–Si quieres que te ayude, tendras de decir algo, Ann.
Mi psicologo, Angel, lleva 15 minutos intentado que le diga por lo menos de donde soy. Aunque ya lo sabe. Aun no he dicho palabra.
–Escucha, solo estas aqui para mejorar. Solo queremos que estes bien.
–Lo estoy.– Respondo seca.
Al menos, ya he dicho algo.
–¿Cómo puedes finjir que estas bien teniendo esas cicatrices en las muñecas?
–Y ud., ¿Cómo puede fingir que le importa?
–Vamos, Ann. Si no confias esto no se va a arreglar.
Un gran silencio.
–¿No piensas decir nada mas?–Pregunta insistiendo. Levanto la mirada hacia el y me quedo callada.–Venga, ¿Qué significa para ti recuperarte de tu anorexia?
–Engordar.–Suelto. Me levanto de la silla y decidida y fría salgo de la habitacion dando un portazo.
Tengo unas ganas horribles de llorar, pero en mi habitacion hay gente. Ademas si llego antes se preocuparan.
Me dirijo al baño enfadada, conmigo misma, con el mundo. Con todo.
Joder, ¿Donde esta el maldito baño? Solo quiero encerrarme, estar sola y llorar.
Me apollo en una pared del pasillo de paredes blancas y me voy dejando caer hasta acavar sentada. Abrazo mis rodillas y agacho la cabeza, haciendome una bolita. Lloro. Ya no me podia aguantar mas. Llevo demasiado tiempo siendo fuerte.
Escucho a alguien aproxinarse y sentarse a mi lado.
Pienso ignorarlo.
No quiero hablar con nadie.
–Ann...
Menos con el.
–Calum...lo siento. Quiero estar sola un momento.–Digo, sin levantar aun la cabeza de mis rodillas.
–Lo entiendo.– Pasa un brazo por encima de mis hombros y me besa la cabeza. Me pega mas a el. –Pero no te voy a dejar sola.
Suelto mis rodillas sujetadas por mis brazos y levanto mi cabeza.
Ni siquiera lo miro a los ojos.
Solo lo abrazo.
–Soy ridícula.
–No lo eres. Nunca lo has sido.
Lo abrazo mas fuerte.
–Tengo frío, y el suelo está helado.
No es una sorpresa, yo siempre tengo frío. Algo normal para una chica con un IMC (Indice de Masa Muscular) inferior a 18, que con suerte supera las 200 calorias al dia.
–Vamos.
Se levanta y me tiende la mano.
Vamos por los pasillos dados de la mano.
Es una escena algo poco vista.
"El chico guay", el "rompecorazones" con una chica enferma psicologicamente dados de la mano, paseando por un pasillos de un hospital.
Llegamos a la habitacion y me enrollo en una manta. Clarisse no esta, tendra mas pruevas.
–Oye, tienes que salir de esta mierda. Vales mucho mas que esto. Hagamos una cosa...
–Dime–Respondo, perdiendome en sus ojos.
–Esto va a ser como un juego, y salir es nuestra meta. No vale mirar atras, y hay que ir despacio pero con pasos firmes. Y toda la partida juntos. Cuando ganemos, lo malo habrá pasado. ¿Aceptas?
–Acepto. –Sonrio y le beso.
–Ah, una cosa mas...Si quieres ganar debes contestar a lo que te pregunte el psicólogo.
Rió.
–Lo haré por ti.
Ambos sonreímos. Y joder. Su sonrisa. Su puta sonrisa. Me hace querer salir fuera, y gritarle al mundo lo afortunada que soy de verlo sonreir. Es como, que quiero que todos sepan que es mio. Porque lo es. Y no soportaría estar sin el.
+10 comentarios y sigo.
