CAPITULO XVI

111 17 21
                                    

*YOUNG SAENG*
De verdad que este tema de Seo Hyun ya no me molesta. Lo pensé un poco y entendí que como fue mientras no nos veíamos, pues debía callarme. La consecuencia de esa noche era lo que me tenía inquieto y no me lo puedo tomar bien. ¿Y si decide a última hora no interrumpirlo? ¿Y si quiere engatusar a Hyun con un niño? Y encima de todo esto me dolía mucho el hecho de Hyun haya llorado tanto por ella. Siento como si lo estuviera compartiendo y eso para nada me gusta.

Ojalá todo esto sea pasajero. 

Tengo algo que confesar. ¡Me estoy muriendo del aburrimiento! Si ya desperté hace dos días, ¿por qué demonios sigo aquí? Me siento normal y no ha habido más problemas con mis niños y aun así no dejan de hacerme exámenes. Afortunadamente, Hyun se queda conmigo aquí en el hospital hasta que me den el alta y así poderme ir a casa, pero ahora no está… creo que está solucionando su lío con Seo Hyun. Y digo “creo” porque no me lo dijo, sino que lo intuí por su mala cara.

«Respira, Young Saeng. No va a pasar nada»

Confío ciegamente en Hyun, no en ella.

Tocan la puerta, se abre y sonreí al verlo entrar con una sonrisa y mi felicidad desapareció al ver detrás de él al doctor. ¿Otro pinchazo más? ¡Ya me duelen los brazos!

«No te estreses. Fue por eso que estás aquí»

—Saengie, ¿y esa cara? —Me pregunta después de su beso y de dejar una caja de manzanas en una mesa

—Ya me quiero ir de aquí —Le susurró y él se echa a reír, provocando que vea por primera vez mi doctor una sonrisa

—Dice que ya se quiere ir. ¿Qué se puede hacer?

La respuesta la veía a lo lejos: otra revisión en toda regla. La diferencia fue que esta vez me recetó no sé cuántas pastillas y vitaminas y me recomendó una “actividad física moderada”.

—No soy muy amigo de aconsejar reposo absoluto, pero tienes que tomarte la vida con mucha calma o tendré que internarte. Evita situaciones que te provoquen estrés. Y en cuanto vaya avanzando iremos viendo cómo te encuentras. A la mínima de susto…, vengan al hospital, ¿de acuerdo?

Los dos asentimos. Hyun tomó notas en un su teléfono y pude leer una muy curiosa “Importante: no dejar que corra cuando me quiera lanzar cojines y no enojarlo para que no queme los mangas”. Quería reír, pero estaba demasiado asustado como para hacerlo.

—Por lo demás, ¿vida normal? —preguntó él

—Vengan en dos semanas y les diré

El doctor se fue y Hyun se puso a recoger nuestras cosas. ¡Ya me voy, hurra!

—¿Mis cosas ya están en tu casa? —Le pregunto

—Sí. ¿No te molesta, verdad?

—Claro que no. Es incómodo moverse de lugar tantas veces

—Mejor entonces. Saengie, estaba pensando, ¿cuándo se lo diremos a nuestros padres?

—A mi mamá le va a dar algo. Dame tiempo para pensar en cómo decírselo

—Pero es que si se lo ocultamos por más tiempo se van a sentir mal —Asentí concentrado en comer una manzana

—Ok… vale. Pero tú callado. Asientes a lo que digan y ya está.

—De acuerdo. Cuando Da On lo sepa no va a dejarte tranquilo, lo presiento. ¿Quieres que lo cuidemos por un día? Ya tiene seis.

—La energía de tu sobrino es como de un ejército de niños y junto a Matic… —Suspiré. Eso va a ser un infierno seguro, pero…— Acepto el reto. ¿Tienes algunos nombres en mente? No sé por qué pero tengo la intuición de que serán tres chicos

¡Salud, Saengie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora