Apoyo

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Welf había estado los últimos minutos observando los materiales que su nuevo contratista le había suministrado, debía decir que tenía sus dudas, pero más era su curiosidad.

Al pelirrojo le gustaba hacer armas y armaduras clásicas, ósea sin magia, mejor si eran hechas con materiales obtenidos de la mazmorra o de los propios monstruos de la misma ya que estos dotaban de una dureza y durabilidad anormales a los materiales ordinarios.

Pero...

Welf tomo las garras entre sus dedos y la estudió con más detalle.

-(No es normal)- Se dijo a sí mismo.

Normalmente las garras o pelo de las criaturas tenían algún tipo de suciedad y/o sangre por como las extrajeron, muchos de los aventureros habían sido bestiales a la hora de extraerlos, incluso a pedazos de ser necesarios.

Él podía saber que estos fueron extraídos con cuidado y estaban en muy buen estado, incluso los pelos tenían un leve olor a jabón, además del claro hecho que no reconocía de que criatura se habían extraído.

Eran pequeñas para ser de unos dragones y demasiado grandes para ser de lobos de fuego.

-¿Dónde lo conseguiste?- Pregunto Welf a Bell.

-Lo obtuve de un monstruo, poco común que aparece en las noches.- Dijo Bell encogiéndose de hombros.

-Eh~

Welf no sonaba convencido del todo ya que sabía de la existencia de subespecies de monstruos nocturnos pero nunca los había visto, mas no tenía como demostrar lo contrario.

Después de un rato, el pelirrojo asintió.

-Está bien.- Dijo de pronto.- Pero tengo una condición.

El joven parpadeo sorprendido, eso fue rápido, quizás demasiado, el medio demonio entrecerró lo ojos antes de preguntar.

-¿Que deseas?- Pregunto Bell.

Welf sonrió mientras dejaba las garras en la mesa, antes de poner su mano sobre su propio pecho.

-Quiero unirme a tu grupo.- Dijo Welf.

La sorpresa de Bell fue palpable, pero no se iba a negar a un nuevo miembro después de la charla con Eina hace unas horas.

-Claro.- Dijo no pudiendo negar su solicitud, si con eso bastaba para que le construya su armadura.

-Perfecto.- Dijo Welf caminando hacia la parte de atrás de la tienda donde tenía su equipo.- Mañana por la noche iremos a la Mazmorra.

Bell parpadeo.

-¿Por la noche?- Pregunto.- ¿Estás seguro?

-Así es, no tengo los materiales indicados para fabricarte una armadura de buena calidad.- Dijo el pelirrojo mostrando en una esquina que solo tenía hierro.- En especial no tengo nada que se adapte a los materiales que trajiste

Bell se llevó la mano al mentón, era una oportunidad muy riesgosa, sí, pero la ganancia era bastante alta de todas maneras. Había monstruos especiales que le darían experiencia extra y los materiales raros capaces de adaptarse a su situación.

Su armadura tenía que ser capaz de fundirse con él en su modo Devilman, por lo cual era prueba y error, pero cada error sería muy costoso.

-Bien.- Dijo Bell cediendo ante la petición.

Después de decir eso, Bell comenzó a salir.

-¿Ya te vas?- Pregunto Welf reuniendo sus materiales.

¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora