-(Yo confío en Bell-kun)
La diosa de la familia dijo estas palabras en su mente mientras miraba su reflejo en un escudo dorado al cual acababa de pasar brillo, al punto de que este actuaba como un espejo. ella se alejó un poco viendo que casi toda la armadura del conjunto estaba por no decir otra palabra, radiante.
Ahora que se ponía a pensar, ¿Cuánto tiempo había dedicado a pulir esta cosa?
Soltó un suspiro para saber que había sido un tiempo más que prudente para esa labor, pese a que ha hecho su trabajo bien estaba distraída, aunque irónicamente esta había sido su motivación original para aceptar el favor que le pidieron.
Desde hace algún tiempo la Familia Hestia no había tenido problemas financieros, tomando en cuenta de que eran una familia de 1, sus ganancias eran muy buenas por lo que prácticamente ella ya no necesitaba trabajar, pero lo hacía ocasionalmente para mantenerse ocupada y darse algunos gustos.
En esta ocasión fue un pedido de su amiga Hefestos ya que una de sus ayudantes se reportó enferma repentinamente por un pescado mal cocinado. Hestia aceptó el trabajo, ya que al ser de último minuto tendría un extra jugoso.
Por no mencionar otra razón para aceptar, que ya había limpiado el piso de su casa como 3 veces.
Necesitaba salir.
Pero al parecer incluso fuera de la casa no podía mantener su mente fuera de cierto tema relacionado con el Capitán de su Familia.
Su supervisor, un hombre mayor con barba vestido con una versión masculina del uniforme que vestía la diosa miró con ojos entrecerrados lo brillante que era la armadura, no porque esté juzgando si lo hizo bien o mal, sino porque era tan brillante que no podía mirar directamente.
-Buen trabajo, Diosa Hestia.- Dijo el supervisor.- Por curiosidad.. ¿Cuántas veces puliste la armadura?
la diosa no estaba segura de sí responder, ya que ahora se preguntaba si llegó incluso a volver un poco más delgada las piezas por la fricción.
-¿A quién le importa cuantas veces lo hizo si se ve así de bien?- Preguntó una voz detrás del adulto mayor.
Ambos se dieron la vuelta para ver a la diosa de pelo rojo y parche llegando con una pequeña sonrisa y algo de hollín en una de sus mejillas, puede que ella misma estaba limpiando algunas de sus herramientas en su fragua personal.
La diosa con el parche palmeo la espalda del humano.
-Yo me encargo a partir de aquí, Ted.- Dijo la pelirroja pare recibir un asentimiento y una despedida para ambas de parte del hombre antes de retirarse.
Hefesto vio la armadura.
-Eso está muy pulido.- Comentó.
Esta vez lo que recibió fue un sonido de exasperación que solo la hizo sonreír.
La Diosa de la fragua levantó una pequeña caja de madera con asa que tenía escondida detrás suyo, revelando varias botellas de vidrio con líquido dentro y sellado con un corcho.
-¿Por qué no hablamos un poco en mi oficina?
-Me parece una buena idea.
Así el dúo de diosas del panteón griego salió de la vista del resto del personal y de los clientes para llegar a la oficina de la pelirroja donde se podían ver algunos tratos con unas manchas de suciedad en ellos, dando a entender que había estado limpiando sus herramientas personales.
Hestia miró alrededor de la habitación, todo estaba exactamente en el mismo lugar tal cual hace tiempo atrás y de alguna forma esto la reconfortaba.
Por su parte la dueña de la tienda se sentó en su sillón antes de destapar una de las botellas, cosa que fue imitada por la otra diosa.
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¿Esta mal trabajar para una diosa si soy un Demonio?
FanfictionLos dioses otorgan bendiciones... pero los demonios siempre traen maldicion. Bell Cranel, un chico que solo deseaba convertirse en héroe se vera obligado a ser algo que nadie había imaginado ser... el sera el proximo Rey Demonio y lo lograra al conv...