Bell había crecido en un pequeño pueblo de agricultores junto con su abuelo, y llego a Orario después de que él había fallecido. Normalmente no ocurría muchas cosas en su lugar de origen, la gente era amable y solían ayudarse en casi todo, por lo cual la confianza era algo sumamente importante para ellos, incluso para los aventureros.
Pero desde que llego a la Ciudad Mazmorra se encontró con una realidad totalmente diferente, la confianza era algo que difícilmente podrías dar a alguien y tan fácil de perder. Por lo cual tuvo que endurecer la piel ante los constante rechazos que recibió cuando llego a la ciudad.
Esto se detuvo una vez que su diosa, Hestia llego a su vida, dándole la oportunidad que necesitaba para demostrar su valía. Del mismo modo y de una forma poco convencional lo hizo Lilith que se había incorporado a la tripulación, solamente por eso estaba tomándose las molestias de escuchar lo que tenía que decir esta demonio.
Ambos estaban sentados uno frente al otro estudiando a la persona frente al otro.
Es probable que en algún momento antes de su transformación, Bell estuviera totalmente avergonzado ya que una hermosa chica estaba casi desnuda frente a él. Pero su expresión seria y sus fieros ojos notaban que no estaba avergonzado, estaba más preocupado por su siguiente movimiento.
Mientras que por parte de Sirene estaba en una posición similar. Había perdido el combate y su orgullo de guerrera termino lastimado. Sabía perfectamente si quisiera su captor podría acabar con ella por lo cual tenía que saber qué clase de relación tenía con Lilith antes de hacer cualquier movimiento imprudente.
Pero había una duda que no podía alejar de su mente.
-(¿Qué hace un demonio en la superficie?)- Pensó ella estando segura de que no se trataba de un ocultista ya que de serlo no tendrían esta conversación, a no ser de que se tratase de una de las más enrevesadas maquinaciones.
Pero había una cosa que más le estaba preocupando al demonio pájaro, este era el parecido con quien se supone que debían evitar su liberación.
-(Es imposible que sea él.)- Pensó ella con una gota de sudor bajando por su sien derecha.
Finalmente luego de lo que parecieron varias horas finalmente hablaron.
-¿Cuál es tu relación con Lilith?- Pregunto Bell en su forma demoniaca.
-¿Qué?- Pregunto ella sacada de sus pensamientos repentinamente.
-Lo que oíste.- Dijo sin rodeos.- Dependiendo de lo que digas veremos que hacer contigo.
Ella asintió ante esto y repondio con toda la seguridad en sus palabras.
-Mi nombre es Sirene, miembro de la tribu Silen. Soy la guardiana de la Séptima princesa de los demonios, Lilith. Nos separamos cuando en una de las intersecciones de la mazmorra fuimos atacadas por monstruos, nos enviaron a evitar un ritual de invocación.
Apenas decir eso, Bell se permitió llevar una mano a su barbilla en señal de pensamiento mientras meditaba esta nueva información que le había sido suministrada. La historia definitivamente concordaba con la explicación que Lilith le había dado el primer día, salvo un detalle.
-(Ella nunca menciono que había otra persona).- Pensó el demonio frunciendo el ceño.- (Aunque, nunca se lo preguntamos).
La posibilidad que una princesa salga sola sin escolta era baja y casi ridícula, a no ser que las viejas historias que recordaba sobre héroes ya no aplicaban en la actualidad, o mismo si ella era lo suficientemente fuerte para protegerse sola.
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¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?
FanfictionLos dioses otorgan bendiciones... pero los demonios siempre traen maldicion. Bell Cranel, un chico que solo deseaba convertirse en héroe se vera obligado a ser algo que nadie había imaginado ser... el sera el proximo Rey Demonio y lo lograra al conv...