-5 kg

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Los dias siguientes pasaron rapido, menos por el hambre y los examenes.

El jueves por la noche antes de ducharme, decidí ir a las duchas antes que ninguna para estar sola y pesarme, mirarme al espejo etc.

Me acerqué al espejo.

Aparentemente tenia un poco menos de cabello, pero casi no se notaba.

Tenia la piel pálida y ojeras. No tenía casi granitos, los tipicos chiquititos que nadie nota pero que yo odio tener, bueno, creo que todas.

Será porque al no tener grasa... no sé, quizas tampoco grasa facial. No me hagais caso, pero esa fue mi teoria ilógica.

Quité mi camiseta.

ASÍ SI!!

Estoy delgada, estoy bien. La verdad estoy asustada pero no importa. Las ojeras se tapan con maquillaje. Ahora tengo las curvas más lindas.

Mi piel estaba amarillenta. Sabía que era por un pigmento que se produce cuando no comes o algo así, no lo recuerdo, pero sabía que era de no comer.

Tenía aquel vello que ponía en internet que aparece en las mejillas, antebrazos y muslos, aquel fino y largo, tenía un nombre extraño.

Me duché y me planché el pelo.

Me pesé, ya había gente duchandose pero por pesarme... ¿Qué hiba a pasar?

45 kg... Había perdido 4 kg en 4 días... Pero no, no era suficiente. Claro que no. ¿No veis que soy Ann? ¿No veis que soy tan terka que no tengo límites, que todo para mi es la auto-superación y que cuándo me propongo algo lo cumplo, cueste lo que cueste?

Estaba ciega.

Me estaba matando.

***

A la mañana siguiente me maquillé bastante para que no se notaran mis signos de cansancio...

Fuí a desayunar y tomé medio vaso de leche y un tomate.

Sí, un tomate. Tiene pocas calorias, da energía y llena mucho. Tambien lo acompañé con media rebanada de pan.

Luego tomé agua.

Tenía hambre, pero masticando despacio y bebiendo agua me llenaba enseguida. Además, despues de tanto tiempo sin no comer casi nada, mi estómago no lo toleraba.

Queria llorar. No podía acabarme el desayuno, un mini-desayuno, y sin embargo me sentía culpable por desayunar.

Estaba loca.

Me estaba destruyendo.

En el recreo no tomé nada. Comí bastante poco y antes de que me recogieran merendé, tenía ganas de comer.

Me sentía la peooor persona del mundo. Sentía que me fallaba y que nada servía de nada. Sentía que era una débil, una gorda y jamás bajaría de peso (no tengo nada en contra de las gordas, ni el personaje tampoco pero es el pensamiento de Ann, el pensamiento de una ¿anorexica? Descubridlo)

Mis padres me recogieron, me llevaron a la casa en la que se habían mudado y dónde pasaría los fines de semana y vacaciones.

Era grande.

Me encantaba.

-Mamá, he quedado, vengo pronto ¿Vale? Son las seis... pues hasta las nueve. ¿Me dejas?

- ¿Con quién?

-Unas amigas y amigos, ¿Puedo o no?

-Vale, a las nueve aquí.

Subí mis pantalones ya que se me caían un poco y...

- Te estan un poco gran...espera, antes te estaban pequeños. Estás mucho más delgada, ¿Comes bien?

- Claro mamá...-Intentaba buscar una excursa y solté lo primero que se me pasó por la cabeza.- Es que allí hacemos mucho deporte, pero no estoy tan delgada eh, como mucho medio kilo.

-No sé, quizás por eso te desmayaste.

- No creo mamá, adiós.

Me despedí y me fuí... ¡CON CALUM!

Llegué a una plaza y...

Continuará...

Can you stop my anorexia?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora