Ella vivía despreocupada sin importarle nada con esa carismática sonrisa que la caracterizaba o eso aparentaba a todos.
Él vivía entre las sombras de las sonrisa de esa hermosa chica callando el remolino de sensaciones que sentía cada vez que la veí...
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Después de la escuela llegué súper agotada a casa en compañía de mi novio quién se despidió de mí en la puerta para dirigirse a su casa.
Por el momento estaba todo muy bien o eso era lo que yo pensaba hasta que...
Inmediatamente llegué a casa entré a la cocina y saludé a mis padres con un enorme abrazo los cuales me recibieron pero no de la misma manera, lo que me pareció demasiado extraño. Ambos se miraron y asintieron cosa que me pareció muy raro luego se tomaron un par de segundos, tomaron aire y dijeron al unísono:
—Lola Tenemos que hablar contigo. — eso no sonaba nada viniendo de los dos.
—¿Qué pasa mamá? ¿Papá? — Las dos personas enfrente de mí o volvieron a mirarse a la cara y eso me preocupó, así que solté: — ¿No se van a divorciar verdad? Por favor díganme qué no — dije con las lágrimas cristalizando mis ojos.
Ambos adquirieron una expresión muy preocupada por mi reacción y dijeron :
—No hija no es eso.
—No es eso hija es que... ¿Carolyn se lo dices tú o yo? — preguntó mi padre mirando a mi mamá.
—Díselo tú Daniel.
—Bueno linda ya sabes que en una semana terminas el Instituto y tu madre y yo haremos un viaje hacia los Ángeles, así que no queremos dejarte sola. Queremos que nos acompañes Y ya sí también te inscribimos en una buena universidad. No te habíamos dicho antes porque queremos que disfrutaras tu cumpleaños el día de mañana, pero lamentablemente teníamos que decírtelo
¡Mierda! lo había olvidado, mañana es mi cumpleaños.
—Oh, ¿Es por eso que estaban tan serios? No hay problema, iré con ustedes.
—No, no es por eso hija.
—¿Ah no? — aquí viene de nuevo la preocupación. —¿Por que entonces?
— Es que después de ese viaje tendremos que mudarnos a Los Ángeles. Tu papá consiguió un mejor trabajo en esa ciudad con una mejor paga y vivienda, así que tendremos que irnos de Mirnoff. Lo siento mucho hija, se que aquí es donde creciste y donde están tus amigos y todo lo que has vivido con ellos, pero lamentablemente no hay otra opción. Tu padre no puede estar viajando miles de kilómetros a diario para volver a casa y si él no acepta ese trabajo en esa ciudad lo despedirán. Así que no está a discusión. Te daremos un mes para que puedas disfrutar con tus amigos y después vendrás con nosotros a Los Ángeles.
