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Jimin volvió a llorar, sabía que estaba haciendo bien pero esa sensación de arrepentimiento estaba ahí. Jungkook regresaría a donde quería estar.

Lejos de una bestia.

A este punto solo deseaba que estuviera lo más lejos posible para olvidarlo. Así que se concentró en dormir y al día siguiente, todo estaría bien.

...

Qué desgracia.

El destino no lo quería en absoluto.

Al salir de su cueva para ir a cazar a Nunca Jamás, se dio cuenta de que aquel humano no se había ido muy lejos. Estaba a unos metros de la isla, con las olas acercándolo poco a poco, hasta que el mar empujó la barca hasta tierra y se quedó ahí.

- ¡Maldita sea!- gritó frustrado y enojado. Él mismo lo había alejado lo suficiente como para que no regresara más, ni por casualidad. Pero la vida se empeñaba en regalarle lo peor de la misma.

Y para colmo, Jeon se despertaba haciendo una mueca de dolor.

Dios, me he dormido en un clavo, pensó Jungkook.

Se incorporó y vio la barca en la que estaba dormido. Él no se había subido ahí, ni se pondría a dormir en un lugar tan incomodo y peligroso, pudo haber parado muy lejos de la pequeña isla rocosa de Jimin.

Jimin.

Se propuso buscarlo y pero ya estaba caminando hacia la cueva, sin darle tiempo a pedirle disculpas por haberle gritado.

- ¡Jimin! ¡Quiero hablar conti...!- se cayó al salir de la barca, llamando la atención del rubio. La herida comenzaba a sangrar otra vez y el instinto protector del Omega lo hizo regresarse y levantarlo. Llevarlo adentro y curarlo de nuevo en el mismo sitio.

Al momento de curarlo no dijo nada, ni siquiera iba a responder sus preguntas. Así que no iba a preguntar nada, sino a disculparse con él.

- Jimin...Hum, yo quería pedirte disculpas por lo que dije. De verdad lo siento mucho.- el aludido lo miró a los ojos con una mirada indescifrable, ni el rubio mismo sabía lo que sentía.- Me salvaste y no te di las gracias por cuidarme. Estaba tan asustado que lo único que podía hacer era ponerme a atacarte de esa forma. Jamás he sido agradecido con nadie tampoco, así que no sé bien cómo disculparme correctamente. Perdón por todo lo que hice.- dijo Jungkook.

Aunque fuesen pocas palabras, se sinceró por completo. Jungkook no recordaba haber sentido cariño por nadie, mucho menos gratitud por algo. Solo recordaba que era el malo de la historia, por lo tanto se había acostumbrado a serlo. Nadie lo quería, por eso él no quería a nadie.

Aunque fuesen pocas palabras, para Jimin fueron suficientes.

- Gracias por eso, te perdono.- dijo Jimin con semblante serio, Jungkook sonrió por dentro al saber su respuesta.- Pero debes irte.-  los ojos de Jimin se pusieron vidriosos debido a las lágrimas que se aproximaban.- Tú no perteneces aquí. Cuando termine de curarte, te irás en ese bote para no volver jamás.

Jungkook negó con su mentón temblando por el horror.

- No.- dijo con su voz temblando.

- No te pregunté, lo harás.- dijo sin rastro de piedad.

- No quiero volver. Allá todos me odian, allá siempre estoy bajo presión, tengo que descerebrarme para hacer planes que nunca funcionan. Ni siquiera puedo dormir, siempre tengo pesadillas. Tengo miedo de acabar sin muchas de las partes de mi cuerpo y morir antes de lo planeado. Peter Pan puede matarme si lo quisiera. ¿Lo sabías? Lo único que me espera allá es morir por segunda vez.- ahora Jungkook lloraba furioso por la vida que le había tocado vivir. Ya estaba harto de llevarse el odio de todos en la espalda, ahora estaba jodido de la peor manera.

Jimin tragó saliva. ¿Por qué tenía que ser tan difícil? Le rompía el corazón verlo llorar. Y eso que era la primera vez. No aguantaría mucho tiempo sin tratar de secar sus lágrimas. Lo abrazó y lo oyó sollozar, sus propios ojos se humedecían más.

- Lo odio. Lo odio.- gruñó en su hombro.

El Omega no encontraba las palabras adecuadas, no es como si consolara a un ex capitán todos los días y a cada rato. Empezó a acariciar su espalda, por un tiempo que no supo contar. No sabía si eran segundos o si habían llegado a una hora. Supuso que lo segundo pues ya no lloraba como si estuviera ahogándose en sí mismo.

Y Jimin quería ser egoísta, quedárselo y no dejarlo en manos de sus subordinados. Borrar de su mente las tristezas y llenar el vacío, quiso convertir al capitán garfio en Jeon Jungkook. Y solo bastaron unas palabras.

- No me dejes volver.

•••

°••~→| Neverland |←~••° |KookMin|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora