Jimsung apenas si podía mantenerse despierto, ni el hecho de que los Dioses le estuvieran "curando" ayudaba, su cuerpo estaba demasiado débil y su garganta no paraba de palpitar dolorosamente, casi podía asegurar que ya no tenía voz. El latir de su corazón era demasiado lento para su gusto... ser mitad Dios no parecía tener beneficio alguno, pues las espadas anularon cualquier poder sobrenatural, transformándolo en un simple humano.-Niño, necesitamos tu ayuda
Las ganas de reír se apoderaron de él, más lo único que pudo sacar fue un quejido cortado por la hinchazón de sus cuerdas vocales.
-¿Enserio trataste de reirte?, esto no es un juego, aunque no quiera... -soltó un suspiro, susurrando entre dientes- Necesitamos tu ayuda.
El chico cerró los ojos, tratando de captar la magia que corría por sus venas, fallando completamente, ni siquiera sentía la pesadez de la muerte, aunque comenzaba a creer que no le faltaba mucho para que se lo llevara.
Las voces a su alrededor se volvían lejanas, siendo reemplazadas por recuerdos cortos, sonrisas y besos, proyectados como imágenes completamente claras. Su corazón se fue apagando, dejando de latir, aun cuando la calidez inundó sus sentidos.
-Ni...niño, no puede ser.
No se esforzó por mantenerse despierto o moverse, solo se dejo ir en el vacío del olvido y descanso, despidiéndose.
-¡JIMSUNG!
Destino gritaba, tratando de abrirse paso entre sus hermanos, quedando frente a sus creadores.
"Aveces el amor te condena, pero, cuando amas de verdad, simplemente lo volverías a repetir por sentir un poco más esa sensación tan bella, ¿no?. Es gracioso, estoy muriendo, cuando se supone que nací para ser inmortal y cuidar de mi pequeña familia, se supone que un día viviría tranquilo junto con ellos... ahora solo me queda volver a comenzar."
"Luchare, algún día regresare... lo prometo"
Y como el fuego en la punta de la vela, su vida se extinguió, dejándolo descansar temporalmente.
-NO, JIM, JIM -Gritaba desesperado, buscando algún rastro de vida- por favor... abre tus ojos.
Con sus grandes manos tomó al chico, acunandolo contra su cuerpo, buscando el lazo mágico que compartía con sus destiandos.
-Cálmate hombre - Hablo Madam Marte, una pequeña Diosa altanera de la tercera generación- Dales otro.
Tras ella 2 Dioses se miraban dolidos, sintiendo la muerte, pero sobretodo, sintiendo como un amor tan puro en el que ellos habían contribuido se había venido abajo.
Destino camino hacia los dos, extendiendo al chico ante sus ojos- Dios de la vida y Dios del amor... ellos ya saben, lo sintieron, ¿verdad?.- su voz era desesperada y rota, pues no solo perdido a un amigo, perdió a un hijo. Como respuesta optaron por bajar la cabeza- Yo me encargaré de dar la noticia, solo... no permitan que vaya a algo peor.
Un portal se abrió frente a sus ojos, moviendo las hebras de sus cabellos rosas. Entró en él, saliendo por otro igual, este llevándolo al castillo Lunar. Lo primero que vio no fue gratificante, de hecho fue escalofriante.
Luna mantenía encerrados a su guardianes menores y con ayuda de T/N fortalecía la capa de la burbuja mágica. Los chicos golpeaban con fuerza, quebrantando todo lo que podían. Tenían la necesidad de salir y buscar el cuerpo de su príncipe y luchar contra los culpables, aunque también fallecieran en el intento.
La presencia de destino alertó a todos, especialmente a los menores, quienes con todo su poder destruyeron la celda, cayendo contra el suelo. Estaban cegados, no solo de miedo y dolor, también de ira.
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"2 alfas para uno" vmin/kookmin
FantasyJimin deseaba ser alfa, tener a su omega para cuidarlo y amarlo. Jeon y Kim querían a Jimin como su propio omega y su mejor forma de atraer la atención era molestando y burlándose de él. Por poder de la Luna estos se unen de una manera para nada c...