Capítulo 2. Frustración

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Desperté y me miré al espejo. Realmente me veía mal.

Me siento vieja, vieja a los 19 años, estaba cansada de todo -y eso que no hacía nada- siento como que mis días no tienen sentido. En un mes comienzan las clases en la universidad, quizás eso me haga bien, aunque ir después del trabajo me desgasta bastante; pero al menos, tendría algo en qué enfocarme.

Es lunes, el odiado lunes. Me preparé como de costumbre para ir a trabajar.

Lo único bueno en mi empleo era que quedaba a 6 cuadras y podía ir caminando.

Mis días de han vuelto monótonos, me sentía perdida, es una sensación de estar estancada en una laguna. Estás ahí queriendo conocer el mar, pero sin atreverte a salir del estanque. Viviendo todos los días lo mismo, sin nada que me haga feliz, porque no estoy haciendo lo que en realidad me gusta y eso comienza a causarme frustración.

La Frustración de Alena.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora