Mi Doctor favorito

CAPÍTULO 34

- Oye mis amigos quieren conocerte –

- No creo que sea buena idea, todavía no me establezco y... ¿por qué no esperamos un poco más? –

- Me da igual – en el fondo le dolió, sentía que su nueva pareja se avergonzaba de él, no entendía porque se negaba a conocer a sus amigos.

- ¡Mierda! – Exclamó al revisar su teléfono – lo siento, debo irme una urgencia – se acercó a su nueva pareja, si es que se lo podía llamar así, iba a darle un beso, pero él giro la cara, dejando que le dieran el beso en la mejilla, Sasori suspiro, definitivamente algo no iba bien, salió del apartamento de su novio, sin decir nada más

- ¿Qué pasó? –

- Doctor Sarutobi, el parto se adelantó solo unos días, díganos que hacer –

- Llamaron al Doctor Akasuna –

- Viene en camino – contestó la enfermera que se encontraba a su lado

- ¿El doctor Uzumaki? –

- Está operando, usted díganos que debemos hacer – la enfermera se acercó al residente, animándolo, sabía que era muy capaz, lo había visto trabajar con Sasori y Naruto – aquí estamos Doctor para apoyarlo –

- Gracias, bien – miró el monitor que marcaba el pulso y los latidos – Saturación baja, debemos intubarlo – suspiro y comenzó a dar indicaciones – denme un laringoscopio y una bandeja, necesito un tubo ET, tamaño 4 – dudando confirmo – no, uno más pequeño –

- Doctor baja la saturación –

- Esperemos un poco, la epiglotis...-

- Doctor – lo interrumpió la enfermera – Doctor Sarutobi –

- Ya entró, el tubo pasó –

- ¿Ahora? –

- Succión, y quiero un catéter umbilical, y por favor llamen de nuevo al Doctor Sasori –

- ¿Qué pasó? –

- Doctor Sasori, el bebé nació con HDC, lo intubé, pero no sube la saturación – el castaño respondía mientras llevaban al bebé a cuidados intensivos Neonatales.

Konohamaru daba el informe a Sasori, quien iba llegando al Hospital.

- Ok, hipertensión pulmonar ¿conectaste ya uno al ECMO? –

- No, yo... -

- Lo hiciste bien Konohamaru, vamos a conectar los catéteres, bombeamos la sangre al ECMO que le agrega O2 y quita CO2 y lo hará circular de nuevo, vamos Sarutobi –

- Gracias Doctor –

- ¡Kakashi ¡ - gritó el rubio y corrió a colgarse la cuello del peliplata – te extraño mucho, ven vayamos por un café –

- ¿No tienes consulta? –

- No, tuve una operación, estoy cansado, tuve guardia –

Ambos se sentaron en una banca, afuera del hospital, el rubio le dio un sorbo a su café, saboreándolo, adoraba ese sabor, más después de una noche de guardia – ¿Cómo va la vida de casado? –