CAPÍTULO 6

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Steven llegó a su casa junto con Jessica.

-¡Papá,  ya estamos aquí!- Exclamó Jessica

De la cocina salió un hombre de mediana edad. Tenía rastas largas recogidas en una coleta y sus ropas eran anchas. Su nombre era Harry

-Hola, chicos.- Dijo el hombre con una sonrisa -¿Donde está Sid?

Jessica se encogió de hombros.

-Me dijo que iba a salir tarde.

Su padre asintió.

Steven estaba en otro mundo, literalmente. Estaba mirando al suelo.

-Steven, ¿estás bien, hijo?- Dijo su padre con cara de preocupación.

-¿Eh? S-sí...- respondió sin levantar la mirada-Me... me voy a mi cuarto.

-Vale...Luego te aviso para comer.

Steven subió a su habitación y se tiró en la cama, tapándose la cara.

Era una habitación más o menos grande, llena de plantas. En una esquina había un tocadiscos y una estantería con vinilos.

-Joder...- Pensó. -¡Lo acabas de conocer! No puedes volver a hacer lo mismo...

Se quitó las manos de la cara. Sus gafas estaban empañadas. El chico suspiró profundamente y miró al techo.

-No otra vez...

Una lágrima asomó por sus ojos claros como el cielo.

Alguien toco a la puerta, lo que hizo que Steven se levantara de un salto y se limpiara los ojos. Era Sid.

-¡Sid! ¿Cuándo has llegado?

-Acabo de llegar, nada más subir a dejar mis cosas Papá me ha llamado para que te avise para ir a comer.

-Vale, ya bajo...

Steven se levantó de la cama y bajó por las escaleras hacia la cocina.

Cuando llegó, dos niños se le abalanzaron a las piernas.

-¡STEVEN!
Los niños que estaban abrazados a el eran Billie y Britney, los gemelos y los más pequeños de la familia.

-Hola chicos... ¿Qué tal?- Preguntó Steven mientras se agachaba para estar a su altura.

-¡Bien!- Respondieron alegremente al unísono los niños.

-¿Cómo está mamá?

Al oír esa pregunta, Sid le dio un ligero rodillazo. La madre de Steven se había ido con otro hombre hace unos meses, y los pequeños la visitaban de vez en cuando.

Por un momento, la calmada sonrisa de Harry se esfumó.

-Chicos...Vamos a comer, ¿vale?

La numerosa familia se sentó en una mesa grande de madera.

-Sid, ¿qué tal ese club de música?
-Genial, además... Había un chico muy mono que estaba con Stevie...

Sid le guiñó el ojo y le dio un codazo a su hermano.

Steven se atragantó con la comida.

-¡Eh! - Se quejó mientras le devolvía el codazo. 

Sid se rió.

-¡Chicos! ¿De quién estás hablando Sid?

-De un chico con el que estaba Stevie... Creo que se llamaba...Tucker, ¿no?

Steven asintió, con la cabeza gacha.

-Bueno, deberías hablar con él...

Steven levantó la cabeza, con un pequeño brillo en los ojos.

-Papá... Lo acabo de conocer... Ya sabes que pasó la última vez...

En ese mismo momento, en Vulture street, unas calles más allá de Montague road (la calle en la que vivía Steven), Tucker estaba con su hermana. Estaban jugando juntos cuando se oyeron las llaves de la puerta de entrada.

Cuando la puerta se abrió, lo primero que se oyó fue a su padre llamándole.

A Tucker se le aceleró el pulso.











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