CAPÍTULO 10

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2 meses después, en Noviembre,  ya casi en verano, Steven  y Jessica estaban de camino a clase, cuando el joven se paró en seco.

-Steven, ¿qué haces?- Preguntó Jessica

Steven se quedó mirando un callejón, por el cual caminaban Melanie y Tucker, cogidos de la mano.

-Vete yendo tú, ahora me adelanto

Ella se encogió de hombros y siguió su camino.

Tucker tenía a Steven cada vez más embobado. Ese esbozo de enamoramiento que empezó a sentir en septiembre, ya era un cuadro completo. Estaba totalmente enamorado de él.

Tucker sentía una mirada clavada en él. Levantó la vista y ahí estaba Steven, observándolo. 

-Anda, hola Steve- saludó Tucker cuando estaban lo suficientemente cerca para no ponerse a gritar en medio de la calle.

-H-Hola...-Titubeó Steven, agarrándose la muñeca derecha con nerviosismo.

-No sabía que vivieras por aquí

-¡Ah, sí! De hecho, vivo bastante cerca...

Steven estaba hablando, pero Tucker no estaba escuchando, estaba observando los ojos azules de Steven, nunca se había fijado en lo bellos que eran. Tenían un tono que le fascinaba, parecía que el cielo vivía en sus ojos. "¿Qué es esto que siento? No puedo enamorarme de él, es un chico... Eso no estaría bien. Pero..."

-Tucker, ¿me estás escuchando?- La suave voz de Steven le sacó de sus pensamientos.

-Eh... S-sí, claro.

-¿Entonces, te parece bien?

-Eh...¿El qué?

Steven se rio ligeramente.

-Que si te parece bien que te acompañe a llevar a Melanie al colegio.

-Ah, si, sin problema- Respondió Tucker con una ligera sonrisa.

Todo el camino hasta el colegio se lo pasaron hablando de la nueva película que acababa de salir al cine hacía una semana, Alien Resurrection. Tucker era un gran fan de Alien, era su segunda película favorita (la primera era Pulp Fiction).

Tardaron unos 15 minutos en llegar al colegio en el que estudiaba Melanie.

-¡Adiós, Tucker!

-Adiós, pórtate bien, ¿eh, renacuaja?

Tucker se agachó hasta estar a la altura de su hermana y ella le dio un beso en la mejilla.

Los dos chicos retomaron su camino hacia el instituto.  

-La quieres, ¿verdad?

Tucker miró al frente.

-Muchísimo, Melanie es el motor de mi vida. No se que sería de mi sin ella...

Steven  levantó la vista, Tucker sonreía completamente. Notó calor en su cara.

Caminaron en silencio hasta su destino.

Al llegar a clase, había mucho más alboroto de lo normal. Tucker y Steven se miraron con confusión. 

El profesor Barret apareció por la puerta con su energía habitual.

-¡A ver, a ver chicos! Sentaos... Muchos ya lo sabrán, pero para los que no, tenemos una compañera nueva. ¿Puedes venir y presentarte delante de todos?

Una chica de actitud chulesca se puso en frente de toda la clase. Tenía el pelo oscuro a la altura de la mandíbula, menos dos mechones a los lados de su cara, teñidos de rubio, que eran poco más largos. Llevaba una camiseta de los Lakers que le llegaba casi a las rodillas y unos pantalones muy bajos que hacían que casi no se vieran sus zapatos. 

Analizó a toda la clase con sus ojos color miel.

-Bueno, pues soy Amy Corden, tengo...15 años...Me gusta el baloncesto y el rap...Y bueno eso.

Tras su escueto discurso, se fue a su sitio, que era al lado de Steven.

Amy alargó su cuello hasta estar cerca de su compañero.

-Hola, tío.

Steven se sobresaltó.

-H-Hola...

-Amy- Dijo la chica tendiéndole la mano.

-S...Steven...- Steven tomó la mano de Amy, con intención de estrecharla.

-Pero, ¿Qué haces, chaval? 

Amy soltó la mano de Steven e hizo un típico choque entre amigos, como si se conocieran de siempre.

Steven se sorprendió bastante.

Amy sonrió a su nuevo amigo mientras volvía a colocarse en su mesa, con una postura que podría ser perfectamente la pose de un rapero en una portada en un cd.

Mientras esta relación se iniciaba, Tucker los miraban con cierta melancolía. "¿Está perdiendo el interés en mí?"

Al tocar el timbre del recreo, Sienna se acercó a Tucker.

-Parece que tu amigo se ha cansado de ti, ¿no? No me sorprende...- Le dijo ella.

Soltó una risita burlona mientras se iba, ondeando su lisa melena rubia y dejando a su paso una nube de empalagoso perfume.

Tucker la observó con desprecio, se levantó y fue a realizar su rutinario deambular por el instituto.

Con las manos en los bolsillos y mirando al suelo, empezó a caminar al baño. 

Al llegar, Tucker rebuscó en su sudadera hasta sacar un mechero y se sacó un porro de la oreja que le tapaba el pelo. Le dio una calada mientras se apoyaba en el lavabo.

Con la última calada, y Tucker un poco colocado la puerta se abrió y se atragantó con el humo.

-¡Steven! ¡Joder toca la puerta!- Exclamó mientras tiraba el porro a un váter.

Steven se sobresaltó y la cara se le puso roja como un tomate.

-¡Perdón, lo siento!

Steven miró a Tucker a los ojos.

-Estás colocado, hueles a marihuana.

Tucker tosió y con los los entrecerrados, dijo:

-Puede ser.- y se rió

-Joder Tuck, fumas demasiado, ¡te jodes el cuerpo!

-¿Qué mas te da?

Steven enrojeció ligeramente de la ira.

-¡Por que me preocupo por ti y te quiero!

Tras decir eso, Steven se calló muy rápidamente y miró al suelo. ¿Acababa de decir eso?

NobodyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora