Hola Mona, Digo Lola.© #Wattys2019

27.

Esta es esa parte de mi vida a la que llamo arrepentimiento. Ese momento en el que pienso: "¡Vergación ¿Qué carajos hice?! Si, me arrepiento de haberme tirado a Amelia, no me vean como un mal tipo, solo fue un momento de furia y debilidad, además estaba pasado de tragos, a cualquier persona le pudo haber pasado. ¿O no?

Luego de espavilar el sueño y maldecir por lo bajo varias veces lamentándome por lo que hice me di cuenta de que Amelia no estaba en la habitación en es momento. Me moví de mi posición en la cama y abrí suavemente la puerta del baño, efectivamente allí estaba ella a punto de tomar una ducha, así que con la mayor precaución que pude emplear en ese instante tomé mis cosas y me largué sin que ella se diese cuenta. Se que es algo un poco bajo y cobarde no enfrentarla, pero tengo cosas mucho mas importantes que pasarmela con ella ¿Qué cosas son esas? Pues pensar que diablos iba a hacer para que Lola hable conmigo después de como la traté.

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Estaba unos cuantos centímetros de la puerta de mi casa, a punto de girar el picaporte cuando de repente esta se abre no pasaron cinco segundos para que apareciera frente a mi la persona que menos pense que vería en ese momento.

Allí estaba ella tan hermosa y radiante como siempre. Era mi Lola, traía su hermoso cabello con unos rizos perfectamente definidos y un corto vestido que se le señía al cuerpo de manera abrazadora. Pero...
¿Ella qie hacía allí?  En su rostro pude ver la confusión que le acompañaba al verme llegar a esa hora y con la facha de recién levantado que traía.

—Jo... Jordan — soltó tartamudeante — ¿Donde demonios estabas? ¿Cómo es eso de que no llegaste a dormir anoche?  Tu madre está con el alma pendiendo de un hilo, te ha llamado un centenar de veces, me llamó porque creyó que quizás te quedaste conmigo, y me preocupó muchísimo escucharla decir eso — dijo tomando una pausa para respirar y luego seguir hablando — Pensé que te había pasado algo, vine para tranquilizar un poco a tu mamá pero tuve que salir a tomar aire porque la preocupación en cualquier momento podría ser que me desmayara, me he cansado de llamar a los chicos, incluso he tenido que contactar con personas que nunca he pensado en dirigirles la palabra simplemente para tratar de localizarte y tú muy feliz y campante llegas con esa fachada de quién sabe a dónde. ¿Para qué diablos tienes un celular? — cuando dijo eso llevé mis manos a mis bolsillos inmediatamente, pero mi celular no estaba en ninguno de ellos — ¿Dónde carajos estab...? — no terminó la oración porque se quedó mirando fija y atentamente por encima de mi hombro.

—Hey Jordan, dejaste tu móvil en mi casa — dijo una irritante voz detrás de mí — Ten — articuló ofreciéndome el móvil.

Apreté fuertemente mi mandíbula y luego mis puños ambos lados de mi cuerpo ¿Cómo diablo se atrevía a decir eso? hija de puta ¿Qué acaso no sabía el gran problema que acababa de crear?

Lola se quedó paralizada cuando escucho lo que acaba de decir.

—Ah, hola Fabiola, buenos días — dijo Amelia descaradamente — Toma — dijo pasándole el celular a mi novia ya que me atreví a sostenerlo.

Lola tomó el celular de manera mecánica mirándolo directamente sin esbozar ninguna palabra o articular cualquier movimiento, de sus ojos salieron dos únicas lágrimas a la par las cuales a se deslizaron en conjunto por su rostro. Unos segundos después con su carita bañada en lágrimas levantó la mirada y me vio fijamente a los ojos, en su cara había una clara y enorme decepción. Con su mano derecha me pasó el celular aún sin decir palabra alguna, y luego simplemente empezó a caminar en dirección a la acera.

—Lola, mi amor, espera, puedo explicar — expresé, pero no detuvo su caminar.

Amelia colocó su mano sobre mi hombro y me miró como si no estuviera pasando nada. Inmediatamente aparté  su mano de mí y corrí hacia Lola. Cuando llegué hasta ella la abracé por detrás apretando sus brazos para poder detenerla.

—Lola, no te vallas por favor mi vida, déjame hablar contigo, permíteme darte una explicación.

—¿Darme una explicación? ¿Qué es lo que vas a explicarme Jordan? ¿Que fuiste pasar la noche en la casa de una chica que no quiere saber nada de mi y que obviamente está obsesionada contigo? ¿Qué decidiste ir a buscar el calor de sus brazos sin importarte un momento que me destrozarías? ¿Que después de haberme pisoteado como una mierda con todo lo que me dijiste el día de ayer en lugar de ir a buscarme para hablar conmigo y por lo menos disculparte y así resolver las cosas decidiste ir a revolcarte con esta desvergonzada? ¿O el hecho de que soy una estúpida por no haberme dado cuenta antes? — dijo en un tono más débil — y yo todavía preocupándome por ti — su voz se rompió al terminar de decir eso último.

Al escuchar eso mi corazón dolía con cada palabra.

—Esto se acabó Jordan — esas palabras cayeron sobre mí como un balde de agua fría.

En lugar de soltarla apreté más mi agarre pegando mi cabeza de su espalda. No la quería dejar ir, quería aferrarme a ella con toda la fuerza que tenía.

—Suéltame por favor Jordan. Si todavía te queda algo de aprecio por mí, hazlo por qué amor dudo que haya algo de eso en tu corazón después de lo que hiciste sin pensar en el daño que me harías. Al escuchar eso sentí como mi corazón se caía a pedazos y decidí soltar la para no dañar la más.

Llevó sus manos a la altura de su cuello y luego de unos instantes cogió una de mis manos y colocó en ella el collar de medio corazón que compartíamos, cerró mi mano y simplemente se dio la vuelta para después marcharse de allí
Al verla alejarse sentí como mi mundo se venía abajo en tan sólo un segundo por no haber pensado antes de hacer la estupidez tan grande que había hecho.