Capítulo 5

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El buenorro

Emily y yo ya nos habíamos creado nuestros perfiles en una app de ligar.

Ahora estabamos eligiendo chicos, dándole al tick por si se nos mojaba la ropa interior al verles o a la cruz por si nos entraban ganas de vomitar.

Básicamente si nos gustaban o no.

- Uy mira este - Digo con una sonrisa pícara, enseñándole la foto de un pelinegro moreno sin camiseta, dejando ver lo bueno que estaba.

- ¡HABLALE YA! - Exclama ella abriendo mucho los ojos y yo suelto una carcajada - Joe, todos los guapos sois gays - se quejaba pasando uno tras otro a los chicos que le salían a ella desde su móvil.

- Se siente cariño, me los follare a todos por ti - Digo lanzandole un beso y riendo, ella me lanza un cojin a la cara y me quita el móvil para hablarle al chico buenorro.

Entre quejas se lo intento quitar de las manos pero no me lo devuelve hasta que le manda un mensaje.

Al ver lo que le ha enviado le miro alzando una ceja, con expresión de: "¿En serio?"

- ¿Una puta berenjena y gotitas de agua?

Ella suelta una carcajada.

- Si quieres vengarte, habrá que ser directo - Dice encogiendo los brazos con una sonrisilla de falsa inocencia.

Mamá grita que la comida está lista y que en la casa de los Collins también, por lo que ambos bajamos y Emily se va a su casa a comer, diciéndome que le avise cuando haya respuesta.

Mientras aparto los asquerosos pequeños trozos de ajo en la comida, me llega un mensaje.

Es él. El chico buenorro.

Pego un grito y me levanto para ir corriendo hacia la casa de al lado, entrando sin tocar y buscando a Emily.

- ¡Ha respondido! - Grito aunque esté Alec y sus madres delante.

- ¡¿Si?! - Grita ella levantándose para ver.

Leemos su respuesta juntos.

"Cuando quieras ;) dónde?"

Nos miramos y gritamos más aún, no eramos conscientes de lo fácil que podía ser ligar por este tipo de aplicaciones.

- ¿Qué pasa chicos? - Nos pregunta Delilah.

- Me parece que Zein tiene una ciiitaaa - Canturrea mi amiga.

- ¡Ese es mi chico! - Exclama Cris guiñandome un ojo.

Alec se levanta de la mesa recogiendo su plato sin hacer ningún comentario bromeando, absolutamente nada.

- Parece que ya se ha recuperado el bebé llorón - Comenta pasando por mi lado para irse a su habitación.

Le saco el dedo del medio y sigo ilusionado gritando con mi amiga.

...

Por la tarde le habló un chico a Emily, el cual no estaba mal y parecía majo, decía ella, así que aceptó su propuesta de quedar.

Decidimos reunirnos con ambos en el mismo centro comercial, el viernes a la misma hora, para ir juntos andando hacia allí.

Estabamos a miércoles así que ilusionados nos pusimos a elegir la ropa que íbamos a llevar.

- Quiero algo muy sexy, que solo me vea y piense... Vamos al baño para follarte ya - Le comentaba y ella solo se descojonaba, casi cayéndose de la cama.

- Bueno te puedes poner estos pantalones que te hacen buen culo y paquete, y una camiseta que te quede ajustada - Propone ella y yo me quedo mirandola con una amplia sonrisa.

Alza una ceja.

- Tú si que sabes.

- ¿Qué te esperabas? - Dice con una ligera sonrisa después de reír.

...

Llegó el Viernes y Emily fue la que se pasó por casa, ya que ella se había arreglado como media hora antes y yo acababa de empezar.

Salimos despidiendonos del pesado de Marc preocupado, que nos insistía en que le llamasemos si pasaba algo.

Con nuestro brazos enganchados, andabamos con la cabeza bien alta.

- No se que mierda le ha picado a Alec, pero no le hace ninguna gracia esto... ¡Como si el no se liara con pavas que no ha visto en su vida! - Protesta.

- Estará celoso, seguro que me desea - Comento porque hoy mi ego estaba más alto que nunca.

Ella rie fuertemente.

- Sí, seguro que es eso.

Nos despedimos cuando nos teníamos que separar porque ella había quedado en la puerta de atrás con su cita y yo en la delantera con la mía.

Nos deseamos suerte y respirando hondo, me acerco a un chico de vaqueros negros y una camiseta blanca de tirantes que reconocía como el buenorro de la aplicación.

- ¿Eres Dylan? - Pregunto notando el sudor de mis manos.

- El mismo - Me dice con una amplia sonrisa orgullosa y me mira de arriba a abajo - Me gusta lo que veo, no ha sido ninguna mentira...

- ¿Creías que lo sería? ¿Alguna vez lo ha sido?

- Bueno, varias veces - Dice encogiendose de hombros - ¿Vamos a la azotea?

Asiento algo nervioso y le sigo, sin saber que decir, que temas sacar...

- ¿Has quedado con otros chicos antes? - Pregunta él mientras nos colocamos en la parte más alejada de la amplia azotea.

Niego con la cabeza mirando a mi alrededor.

- Eres el primero - Dejo salir las palabras de mi boca con temblor.

Odiaba estar nervioso, no poder llevar el control de la situación, no ser como verdaderamente era yo.

- Entonces será todo un honor... - Comenta pícaro acercándose más a mí.

Yo me voy alejando para mantener cierta distancia hasta que mi espalda choca contra la pared.

- ¿Y tú? ¿Has salido con muchos antes? - Pregunto rápido.

- Con unos cuantos. Está bien buscar lo mismo e ir al grano, por eso me gustó tu primer mensaje - Sonrie y me acaricia el labio inferior.

Yo muestro una ligera sonrisa y trago saliva.

- Ya pues... El mensaje lo mandó mi amiga - Intento soltar alguna risita pero no me sale.

- ¿Cómo? - Frunce el ceño.

- A ver, que yo quería hablarte y quedar, pero... ¿Te importa que hablemos un poco por lo menos? Ya sabes, no ir tan directo...

- Joder chico, ¿te crees que metiendote en una app así vas a encontrar al amor de tu vida? Porque ya te digo yo a ti que no - Dice alejandose de mí bastante enfadado.

Me quedo mirándole, ¿pero quién se creía para hablarme así? De un momento a otro se me fueron todos los nervios para poder dejarle las cosas claras.

- ¿Y tú quien te crees? ¿El experto del sexo que no puede malgastar ni cinco minutos para no desperdiciar su "maravilloso don"? ¿Te digo lo que eres? ¡Un puto pervertido desesperado! - Le grito y empujo alejandome de allí, dejándole tan enfadado que parecía que echaba humo.

Salgo del centro comercial y ya oscurecía, era tarde, pero no tenía ganas de volver a casa y tener que admitir lo mierda que había sido esta primera cita.

Y desde luego, la última.

Me desinstalé la estúpida aplicación y le mandé un mensaje a Emily para que no estuviese preocupada.

Pasión, y otros amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora