2

676 115 6
                                        


Narra Hoseok

Cuando llego a casa no hay nadie como siempre. Mamá debe estar aún en sus clases de literatura en la universidad y papá debe estar en el jardín de infantes despidiéndose de sus pequeños alumnos. Mi vida es un poco loca porque tengo a dos padres como maestros y son muy distintos. Mi madre es estricta porque sus alumnos son universitarios como yo, y mi padre es un terroncito de azúcar. Ellos rompen cualquier estereotipo que deben cumplir según la sociedad. Padre fuerte y estricto que pone orden en la casa y madre dulce y comprensiva que defiende a sus hijos de su padre gruñón.

Son todo lo contrario, mamá es la que nos castigaba a mis hermanos y a mí y papá quien abogaba por nosotros y nos mimaba mucho porque ama a los bebés y los niños. Y es por eso que somos cuatro hijos y una niña en camino. Eso es lo que nos tiene locos a nosotros. Mamá estaba embarazada de nuevo.

Y aunque tiene ya sus años eso no le impidió querer otro bebé, papá estaba hecho miel desde que se enteró que habría un bebé de nuevo, y va a ser muy raro tener una criatura en casa, al menos para mí que sigo viviendo con mis padres. Mis hermanos y hermana ya viven en sus propios departamentos de solteros.

Nunca pensamos que ella quedaría embarazada porque papá quería un bebé. No luego de que han pasado veinte años. Muy bien y esa niña podría ser mi propia hija o mi sobrina. En tres meses ella podrá conocer este mundo loco y a su loca familia.

Yo admiro mucho a mamá porque ella tuvo a mi hermana mayor a los dieciséis años y no dejó que eso la derrumbara. No dejó la escuela y junto con el poco apoyo que le dio mi abuela pudo seguir estudiando sin hacer caso a los malos comentarios de las que fueron alguna vez sus amigas. Luego de dos años tuvo a mis hermanos gemelos y estuvieron muy felices porque ambos lo quisieron así. Luego de siete años me tuvieron a mí y ahora luego de veinte años van a tener a mi hermana.

Mi madre al igual que mi padre tiene cuarenta y cinco años y está muy emocionada de tener otra niña. Y aunque debe tener más cuidado que nunca ella siguió dando clases en su universidad y lo sigue haciendo. Y lo que le facilita mucho las cosas es que el vientre de ella casi ni se nota, no parece que está embarazada, y tiene mayor movilidad y menos incomodidad.

Fue por mi madre que todos amamos los libros. Ella es licenciada de literatura y yo estoy siguiendo la misma carrera, pero no para dar clases, si no para luego ir a trabajar en una editorial y luego escribir mis propios libros. Toda mi familia conoce a RM y somos fans de él, ellos saben sobre mi amor profundo hacia sus trabajos y sobre mi "pequeña" obsesión.

Los culpables de que hasta ahora siga siendo un puritano son mis hermanos mayores. Esos tres se comportaron como perros durante toda mi adolescencia y no me dejaron salir con nadie, los odio por eso. Por su culpa no pude nunca saber sobre el amor de colegio ni experimentar mi sexualidad. Según ellos yo era demasiado tierno y bonito como para dejar que alguien malvada me hiciera daño.

Por eso tuve que recurrir a los libros eróticos, ya que nunca el porno me gustó porque era muy sucio y sin forma, empecé a leer más sobre el sexo y lo que te hacía sentir. A mis quince años conocí a RM porque se puso de moda con su libro de debut. Cuando me compré aquel libro supe que estaba en el cielo. Fue lo más placentero que leí en mi corta vida y por primera vez tuve una erección solo al leer.

Leí muchos libros de otros autores pero nunca me provocaron algo como eso, sí, me sentía con calor y sudaba un poco, pero nunca llegó a más. Me gané una buena regañada cuando mi papá empezó a buscar en mi mini biblioteca y encontró algunos de mis libros eróticos. Mis hermanos quisieron quitármelos, pero como ya todos habían sido leídos no lo hicieron porque no cambiaría nada.

Y ahora con mis veinte años sigo siendo un virgen que desea tener sexo con alguien que sea como Eunseok. Y aunque mis hermanos ya vivan en sus departamentos de solteros no quita que me sigan cuidando como si fuera una "mujer" en las antiguas épocas. Pero los tres están muy equivocados, ni soy mujer ni vivimos en esa época de mierda y ya tengo veinte y estoy en la universidad.

Mi hermana es quien más control quiere tener sobre mi vida, porque desde el día en el que me declaré gay ante mi familia me cuidaron más porque tenía más riesgo de salir herido y yo era su pequeño hermanito tierno. Al diablo con eso, los odio. Gracias a ellos no puedo contar experiencias sobre amoríos en mi adolescencia. Ya quiero conocer a mi chico indicado para poder hacer lo que tanto tiempo he querido hacer. Tener el mejor sexo de mi vida.

HÍMERO [NAMSEOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora