CAPÍTULO 11

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Tucker notó como un calor le subía por el cuerpo.

-Perdón... No debería haber dicho eso.

Tucker levantó con su mano la cara de Steven hasta que se pudieran ver a los ojos. Tucker sonrió. 

-Tienes unos ojos preciosos.

Con la misma mano con la que había levantado su cara, Tucker acercó a Steven hacia él por la cintura. Los dos temblaban. Tucker miró a los ojos a Steven, a esos hermosos ojos azules. Steven apartó el pelo de la cara de Tucker, y, con delicadeza acercó la cara de Tucker a la suya y suavemente, le besó.

Steven rodeó el cuello de Tucker, acariciándole el pelo de la nuca. Tucker abrió los labios y rozó con su lengua la de Steven mientras separaba el poco espacio que había entre ellos agarrándole con fuerza de la cintura.  Steven aceptó el roce y besó a Tucker con pasión.

Al separarse, Tucker suspiró levemente. Se notaba que seguía temblando. Se agachó a su altura y le dijo al oído a Steven:

-Yo también te quiero.

Tras unos segundos mirándole a los ojos, Tucker se fue.

-Pero...¿A dónde vas?

Tucker se paró, miró a Steven y salió por la puerta.

Steven salió del baño, pero cuando se dispuso a seguirle, Amy le paró.

-¡Tío! ¿Qué estabas haciendo en el baño? Pensaba que el váter te había tragado o algo.

-Lo siento Amy, estaba haciendo una cosa.- Respondió Steven, sintiendo mariposas en el estómago al recordar lo que había pasado.

Amy arqueó una ceja por un par de segundos, pero luego se le encendió la bombilla.

-¡NO JODAS! ¿Te estabas enrollando con el punketa ese? Eh...¿Cómo se llamaba?

-Tucker...- Dijo estirando el cuello a ver si le veía.

- Vaya vaya, con Steven- Dijo Amy con una sonrisa en su rostro. -Cuéntame, ¿Besa bien?

- Si, pero, se fue del baño nada más terminar...¿Qué quiere decir eso?

- No se tío, yo soy bollo. Pero puede que no le gustes o algo, yo que sé, habla con él al final del día o algo.

-Eso intentaré...

El día transcurrió de manera incómoda, tanto para uno como para otro. No paraban de lanzarse miradas para luego no hacer nada más, esperar a que el otro mirara sólo para apartar los ojos en silencio.

Nada más tocar el timbre de salida de clases, Tucker salió rápidamente. Steven le visualizó y le siguió. Tras un rato yendo tras de él, Steven llegó a Tucker le llamó.

-Tucker... ¿Por qué te fuiste sin decir nada?- Preguntó Steven con una expresión apenada.

-Es mejor- Suspiró desviando sus ojos al suelo- es mejor que no lo volvamos a hacer.

Tras decir eso, Tucker siguió su camino. Steven se sobresaltó.

-Pero...¿Por qué? Creí que habías dicho que me querías...

Tucker se paró en seco y se giró para ver a Steven. Se le veía triste. Respiró profundamente.

-Escucha, Steve, me gustas. Te quiero. Pero...- Tucker volvió a suspirar y miró el asfalto.-Tengo miedo. Estamos en el siglo 20 y eso, pero la gente... Sigue siendo una mierda, a saber lo que nos harían si nos vieran juntos.

Steven le miró a los ojos y sin pensarlo, le abrazó, apoyando la cabeza en su pecho.

-Me la suda lo que diga la gente.- Dijo Steven, y le abrazó más fuerte.

Tucker, con la cara muy sonrojada, se separó de Steven, le agarró de la muñeca y se lo llevó a un callejón escondido. Con nervios, puso la mano que tenía agarrada de Steven en su cintura y le besó, como si el mundo se acabara mañana.

Separándose lentamente, Tucker susurró:

-Prométeme que nadie nos descubrirá.

- Te lo prometo.- Respondió él con el mismo tono susurrante, mientras le acariciaba la mejilla con delicadeza a Tucker.

-Tengo que ir a buscar al colegio a Melanie, estoy tardando demasiado.- Dijo Tucker mientras se iba yendo del callejón.

Tucker no dio ni tiempo para hablar a Steven, se fue rápidamente, sin decir nada más.

-¡Espera!- Steven salió tras él, pero al salir del callejón, el ya se había ido.

  ***  

Tucker estaba en la cocina, haciendo el almuerzo para Melanie. Sus padres no estaban, el no tenía ni idea de a dónde habrían ido. Puso a hervir un poco de pescado y fue a avisar a su hermanita.

Ella estaba sentada en su cama, desabrochándose los zapatos.

-Mel, ven y ayúdame a preparar la mesa.

Melanie fue corriendo a ayudar. Mientras Melanie colocaba un vaso, unas llaves se oyeron tras la puerta.  Tucker supo de inmediato lo que aquello significaba.

-Melanie, vete a tu cuarto ahora mismo.- Acto seguido, Melanie obedeció.

La puerta se abrió. Mostrando tras ella a Chloe, la madre de Tucker embutida en un vestido rojo excesivamente corto y unos tacones enormes. Se tambaleaba y tenía varios moratones. Segundos después, entró Roy, su padre, con la camisa abierta hasta el pecho y los nudillos rojos. Roy ordenó a su hijo que le hiciera un Ron con soda. Tucker no tenía de otra, así que lo hizo. Cuando se lo fue a dar a su padre, él le agarró de la muñeca.

-Me han dicho que te han visto abrazando a un chico hace unas horas.

El corazón de Tucker se aceleró.

-Es... Es un amigo de clase. Estaba muy triste y...

Sus excusas fueron silenciadas por su padre al agarrarle más de la muñeca y acercándole a su cara, teniendo que oler su aliento a ron y tabaco Camel.

-Como me entere de que seas maricón, vas a acabar a 30 metros bajo tierra.- Dijo su padre con asco. -Ahora vete, no quiero verte por aquí hasta la noche.

                                                 ***

Tucker dejó a Melanie en casa de una amiga y llamó a la casa de Steven desde una cabina telefónica. Pero para su sorpresa, respondió una voz de niña.

-¿Quién es?

-Eh, hola peque...¿Es la casa de los Fisher?

-Si...

-¿Está Steven?

-Si...

-¿Me lo pasas por favor?

Se oyó a la niña llamando a gritos a Steven, un grito en respuesta y unos pasos.

-¿Diga?

Reconocería esa voz tan melodiosa en cualquier lado. Sólo con oírle sintió mariposas.

-Ey... Hola Steve... Eh... ¿Estás ocupado? 

Las palabras no sirven para describir lo que Steven sintió al oír la profunda voz de Tucker.

-¡Tucker! Eh, no, no estoy ocupado... ¿Pasa algo?

-No, nada... Solo quería saber si querías que nos viéramos hoy.

Steven sintió una pequeña hormiguita de nerviosismo en su pecho.

-Cla...¡Claro! ¿Por qué no vienes a casa y estamos un rato juntos?

 Tras ser dada la dirección, Tucker emprendió con nerviosismo la corta ruta que le esperaba.


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⏰ Última actualización: Nov 15, 2023 ⏰

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