Complicado
Tenía razón, era duro.
Muy duro.
Tan duro como se ponía mi pene al recordar todo lo sucedido aquella noche.
Uf, menudos días llenos de pajas en la ducha llevaba, era la primera vez que me hacía tantas seguidas.
Podía ser por recordar su cuerpo y su voz grave y sexy, por escuchar la canción que sonó en el momento - la cual se había vuelto mi favorita - y recordar todo... O simplemente por echar de menos el placer que me dio e intentar aliviarlo, para mantener mi compostura, lo que había hablado con él.
Pero lamentablemente el idiota tenía razón, una vez que lo habíamos hecho... Ahora solo pensaba en repetir.
Fantaseaba con otros escenarios, otras posiciones y otras cosas que hacer con él, o recordaba todo los detalles que me hicieron llegar al orgasmo tantas veces aquella noche.
Básicamente, no conseguía sacarme al idiota de mi cabeza.
Ni a él, ni a su estúpida sonrisa, ni a su voz ni a sus caricias.
Por lo que para intentar sacarmelo de la cabeza empecé a dejar de verle.
Está bien, era imposible porque nuestras vidas siempre habían estado una al lado de la otra, pero sí comencé a evitarle, a sus miradas y a sus comentarios con dobles intenciones.
No se si Marc se dio cuenta, pero estaba claro que él sí por las muecas que se habían vuelto más presentes en su rostro, o por la manera en la que se tensaba su cuerpo por no poder hacer nada para recibir mi atención, para que ni siquiera le mirase.
Se que estaba siendo cruel, pero joder, a mí me estaba costando lo mismo que a él, y más al verle de esa manera; pero alguno tenía que mirar por lo mejor y no por el deseo, porque esto no era una broma cualquiera.
Como he dicho antes, nuestras vidas siempre han estado juntas y siempre lo estarán, y no quiero estropear y hacer más incómodo e insoportable eso.
Él me dijo que no había sido como cualquier otro u otra, y esas palabras también se quedaron en mi mente, repitiendomelas una y otra vez, haciéndome sentir mal y perdiendo las fuerzas para no dar cinco pasos y tocar en la puerta de su casa, y que luego me abriese él y me comiese la boca.
Pero aunque para Alec hubiese significado lo mismo que para mí y no corriese el riesgo de que me hiciese daño en ese sentido... Intentaba seguir manteniendo mi idea fija desde pequeño por lo cabezota que soy.
...
Emily, sin embargo, se había dado cuenta perfectamente.
Tal vez no sobre qué el tema iba con su hermano, pero si me veía distraído siempre aparte de en las clases aburridas.
E insistía constantemente en ello, en si me pasaba algo y que le podía contar lo que fuese.
Mientras ella se esforzaba en mantenerme animado y sonriente, a mí me comía la culpa el no haberle contado a mi mejor amiga mi primera vez, y que encima hubiese sido con su hermano...
No pude, me rendí.
Por lo menos en la parte de ocultar mis sentimientos.
- Emily... ¿Qué pasaría si... Me gusta mucho quien no debe? - Suelto al fin las palabras que llevaban atoradas en mi garganta desde estas semanas.
Ella frunce el ceño, seguramente haciéndose una idea totalmente catastrófica, pero calma su expresión al pensar que sería lo que me había estado preocupando durante estos días.
- El amor es inevitable, Zein, y mientras sea sano... No veo lo malo.
Me quedo mirandola a los ojos.
Se me escapa una sonrisa, me ha gustado su respuesta. Empiezo a respirar algo más tranquilo, los nervios se han calmado.
- Por cierto, Marc y Alec tienen partido este viernes, al parecer es en un pueblo algo lejos y pasarán la noche en un motel, cuando lleguen a casa nos vamos a la nieve. ¿Quieres ir a verlos?
Nuestros hermanos jugaban al baloncesto y era uno de los primeros partidos de la temporada.
Alec era el mejor en su equipo, todos sabíamos que se esforzaba por serlo para conseguir una beca de deportes.
Me encantaba verle jugar, el sudor recorriendo por su cuerpo y su cara de concentración...
Pero no creo que ahora eso fuese lo mejor.
Me entrarían muchos celos y rabia - aunque no me gustase lo tengo que admitir - al ver a demasiadas chicas suspirando por él, y en mi plan de evitarle no era la mejor idea.
Por el comentario de Emily quería calmarme, dejarme llevar un poco más...
Pero estoy hecho un lío, no se lo que mierdas quiero de verdad.
Bueno sí lo se, a él, pero soy demasiado complicado.
- Nah, es mejor que nos quedemos preprando las maletas - Me excuso y ella asiente de acuerdo.
Para agradecerle sus palabras y todo sus intentos de animarme, propongo el siguiente plan.
- ¿Qué te parece si nos hacemos el viernes un maratón de películas de amor?
Sin dudarlo, asiente sonriendo ampliamente.
Adivino que ya está pensando en que pijama ponerse para ello.
...
El viernes todos estaban despidiendose de Marc y Alec en la entrada, y deseandoles suerte en el partido.
Veo como Emily se abraza a mi hermano poniéndose de puntillas y susurrandole algo al oído.
¿Si para ellos parece tan fácil, por qué yo solo me complico más de lo que es?
Noto como Alec los mira y luego me mira a mí. Los nervios recorren mi cuerpo y aparto la mirada.
Él suspira despeinandose el pelo y empezando a meter su mochila en su coche.
No me gusta ser la razón de tu desánimo... Te haría una mamada para calmarte, guapo.
Pero en vez de pararle, o decidir ir a ver su partido como sabía que le gustaba, me quedo en casa, manteniendo mi decisión principal.
Me esperaba un melancólico maratón de películas románticas en las que seguramente Alec no saldría de mi cabeza en ningún momento.
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Pasión, y otros amores
RomanceZein, desde que le rompieron el corazón, ha dejado de querer historias de Amor, ahora busca Pasión: Estar siempre en lo más alto de la montaña rusa, jugar con fuego, pero... Después de la mayor subida, viene la fuerte bajada; después de jugar con f...