Nuestro bando
P.V Alec
En el momento que Emily dijo que Zein todavía no había vuelto a casa y que su cita había ido mal, me vi cogiendo mi chaqueta de cuero, las llaves del coche, y sin pensarlo, saliendo a la calle en la noche, en busca de él.
No os puedo negar que llevaba tenso durante toda la tarde, preocupado por si estaría bien, por el qué le podrían hacer.
Mi corazón había estado luchando por no salir de mi pecho, mis venas habían estado todo el rato marcadas sobre mi cuerpo.
Zein era el único que me hacía ponerme así con solo la idea de que le pudiesen tocar, aunque fuese de manera sexual y no violenta.
No quería que le volviesen a dañar, no quería que se volviese a enamorar de un idiota y se pasase de nuevo encerrado en su habitación llorando... Sin salir a la piscina con nosotros, sin dejarse ver ni un pelo a no ser que fuese por Emily, ella era a la única que se lo permitía.
Supongo que quería protegerle, cuidarle; para que estuviese bien, respondiendo desafiante a mis bromas y bailando borracho en las fiestas.
Cuando llego a la calle principal del centro comercial, le veo caminando a lo lejos.
Aparco. Apenas había coches en la calle y estaba todo vacío.
Al bajarme del coche corro hacia él.
Le paro, cogiéndole del brazo.
Se gira bruscamente y al ver que soy yo, intenta calmar su pesada respiración por el susto, con su pecho subiendo y bajando rápido al igual que el mío.
Aunque sus ojos no fuesen tan descarados como los de Emily, le conocía, y sabía que no estaba bien, que no había sido una buena cita.
- ¿Qué haces aquí? - Pregunta cortante, soltandose de mi agarre.
- ¿Acaso eres tonto? No te pensaba dejar por aquí a estas horas, donde pasan mil borrachos pervertidos - Hablo notando el corazón en la garganta- Sabes que mis madres me matarían si se enterasen que sabía que estabas solo y no vine a por ti - Añado para que no se note demasiado mi preocupación.
Lo que parece que le molesta, porque el único destello de atención a mis palabras que se veía en sus ojos desaparece.
Pone los ojos en blanco y resopla.
- Pues no hacia falta, se cuidarme sin tu ayuda, y el tonto serás tú - Se cruza de brazos y vuelve a seguir andando hacia delante.
Le sigo, andando a su lado, intentando calmarme por la idea de que ya estoy con él y va a estar bien.
Pero aún así no lo estaba, y yo antes no estaba con él.
No sabía lo que había pasado en esas citas, ni en la de Emily ni en la de Zein, pero estaba claro que ninguna había cumplido las perspectivas que ambos esperaban.
- Venga crybaby, ¿qué ha pasado? - Paso un brazo por sus hombros y le acerco a mí, pensando que puede tener frío con solo su camiseta de mangas cortas, la cual le quedaba ajustada, bastante bien...
- No me llames así, ¿vale? Tú mismo lo dijiste, el bebé dejó de llorar - Responde orgulloso separandose de mí.
- Pues no lo parece...
- ¡Agsh, eres tan insoportable! - Me grita - ¡Solo quería una puta cita normal, ¿vale?! Hablar un poco, reír, y si luego surgía algún beso... Pero el pavo me quería follar al momento, desde el minuto cero. Se que yo también podía ir con esas ideas en un principio, pero eran tonterías, verdaderamente solo quería eso... - Me explica y va bajando el tono a medida que se va desahogando.
Aparta la mirada avergonzado.
- Zein Zein... ¿Por qué te crees que no me hacia gracia que quedarais con chicos de ese tipo de aplicaciones? Porque yo ya lo hice y también fueron un fracaso. - Se queda mirándome atento por primera vez en la noche - Y más en tu caso, entiendo perfectamente que quieras quedar con chicos porque creas que no hay ninguno gay o bisexual a tu alrededor, yo también lo hacía, hasta que me di cuenta que todos eran o unos viejos pervertidos o unos gilipollas.
Suspira apartando la mirada, gesto que me hace saber que considera que tengo razón aunque no lo quiera admitir.
- Pero aunque no lo creas, cuando vayas a una fiesta acabará habiendo más gays que heteros, o por lo menos supuestos heteros borrachos queriendo experimentar, de esos nunca faltan.
Con eso le consigo sacar una sonrisa que intenta esconder mirando hacia otro lado.
Sonrio por haberlo conseguido y le paso mi chaqueta por los hombros, esta vez no la rechaza ni se aleja.
- ¿Por qué no nos intentastes convencer de que era una mierda? - Me pregunta mirándome.
- Solo habrías pensado que estaba celoso. Por mucho que quisiera avisarte, avisaros - Me corrijo - teníais que descubrirlo por vosotros mismos.
No dice nada, se queda mirándo sus pasos.
Acepto su silencio como que me ha dado la razón al completo.
¿Sabes, crybaby? Yo te hubiera dado la cita que querías, habría cumplido todas tus expectativas.
- ¿Por qué tanta prisa ahora por estar con alguien? ¿Solo porque viste al idiota con otro otra vez? - Pregunto directo y él hace una mueca.
- No es solo eso... Desde que lo dejamos ya paso de buscar algo bonito o verdadero, he dejado de creer en esas mierdas. Ahora solo quiero divertirme, estar con chicos y divertirnos, pero sin sentimientos de por medio.
- Con que te pasas a mi bando eh - Digo sonriendo travieso y él rueda los ojos.
- ¿Desde cuando este bando es tuyo? - Pregunta cruzandose de brazos con mi chaqueta puesta.
- Siempre lo ha sido, aunque si decides meterte en él, podrá ser nuestro.
- Pues ya verás... Que acabará siendo solo mío - Afirma con una de sus sonrisas orgullosas, esas que tanto me gustan, y apoya uno de sus dedos en mi pecho.
- ¿Ah sí? ¿Estás seguro, crybaby? - Le pregunto colocandole bien el cuello de mi chaqueta.
- Segurisimo, daddy - Asegura y se le escapa una sonrisa traviesa de los labios.
Con la cual solo me dan más ganas de besarle.
- Me gusta como te queda - Le susurro al oído.
Por su reacción, puedo adivinar que la piel se le ha erizado y que se ha puesto nervioso conmigo, algo que pocas veces pasa con Zein Evans.
- Y por eso me la voy a quedar - Dice sonriente, consiguiendo manejar la situación.
Rio sin protestarle, era lo mejor, sino cuando me la pusiera de nuevo no iba a poder dejar de pensar en él.
- - -
Nota de la autora: Aunque sabemos que nuestro Zein sabe cuidarse sólito, estuvo bien que le viniese a rescatar su Alec ♡
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Pasión, y otros amores
RomanceZein, desde que le rompieron el corazón, ha dejado de querer historias de Amor, ahora busca Pasión: Estar siempre en lo más alto de la montaña rusa, jugar con fuego, pero... Después de la mayor subida, viene la fuerte bajada; después de jugar con f...