Capitulo I: Solo.

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Draco 

La familia Malfoy caminaba por el anden 9/3, el padre caminaba con el aire de superioridad que lo caracterizaba, sin mirar a nadie en especial como si nadie mereciera ni un poco de su atención, la Madre cogiendo su brazo izquierdo con elegancia y su cara de repulsión ante los demás, mientras que su único hijo Draco se quedaba detrás de ellos, cabizbajo y con aire de melancolía. El chico estaba por cursar su sexto año en Hogwarts, había sido nombrado Prefecto de su casa y era el chico más popular en el colegio; claro, después del "niño que sobrevivió". Estaba a punto de subirse a aquel tren del que estaba acostumbrado para hacer lo mismo que había estado haciendo en los últimos años, sin embargo aun no se daba cuenta de que ese año seria totalmente diferente, ese iba a hacer el año en el que comenzaba su paraíso o mas bien su nuevo infierno.

-Draco, cariño apresúrate que en cinco minutos el tren va a partir -le dijo la Señora Malfoy sacándolo de sus pensamientos.

-Cierto, es hora de irme madre -dijo el larguirucho muchacho dándole un abrazo- Adiós Padre -le dijo a aquel hombre que lo miraba fríamente y subió al tren sin mirar atrás. Enseguida se encontró a sus amigos quienes no se habían molestado en mantenerse en contacto con el durante las vacaciones.

-Draquitoo -le grito la pesada de Pansy que corrió hacia el rubio para después tomarlo del brazo y llevarlo hasta un asiento junto a ella. 

-¿que es lo que quieres Parkinson? ¿No hay otro a quien molestar? - Exclamo el irritado muchacho.

-Pero... Draco yo solo quería verte, extrañe mucho a mi novio -dijo la chica con cara de bulldog haciendo un puchero.

-¿cuantas veces tengo que repetirlo? ¡Yo no soy tu novio ni lo seré! -Grito harto, y salio del compartimiento dando un portazo. Esperaba que alguien de sus amigos lo siguiera, pero al ver que ni siquiera Zabinni lo siguió fue a buscar un lugar vació. 

Hermione 

El trío de oro junto con Ginny, Neville y Luna se encontraban charlando animadamente lejos del compartimiento de los Slytherins. Al parecer Harry había olvidado por un momento la reciente muerte de su Padrino Sirius Black pero la castaña no, sin bajar la guardia reía de las ocurrencias de los chicos pero llego un punto en el que necesitaba estar sola y en silencio, Ginny pareció percatarse del cambio de actitud de su amiga pero no pregunto nada. 

-Tengo hambre, iré a buscar a la señora del carrito de golosinas. -dijo sin mas y se levanto de su asiento dispuesta a escapar de las risas de sus compañeros. 

-¿Hambre? pero si hace diez minutos que paso y no compraste nada. -Le dijo su pecoso amigo.

-Pues ahora  me dio hambre Ronald. -le respondió Hermione mientras recogía sus cosas.

-Caracoles Hermione, corre a buscar comida tal vez eso te quite tu humor de rayos.- la chica lo fulmino con la mirada, el se estremeció esperando que le respondiera pero antes que eso pasara Ginny decidió intervenir. 

-No le hagas caso al odioso de mi hermano Herms, anda a buscarla.

-Gracias -al salir pudo escuchar a Ron quejándose, no sabia lo que pasaba ¿por que ella no podía relajarse? Era sencilla la respuesta, Hermione Granger se estaba preparando para lo peor, sabia lo que se aproximaba. Empezó a buscar un compartimiento vacío, y cuando estaba a punto de rendirse y volver con Harry y los demás, encontró uno  aunque no estaba completamente vacío. El Slytherin que mas la detestaba estaba ahí sentado, imploro a Merlín para que no la viera pero era demasiado tarde, los ojos grises del muchacho estabas puesto en ella. 

-Lo siento, pensé que estaba vacio. -le dijo la castaña con recelo mientras daba la media vuelta dispuesta a irse.

-Espera -dijo Malfoy.- Puedes quedarte si así lo deseas, no pienso hablar.

Hermione se quedo helada ¿acaso una bludger loca lo había golpeado? Penso durante un segundo y decidió que tal vez el Slytherin estaba teniendo su acto de amabilidad del año así que decidió quedarse.

-Gracias -se sentó enfrente de el y rápidamente saco el libro de Runas Antiguas para distraerse en algo y olvidar la presencia del chico. Al poco rato se arrepintió de su decisión y decidió sacar uno de sus libros muggles favoritos; Cumbres Borrascosas de Emily Bronte. Comenzó a leer hasta que sintio la mirada de Draco.

-¿Que pasa, Malfoy? -le dijo un poco brusca.

-¿Qué estas leyendo? -preguntó el rubio que seguía mirándola.

-Un libro muggle...Cumbres Borrascosas de -no pudo terminar la frase ya que el Slytherin la interrumpió.

-Emily Bronte -la castaña lo miro sorprendida, primero fue amable y después sabe de libros clásicos y muggles, ¿quien rayos en el que esta enfrente de mi? Se pregunto. 

-Si... ¿lo has leído?

-Sí es muy bueno pero prefiero Frankestein, sin duda es mi favorito -dijo buscando algo en su mochila.

-¿que buscas? -le pregunto curiosa

-Esto -dijo y saco varios libros muggles y los puso sobre la mesa.

-Wow... no sabía que te gustaba leer Draco... -dijo Hermione sin darse cuenta que lo llamaba por su nombre algo que a él le gusto.

-Nadie sabe mucho de mi, Granger -dijo con un poco de melancolía en su voz.

-Puedes decirme Hermione -le dijo y en los ojos plata del chico se asomo la sorpresa.

-Esta bien...-dudo un poco.- Hermione. ¿puedo hacerte una pregunta?- La chica asintió.- ¿Por que no estas con Potter y Weasley? 

Esa pregunta la tomo desprevenida, no lo sabía.

-No lo sé, me sentía distante, creo. ¿Y tu por que no estas con Crabbe y Goyle?

-Son unos imbéciles. -respondió sin pensar. 

-Son tus amigos Draco -le reprochó Hermione

-¡Ellos no son mis amigos! Nadie lo es. -dijo amargamente. 

-Pero ellos siempre están contigo, desde primer año.

-Solo porque soy un Malfoy -dijo y se giro bruscamente hacia la ventana, no volvió a hablar durante el viaje y Hermione se quedo intrigada con el comportamiento que aquel rubio había tenido hacia apenas unos minutos ¿acaso era verdad lo que decía sobre no tener amigos? No sabia la respuesta pero estaba segura de algo, el Draco Malfoy que le había confesado su amor por Frankestein le agradaba. Y mucho. 

Amor entre Enemigos (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora