su regazo – Lo peor de todo es que el estúpido culpable sigue con su novio, pretendiendo que yo sea su amante –

- Y tú ¿no tienes problemas con Shikamaru por estar aquí? – preguntó Sakura

- No, él cuida de nuestra hija, sabe que estamos estudiando – aunque estaban más ebrios que nada, no entendía como podían fingir que estudiaban, pero en realidad necesitaban ese momento para relajarse – Pero en verdad todos ellos tienen una relación complicada, debes acostumbrarte Konohamaru –

- ¿Qué te hace pensar que accederé a ser el amante? – dijo indignado.

- Ya relájate, mejor ¡Salud! – Dijo Sasuke – porque pasemos el examen y pronto dejemos de ser internos –

- Salud porque Konohamaru ya le haga caso al pelirrojo – dijo con voz picara Ino, el nombrado rodó los ojos. – Vamos, tu vida ha sido emocionante estás últimas semanas –

- Zorra – todos comenzaron a reír – Terminando mi residencia me cambiaré de Hospital – todos lo miraron sorprendido – además ya me decidí, me cambiaré de especialidad, me iré a trauma, no quiero saber nada del amor, y... -

- Todos lo vimos, su novio fue por él – comentó Kiba

- Exacto, ¿saben? Acababa de decirme que quería estar conmigo, y me prohibió ver a Sai – dio un enorme sorbo a su cerveza – que estúpido, creo que de ahora en adelante seré una zorra que se acueste con todos – comenzó a reír por su comentario.

Lo que menos estaban haciendo era estudiar, todos estaban platicando, bebiendo y riéndose, como hacía tiempo no hacían, extrañaban esos días de facultad, donde solo se dedicaban a estudiar, sin tener preocupaciones ajenas al estudio . – Se acabaron las cervezas – dijo Kiba

- Yo iré por ellas a la cocina –



Sarutobi se puso de pie y se dirigió a la cocina, caminando torpemente, ya estaba ebrio. Abrió el refrigerador sacando varias cervezas, antes de cerrar la puerta de este, sintió que unos brazos rodeaban su cintura. - ¿qué demonios? – se giró, no podía soltarse pues tiraría las cervezas. – suéltame sí –

El pelirrojo lo soltó, no quería que nadie los interrumpiera, ayudó al menor a dejar las cervezas en la mesa – Oye – le llamó, el menor no quería mirarlo a la cara, sus emociones estaban por explotar, estaba enojado, enamorado, lastimado y triste, triste porque él vale más que ser la segunda opción de alguien - ¿puedes mirarme por favor? –

- No quiero, déjame en paz – frunció el ceño, al ser obligado por el mayor a mirarlo, le sostenía del rostro.

- No quiero que ese idiota te toque de nuevo, no quiero que te bese – en sus ojos se notaba la tristeza que tenía al saberse sin ninguna oportunidad, tarde decidió que estaba enamorado de Konohamaru, tarde se decidió en dejar su relación.

- Dirás que te pones celoso, por favor – bufó molesto – quítate y déjame pasar, regresa a tu casa, tu noviecito debe estar preocupado – dijo arrastrando las palabras.

- Dame una oportunidad – el castaño miraba sorprendido al pelirrojo, moviendo sus ojos de un lado a otro, tratando de descifrar lo que el mayor quiere en verdad ¿jugar? ¿Está vez era honesto? No podía saber, su estado en ese momento le impedía pensar con claridad.

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