"2 alfas para uno" vmin/kookmin

Cap:16

Los ancianos solían contar que el día que la Luna nació, también nacieron 4 almas, 2 enamoradas de una misma y una que con el tiempo cayo ante la Diosa. El amor entre estos 2 seres era imposible, nadie lo aprobaba, al punto que mandaron a retirar a sus guardianes, excusándose que ella tenía que madurar.

¿Qué te parece si te la cuento desde un principio?

Todo da inicio en la creación del espacio, de los planetas, constelaciones y todo lo que conocemos hoy en día, por otro lado los Dioses reyes decidieron crear descendencia y que estos se encargaran de crear vida. Primero se hizo al Dios del Destino, luego el Dios de la Vida, seguido de la Diosa de la Luz y la Oscuridad, El Dios del hilo rojo, La Diosa de los Elementos, entre muchos más.

La descendencia de estos llego, Dioses de tercera generación, entre ellos la Diosa Luna, creadora del mar, vampiros y por supuesto los lobos, ¿Qué tal si te digo que esas creaciones no solo fueron hechas por ella?. 

Como regalo de nacimiento, recibió 2 semi-Dioses y 2 guardianes, todos encargados de cuidarla y aconsejarla, ayudándola en todo momento.

La Diosa creció junto a sus guardianes, llevándose bien con cada uno, pero, especialmente con (el/la) semi-Dios T/N, era su mejor amigx, siempre juntxs y con el tiempo desarrollaron un amor, tan puro y perfecto, lleno de vida, el cual puso celosos a todos a su alrededor.

Una mañana, al terminar de esconderse y darle paso al Sol, fue citada por los Dioses Reyes. Los nervios la mataban, sentía que devolvería, pues nadie de su generación había tenido el honor de presentarse ante uno. Con el miedo a flor de piel toco la puerta, respirando fuertemente y al recibir el pase, lentamente se abrió paso entre las grandes puertas, 5 veces más grandes que ella.

-Bienvenida pequeña Luna, que gusto tenerte aquí.

La pequeña Diosa estaba sorprendida, la belleza de esos seres tan poderosos era impresionante, pero, lo más genial fue su altura, el tamaño y brillo que tenían le dejaban la boca hasta el suelo.

-Mis Dioses -Con torpeza se postro en el suelo, haciendo una reverencia- El gusto es mío... ¿En que puedo servirles?

La Diosa mayor extendió su mano, pidiéndole subir en ella, a lo que hizo caso, tanteando el lugar, no sin antes retirar sus bellas ballerinas, descubriendo sus azulados pies. La vergüenza hizo que sus mejillas pasaran a un morado bastante notable.

-No te avergüences niña, estas aquí por algo que nos esta incomodando... a todos

La Luna asintió algo confundida, pues, hasta ahora ninguno de sus guardianes había dicho algo.

-¿Podría decirme de que se trata?, no logro comprender

Los Dioses se miraron con seriedad, que instantáneamente la Diosa reina cambio, sonriendo con "ternura", aunque en realidad transmitiera frialdad.

-Uno de tus guardianes ha tenido sentimientos más allá de lo permitido y pensabamos... No sé... ¿Corregirlx? -Dijo con tranquilidad- Es lo correcto, un guardián y una Diosa, suena tan... Estúpido

-Concuerdo

La pequeña tembló y si antes estaba sonrojada, ahora se encontraba de un tono azul pálido.

-Yo... si me lo permiten, no me molesta, ni me averguenza... no creo que necesite ser corregidx -Trato de sonreír -Solo, hablare con T/N.

-T/N... ¿La/Lo llamas por su nombre?, es un(a) sirviente, no tu amigx, ni tu amante -Soltó con rabia la gran mujer- ¡Serán separados!, ¡Inmediatamente!, ¡Guardias!,¡Guardias! -Ladro con total irritación

-No, mi señora, esta malentendiendo todo, hay confianza entre los 4, no solo es con T/.... -No pudo ni terminar de mencionarlx cuando recibió un empujón- Se...Diosa...