xvii. a r e s g o d o f w a r

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xvii. Ares, Dios de la Guerra

         La tarde siguiente, el 14 de junio, siete días antes del solsticio, nuestro tren llegóa Denver

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         La tarde siguiente, el 14 de junio, siete días antes del solsticio, nuestro tren llegó
a Denver. No habíamos comido desde la noche anterior en el coche restaurante, en algún lugar de Kansas. Y no nos duchábamos desde la colina Mestiza. Desde luego tenía que notarse, pensé.

—Intentaremos contactar con Quirón —dijo Annabeth
—. Quiero hablarle de
tu charla con el espíritu del río.

—No podemos usar el teléfono, ¿verdad?

—No estoy hablando de teléfonos.

Caminamos sin rumbo por el centro durante una media hora, aunque no estaba seguro de lo que Annabeth iba buscando. El aire era seco y caluroso, y nos parecía raro tras la humedad de San Luis. Dondequiera que miráramos, nos rodeaban las montañas Rocosas, como si fueran un tsunami gigantesco a punto
de estrellarse contra la ciudad.

Al final encontramos un lavacoches con mangueras vacío. Nos metimos en la
cabina más alejada de la calle, con los ojos bien abiertos por si aparecían coches de policía. Éramos cuatro adolescentes rondando en un lavacoches sin coche; cualquier policía que se ganara sus dónuts se imaginaría que no tramábamos nada bueno, palabras del sesos de alga.

—¿Qué estamos haciendo exactamente? —preguntó Percy mientras Grover agarraba una manguera.

—Son setenta y cinco centavos —murmuró—. A mí sólo me quedan dos cuartos de dólar. ¿Annabeth?

Intenté buscar algo en mis bolsillo pero sólo encontré unas pelusas.

—A mí no me mires —contestó—. El coche restaurante me ha desplumado.

—Fenomenal —dijo Grover—. Podríamos hacerlo con un espray, claro, pero la conexión no es tan buena, y me canso de apretar.

—¿De qué estás hablando?
Metió las monedas y puso el selector en la posición «LLUVIA FINA».

—Mensajería I.

—¿Mensajería instantánea?

—Mensajería Iris —corrigí—. La diosa del arco iris, Iris,
transporta los mensajes para los dioses. Si sabes cómo pedírselo, y no está muy
ocupada, también lo hace para los mestizos.

—¿Invocas a la diosa con una manguera?

Grover apuntó el pitorro al aire y el agua salió en una fina lluvia blanca.

Goddes Of Heroes And The Lightning Thief¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora