Liliruca

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-(Odio a los aventureros.)

Esto era algo que había estado marcado con fuego en el corazón de Liliruca Arde, desde su más tierna infancia. Antes de darse cuenta ella ya estaba totalmente sola, obligándose a trabajar como un Apoyo para los aventureros.

La explotaban, la golpeaban, pero ella seguía haciendo lo necesario para sobrevivir en esa asquerosa familia donde aquel que tenga más poder y dinero puede beber un sorbo del vino de Soma.

No durarían en hacer cualquier cosa para obtener un poco de eso, incluso sacrificar a los demás.

-(Si, yo odió a los aventureros).- Pensó la Pallum mientras era prácticamente arrastrada por los pisos de la mazmorra por Bell Cranel, un aventurero con el que ha trabajado los últimos tiempos.

La joven hacía lo posible por seguirle el paso mientras su mente vagaba en lo sucedido momentos antes, cuando el joven salió en su defensa de una forma casi animal ante los miembros de su familia.

-(Y sin embargo...)- Pensó ella mientras apretaba sus labios dibujando una delgada línea mientras una pregunta la carcomía por dentro.- (¿Por qué no puedo odiarlo?)

Finalmente se detuvieron en lo que ella pudo deducir por la estructura y forma de los pasillos que era al rededor del séptimo piso, la joven Apoyo chocó contra la espalda del aventurero el cual ni se inmutó por el pequeño golpe.

Ella se quedó quieta unos instantes mientras salía de su estupor momentáneo, en el momento exacto para escucharlo decir una pregunta crucial.

-¿Por qué...?- Pregunto de pronto el aventurero mientras soltaba la mano de su compañera y la encaraba con todas las emociones que sentía.- ¿Por qué no me lo dijiste?

A Lily de pronto sintió una extraña mezcla de emociones cuando sintió la mirada de su contratista junto con sus palabras. Por un lado sintió como se le formó un hueco en el estómago al ver que sabía todo lo que pasaba, pero por otro lado, sintió que todo esto era un mal chiste.

Prácticamente desde que podía recordar los aventureros han sido la causa de su desgracia y desdicha, pero ahora es justamente uno de ellos quien demuestra genuina preocupación por ella, quien le ha demostrado algo parecido a cariño desde hace tanto tiempo.

Ella bajó su cabeza haciendo que la sombra de su capucha sea proyectada sobre la mitad superior de su rostro resultando que sea imposible el ver sus ojos.

-Porque eso no le incumbe, Bell-sama.- Respondió la chica mientras trataba de avanzar a un lado del joven.

Bell apretó su puño en un intento de expresar el remolino de emociones que sentía dentro de su cuerpo, impotencia, frustración, ira, dolor, preocupación, es en este punto que el joven de pelo blanco se preguntaba.

¿Cómo no lo había visto antes?

Deseaba tanto golpearse en la cara así mismo por no haberse dado cuenta de las señales, era dolorosamente obvio ahora que lo pensaba, a pesar de tener y jactarse de tener sentidos súper desarrollados lo pasó por alto.

Desde el primer día, ese olor salado del sudor mezclado con miedo, esos moretones o raspones que podía robar con su mirada cuando un viento salvaje abría la túnica de la chica, todos eran producto de defenderse contra los miembros de su propia familia.

Ella avanzó justo al lado del aventurero y cuando parecía que ella lo rebasaría, el coloca su mano sobre su brazo deteniéndola en el acto, ella no giro para verlo ya que sabía que si lo hacía...

-Por favor, suélteme, Bell-sama.- Dijo ella mientras su pequeño brazo estaba atrapado en un agarre de acero.- Ya le dije que esto no es problema suyo. Si esto le afecta de alguna manera, Lily promete que lo solucionará, siempre lo hago.

¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora