22.

48 16 0
                                    

************************************

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

************************************

-¿Qué pasa si se olvidan de nosotros? ¿Qué va a pasar si se olvidan de nuestra existencia? ¿Qué pasa si se nos agota el aire y morimos por una intoxicación de dióxido de carbono?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

-¿Qué pasa si se olvidan de nosotros? ¿Qué va a pasar si se olvidan de nuestra existencia? ¿Qué pasa si se nos agota el aire y morimos por una intoxicación de dióxido de carbono?

Ese chico ya me tenía harta, lo prefería mejor cuando ni siquiera se movía.

-¿Qué pasará si...?

-¡Ya cállate!- grité ya hastiada por su parloteo, pero fue como si no hubiera dicho nada y siguió hablando como loco.

Me levanté de la esquina en la que me encontraba sentada y me dirigí hacia él antes de que me volviera la cabeza una mierda por tanto hablado.

Lo tome por los hombros para que se detuviera y le pegué dos cachetadas.

-¡Cálmate! - exclamé.

Cualquier persona que me viera en esas circunstancias hubiera dicho que yo estaba muy tranquila y que arreglaría todo, que calmaría a ese chico. Pero no, ¿Qué hice? ya verán.

-¿No ves que nos vamos a morir? nadie vendrá por nosotros, ni siquiera han notado que no estamos - dijo él entrando en pánico más preocupado que antes.

-¿Cómo te llamas? - pregunté.

-Daniel.

-Daniel déjame decirte que nada va a estar bien ¿Me entiendes? vamos a morir aquí ¿Comprendes? moriremos como salchichas en el microondas Daniel, pero tranquilízate. - Yo lo dije como si eso fuera lo más normal del mundo. Lo que pasa es que en ese momento no estaba pensando con claridad y estaba más asustada que el mismo Daniel.

Ambos empezamos a gritar como locos, incluso nos abrazamos como si de verdad nos conociéramos.

-¡Oigan! - gritó una voz masculina.

-Oigan, aquí arriba - repitió la misma voz grave fuerte de antes qué provenía de la parte superior del elevador. Así que dirigimos la vista allí a donde una pequeña escala que no sé cómo diablos lo vimos antes.- Yo puedo ayudarlos, bueno puedo ayudar sólo a uno de ustedes para que el otro vaya por ayuda ya que me tengo que ir, así que elijan cual saldrá.

Hola Mona, Digo Lola.© #Wattys2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora