"2 alfas para uno" vmin/kookmin

Cap: 19

La lluvia arremetía contra la gente ahí, mojándola completamente,y para hacer el ambiente aún más pesado, lo único que se escuchaba era el lamento de varios cachorros y jóvenes con la suficiente edad para comprender lo que pasaba.

Nadie levantaba la mirada, solo observaban con tristeza el lodo bajo ellos, manchando sus pies.

El paisaje era triste, las tumbas llenas de flores, siendo golpeadas por el diluvio de tristeza que la Diosa estaba mandando, en nombre de el dolor que ella misma sentía.

-Por favor, vayan con sus difuntos, despidanse.

Jimin levantó la mirada, escuchando al viejo consejero de su madre.

Su mirada se dirigió a un tumba en especifico, comenzó a caminar, viendo lo solitaria que se veía sin nada decorandola. Con cuidado se acomodo frente a ella y con un dedo delineando las lechas, soltando una pequeña risita.

-Madre... Soyeon, ¿al fin descansas en paz?

Su mirada se dirigió a un lado, viendo ahora las flores algo marchitas de la otro lápida. Con cuidado tomó una, poniéndola en la de su madre, uniendo de alguna forma sus almas, pues en su mundo, las flores eran las encargadas de guiar el alma de un muerto... tal vez así podría reencontrarse, ¿No?.

-A pesar de todo, deseo que puedas ser feliz con ella, que la encuentres y la ames como nunca amaste a nadie, espero que la Diosa Luna te perdone, madre... ve con calma, que mi perdon ya lo tienes.

Jeon abrazaba a sus padres, sintiéndose aliviado de alguna forma, pues, gracias al cielo, su familia se mantuvo completa, aunque no podía decir lo mismo de los demás.

Taehyung solo guardaba silencio, sintiéndose un poco más calmado al despedirse de su madre, ella sí había sufrido la muerte, llevándose con ella a una de sus crías y aunque ya no estuviera, se sentían en paz, ninguno deseaba guardar rencor, aunque al principio el hermano mayor de los Kim se encerraba días enteros en su cuarto, hasta que Hoseok decidió interferir, ayudado a su novio a salir de su dolor.

Los Kim y Jeon se mantenían cerca, esperando que el líder se levantara para retirarse.

-Tae, Kook, ¿por que no van con su lindo chico?... los 3 se necesitan ahora, especialmente ahora que.... está solo.

kook asintió, tomando a Taehyung de la mano, jalandolo con cuidado de no lastimarlo

-Vamos - ambos caminaron, sintiendo muchos aromas amargos a su alrededor.

-A veces la vida nos prepara para algo que creíamos nunca tener que vivir, ¿No? -Jimin volteo, sonriendo con tristeza- Siento que lo perdí todo, me siento solo, roto y destrozado y aun así no puedo guardar rencor u odio, no puedo repudiar a Yoongi o a mi Madre, no puedo llorar, no porque no duele, simplemente no puedo, trato y trato de sacar todo lo que siento y me es imposible -Los 2 se acercaron, abrazandolo- ¿Que me pasa?, mi pueblo sufre y yo no puedo ni llorar.

-No, no, no, no, no, amor... eso no te hace mal líder, tal vez... -Los ojos de Jimin soltaban lagrimas- Solo te faltaba salir de ese bloqueo emocional... llora príncipe

-Tranquilo Jiminnie, todo está bien... Nadie te culpa... mira.

El peliplata levantó la mirada, observando como lo que quedaba del pueblo lo observaba, todos incados en su lugar. El consejero mayor se acercó, extendiendo su huesuda mano a él, esperando que este la tomara y cuando por fin lo hizo, comenzó a caminar, saliendo del gran cementerio, guiandolo al bosque, hasta lo más profundo de él y tras ellos, la gente los seguía, comenzando a cantar.

-Hace generaciones que esto no se hace, ni con tu bisabuelo, tu abuelo o con tu madre... es un canto especial.

El hombre comenzó a cantar, en un idioma que nadie conocía, el idioma de los primeros hombres en la tierra.

-Que la luna te bendiga, porque hoy... no por herencia, ni por orden de nadie, si no, que el mismo pueblo te elige como su líder alfa... Así sea

-¡Así sea!-

Gritaron todos.

Jimin se posó sobre una piedra frente a la cascada, viendo el brillo cristalino que el líquido tenia, sabiendo que lo siguiente sería saltar, para ser completamente bendecido por los dioses.

"Que así sea Jimin"

-Que así sea Jimsung- susurro