CAPITULO III

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*YOUNG SAENG*
No podía saber si el Hyun Joong que está a mi lado tomando helado era el que una vez me dijo lo mucho que me amaba o mi mejor amigo, quien me escuchaba y me cuidaba. Tal vez no quiere involucrar sus sentimientos más de lo que debería porque saldría con el corazón roto y esté solo como un amigo con el que me acuesto cada cierto tiempo sin compromiso.

Lo que sabía es que hacía mucho no tenía un asalto como el de anoche (al que había que sumar uno en la ducha, donde sucedieron cosas que nunca saldrían de mi boca y otro en su sofá en el que fue más compasivo). Mi cuerpo lo sabía muy bien, especialmente mi trasero cada vez que me sentaba de golpe. Eso y que me dejó con un hambre de terremoto hasta que se decidió por salir a comer porque su nevera estaba prácticamente vacía.

—¿Te puedo hacer una pregunta? —Me dice de golpe ya de regreso a su casa y agrega para convencerme— No creo que sea difícil de responder.

—Te debe tener preocupado para que me preguntes. Claro que puedes

—¿No debo ilusionarme, verdad? —Detuve mi paso y no pude mirarlo

Pienso en los hechos que han sucedido entre anoche y esta tarde. Yo llegué a su casa de imprevisto y fui yo quien dio el primer paso, hasta ahí muy normal en mí. Pero esta vez me quedé a dormir, insistí en pasar el fin de semana con él, le colgué a Siwon, apagué mi teléfono e incluso le dije que podíamos repetir, y eso hicimos con mucho gusto. Definitivamente se me fue de las manos. Claro que podía fácilmente ilusionarse porque le di razones para hacerlo. Ay, Heo Young Saeng, ¿qué haces?

En realidad era una pregunta muy difícil. ¿Qué puedo responder? ¿Que sí para tenerlo como "amante" cuando me case? Jamás le haría eso a él. Solo le rompería el corazón, aunque no habría mucha diferencia si le decía no. Además, esas dos respuestas seguro las está considerando como si pudiera ser su novio y eso no está en mis manos porque estoy amarrado a Siwon. Así que...

—Hyun, somos amigos.

Esa era la respuesta que mediaba entre un sí o un no, la que menos le podía doler y que a la vez no le alegraba. Lo que menos quería ahora era estropearlo más de lo que ya estaba.

—Ya, eso me imaginaba

¿No esperaba un sí o un no? Este Hyun Joong podía leerme como si fuera un libro. Es raro

—Entonces, ¿te puedo pedir algo? -Me mira con curiosidad y asiento- No juegues conmigo, ¿sí?

Se adelanta, con su andar relajado y la mano que sostenía el helado ya estaba otra vez en su bolsillo. ¿Cómo debía tomármelo? ¿Debería molestarme? ¿Pedirle perdón? ¿Decirle la verdad? Retomo mis pasos y me agarro a su brazo para detenerlo.

—Hyun, eres demasiado importante para mí. Eso es algo que jamás podría hacer

—¿Es por eso que no puedes aceptar mis sentimientos? ¿Porque soy importante para ti? Entonces, ¿debes seguir haciéndome esto cuando sabes lo que siento? ¿Siwon siquiera lo sabe?

Esto era lo que siempre él se guardaba: las preguntas, las dudas, las preocupaciones. Nunca las hacía notar para no hacerme sentir incómodo, pero yo debía responderle a todo porque lo merece y no quiero ocultarle más cosas.

—Hyun, sinceramente, lo que me une a Siwon es algo complicado y sinrazón. No me importa si sabe lo que hacemos a veces. Y te lo repito, eres muy importante y... —Suspiré y me quedé callado.

Si hablo de más y le haré daño eventualmente.

—Dilo, Saeng —Tragué saliva antes de continuar

-Que no te estoy viendo como mi amigo -Abrió sus ojos de la sorpresa- Te estoy viendo como el hombre que promete llevarme a donde sea con tal de que seamos felices.

¡Salud, Saengie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora