¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?

Acorazado

Los pisos de la mazmorra, sin importar la profundidad, no son un lugar para que los aventureros se pongan a jugar, si bien pueden tomar descansos y demás, no deben nunca bajar la guardia, lo usual es tomar guardias por turnos para asegurarse de que no ocurra nada fuera de lo normal.

Claro, que en estos momentos, Bell era lo más peligroso del piso en el que estaba.

En alguna parte del piso 2 donde se encontraba logro encontrar un charco de agua filtrada, lo suficientemente grande para poder limpiarse la sangre que manchaba su cuerpo en algunas zonas.

La suciedad se retiraba de su piel uñas y cabello dejando al descubierto su forma humana, tiñendo de un color marrón rojizo el agua una vez clara.

Un pequeño crujido llamo la atención de Bell, este rápidamente adopto una postura agresiva con las cuchillas extendidas y los sentidos preparados para pelear con lo que fuera que se encontrase en su zona de ataque.

Quien estaba parada era Sirene.

-¿Te pusiste al día?- Pregunto de forma retorica viendo como la sangre aun escurría por algunas zonas.

-Tuvimos un incidente en el festival.-Comento el aventurero terminando de asearse.

-¿Alguien murió?- Pregunto la chica.- ¿Tu...

-Dios, no.- Respondió negando la pregunta y su implícita acusación.

Esto llevo a mirar a la chica que se notaba bastante tranquila al ver el estado en el que se encontraba, tenía entendido que ella era la actual guardiana de Lilith, por lo que no es imposible pensar que ha habido personas que han intentado dañarla en su momento.

No se necesitaba una excusa muy grande para odiar a alguien, a veces simplemente era mejor cuando todo ese odio injustificado iba a alguien por simple conjugación.

Bell desvió la mirada de la chica y volvió a mirar el charco.

-Tú has...

-He tenido mi parte justa protegiendo a la princesa.- Ella miro al joven.- Tengo entendido que incluso los héroes manchan sus espadas con sangre de sus enemigos.

Bell miro su mano y la apretó fuertemente.

Eso que dijo Sirene era justamente el problema, la idea no lo molestaba en lo absoluto, incluso la idea de acabar la vida de alguien le resultaba indiferente. Quizás sea porque la adrenalina aún estaba en su sistema y no estaba pensando las cosas correctamente.

O quizás era algo más oscuro lo que lo estaba impulsando.

-Salgamos de aquí.- Comento.- No tengo ganas de aventurarme hoy.

Luego de decir eso simplemente avanzo hacia la salida, es posible que la multitud haya sido despejada para poder hacer un control de los daños del festival, con suficiente suerte podrá volver a casa sin inconvenientes.

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Mansión Crepúsculo, 3 horas después del incidente.

La Mansión Crepúsculo, hogar y sede de la Loki Family, es una estructura grande construida en un terreno pequeño con varias torres que se sostienen entre sí dando la impresión de una pequeña fortaleza que se sostiene sobre si misma.

Pero ahora nos encontramos en la sala privada de la diosa Loki, ella estaba sentada en un sofá mientras meditaba todo lo que había pasado este día.

-¿Qué demonios pasó hoy?- Se preguntó a sí misma.

Lo que paso hoy no tenía sentido, a su parecer. Y francamente aun no daba crédito a lo que presencio.

¿Un demonio salvando a los aventureros?