HÍMERO [NAMSEOK]

8

La mujer estaba muy seria ante lo que Namjoon había dicho. Sabía que Hoseok le iba a gustar porque a quién no le podría gustar alguien como él. Era guapo, lindo, tierno, dulce, inteligente y lleno de energía.

Pero odiaba la idea de que Namjoon fuer tras Hoseok, nada bueno podría resultar de aquello porque él solo les utilizaba por un tiempo hasta obtener cierta cantidad de sucesos que podría plasmar y hacer un libro nuevo, los terminaba enamorando y luego los botaba.

-Me dijiste que no harías nada, Namjoon- la mujer le mira con seriedad. No le gustaba la idea de que él se fijara en Hoseok, era demasiado impuro para el menor.

-Te lo dije ayer, pero no sé qué hizo que hasta lo soñé y solo lo he conocido un día. Por eso te digo que si al pasar los días llega a gustarme más no me alejaré. Iré tras él.

-No me gusta para nada. No permitiré que le hagas daño, siempre buscas usarlos y luego los botas. Todos los libros que has escrito fueron a base de ello y lastimaste mucho a esas personas. No quiero lo mismo para Hoseok, es un ángel para ti y no quiero que lo corrompas.

-Fueron ellos los que buscaron sexo en mí, tampoco querían nada serio y yo acepté, no fue mi culpa que terminaran enamorándose de mí. Solo te pido que no te metas si en algún punto Hoseok llega a gustarme tanto como para ir tras él. Porque nada podrá evitar que lo seduzca, sabes que puedo hacer que cualquiera me desee.

-Vete a trabajar, no quiero tener una pelea tan temprano por la mañana- Moonbyul le miraba seria y Namjoon tenía una sonrisa. –Solo te advierto que si le llegas a lastimar no voy a ser la dulce noona de antes. Hoseok no es cualquiera para que quieras lastimarlo. ¿Entiendes?

-Claro, lo hago- Namjoon se levanta y sale de aquella oficina para ir a la suya. Solo iba a esperar unos días para comprobar si Hoseok le gustaba tanto para seducirlo y tenerlo para él y así sacar un nuevo libro. Por alguna razón estaba más emocionado de lo normal, en serio quería conocer a Hoseok de todas las maneras posibles.

(...)

Hoseok estaba en el escritorio de la oficina que le habían dado para que no esté dentro de la de Namjoon todo el tiempo. Lo agradeció porque no tendría la cabeza para concentrarse en el trabajo. No si su objetivo era conocer la verdadera personalidad de su jefe y así poder avanzar en su plan.

Hoseok tenía una lista que hizo la noche anterior con las características y gustos de Eunseok, tenía pensado en ir poniendo un visto si Namjoon coincidía con ello, era una larga lista que debía comprobar.

El menor estaba ordenando la agenda electrónica de Namjoon. Como recién se había integrado nuevamente tenía que ordenar las citas que él mismo sacó. Estaba ordenando según los papelitos de colores que hizo y no era aburrido. Hoseok se sentía muy profesional organizando algo para su jefe, se sentía como las secretarias de los doramas.

Toma un papel de color verde y lo lee. "Cena con el dueño de la editorial Beapse" –El 23 de este mes- dice para sí mismo y lo coloca en la agenda. Hoseok se dio cuenta que tenía que hacer muchas cosas y su agenda cada vez se iba llenando más. Solo tenía libre los fines de semana, pero Moonbyul le dijo que si era alguna emergencia esos días también tendrían que trabajar.

Iba a tomar otro papel cuando el teléfono de la oficina sonó. Presionó el botón verde y se escuchó una gruesa voz. –Ven a mi oficina por favor.

-En este momento, jefe- Hoseok presiona el botón rojo y se levanta enseguida. Empieza a arreglar su cabello, su traje y revisa en su pequeño espejo su cara. De su maletín saca el nuevo bálsamo que se compró y lo puso en sus labios. Enseguida sale de la oficina y gira a la derecha, camina por el corto pasillo que separaba las oficinas y cuando llega golpea la puerta.

-Entre- Hoseok toma aire y abre la puerta. Entra aparentando calma y cuando está frente al escritorio de su jefe hace una reverencia. –No seas tan formal conmigo. Solo soy tres años mayor que ti.

Hoseok deja caer su mandíbula por la sorpresa. No pensó que Namjoon fuera solo mayor por tres años. Se veía joven, pero no pensó que tendría veintitrés. Menos si era el jefe y dueño de la editorial. Le calculó unos treinta años; máximo, y solamente porque era su jefe. ¿Cómo logró a esa edad tener un editorial y verse tan sexy?

-¿No lo sabías?- Hoseok sale de sus pensamientos y cierra la boca sintiéndose avergonzado. No pudo controlar su sorpresa para nada.

-No lo sabía, lo siento. Pensé que tendría treinta porque es mi jefe, no pensé que alguien tan joven podría ser el dueño- Hoseok estaba intentando sacar información, si su jefe se la daba, estaría encantado.

-Entiendo tu sorpresa, muchos reaccionan así cuando lo saben. Y soy dueño de esta editorial por mi padre y mi esfuerzo. Me gradué a los dieciséis del colegio porque adelanté varios cursos y entré ese mismo año a la universidad para estudiar medicina. Tres años después abandoné mi carrera y luego empecé a estudiar literatura. Ahora estoy en mi último año y a punto de graduarme. Solo tengo que dar los últimos exámenes y estoy graduado. No tengo que estudiar más y me haré cargo totalmente de este lugar.

Hoseok estaba sorprendido, él había podido ingresar a la universidad con dificultad. Y se graduó del colegio por milagro. No podía creer que su jefe era un cerebrito. -¿Por qué estudió medicina por tres años y luego renunció?

-Porque mi mamá me obligó hasta el final. Pero eso no era lo que yo quería para mí por lo que abandoné la carrera y luego empecé a estudiar literatura con el apoyo de mi papá porque abrió varias editoriales. Estoy en mi cuarto y último año de literatura.

-Pero son cinco años. Estoy estudiando lo mismo- Hoseok estaba muy curioso y Namjoon estaba encantado de explicarle toda duda si le hacía sentirse más cómodo con él.

-Entré a mis diecinueve años y adelanté un año. Solo son cuatro años para mí.

-Wow, es un genio- Hoseok lo decía en serio. Tenía otra cosa que señalar en su lista. Kim Namjoon era un genio y nadie lo podría negar.

-No es para tanto- Hoseok adora aquella sonrisa avergonzada. Era humilde, otra cosa más para señalar en la lista. –Pero ahora conversemos de lo que quería hablar. Siéntate, por favor.