CAPITULO XII (Parte 2)

106 15 16
                                    

*YOUNG SAENG*
Al despertar lo escuché caminar por la habitación, hacía mucho ruido. Abrí un poco mis ojos y lo descubrí con mi cámara

—Y aquí tenemos al bello durmiente, Saengie, quien tiene en su vientre a tres aliens preciosos. ¿Por favor quiere dirigir unas palabras al público televidente? —Y enfoca la cámara en mí

—Hyun, por favor. No estoy para que me grabes ahora —Me quejo tapándome con la sábana— Déjame dormir

—No —Me destapa— Ya ven queridos televidentes, dentro de muy poco tendré que comprarle ropa a Saengie… —Detuve todo su movimiento y lo miré.

—¿Me ves gordo? —Tragó saliva sonoramente

—No

—Lo acabaste de decir

—¿Qué quieres de desayuno? Voy a prepararlo —Retrocede lentamente, deja la cámara y se me escapa

—¡Hyun Joong! —Voy tras él

—Saengie no corras, mis aliens están dentro de ti

—¡No les llames aliens!

—Vale, les diré nutrias —Le lancé un cojín— ¡AHHH!

—Es tu maldita culpa que esté así —Le arrojé y lo esquivó— ¡Vete de aquí!

—¡Young Saeng, cálmate! —Se detiene— Disculpa, no quise decir que…

—¡No lo digas!

—Pero Saengie, eres hermoso —Me abrazó por detrás y colocó sus manos en mi vientre— Y nada me hace más feliz que saber que nuestros bebés siguen creciendo

—¿De verdad?

—De verdad —Me giro y lo veo sonriendo

—Pero voy a seguir engordando y…

—Y te seguiré amando, Young Saeng. Eso no va a cambiar incluso con las arrugas de la vejez. Eres precioso y quiero que esa pancita siga creciendo mucho hasta que nuestras lindas nutrias quieran nacer —Escondí mi rostro en su cuello para ocultar mi sonrisa

—Me habían dado ganas de quemar tus mangas, pero ya se me pasó —Se separó de mí aterrado

—Juro que nunca más te haré enojar, no cuando estés embarazado

—Más te vale

Macao era una ciudad muy grande para recorrer en pocos días y no por eso nosotros seis no dejamos de disfrutarla como pudimos. Jun y yo nos mareamos y vomité cuando subimos a los botes que recorrían a la ciudad por su río central, por lo que Hyun decidió que lo mejor era caminar y terminamos todos en la playa.

Aquella tarde, antes de la hora de cenar, nadamos entre los peces de colores. Habíamos conseguido unas gafas de bucear con las que podía ver qué rozaba nuestras piernas al pasar. A Hyun le interesó mucho seguir descubriendo este mar, pero no tenía el equipo necesario y yo le estaba convenciendo para que me sacara de ahí porque tenía que conversar con Jun quien estaba acostado en la arena y no quería salir solo. Hong Ki se me incluyó y Hyun se salvó de ser un pez fuera del agua. Al llegar a la arena, mi teléfono junto a Jun suena y veo en la pantalla a… ¿Siwon?

—Ni te atrevas a responderle a ese desgraciado —Me dice

—No me llamaría si tuviera un motivo importante, lo conozco —Puse el auricular en mi oreja— Dime

Hola, Young Saeng

—Hola, Siwon

¿En dónde estás?

¡Salud, Saengie!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora