¿Me espiabas Malfoy?

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Hermione P.O.V.
Ya había pasado una semana desde aquella extraña "charla" que tuvo con Draco Malfoy pero no podía dejar de pensar en él. Cada vez que estabamos en una clase juntos trataba de sentarme en un lugar donde pudiera verlo o cuando nos cruzabanos por los pasillos lo miraba a los ojos que eran de un hermoso gris que parecía plata pero que se veían apagados y tristes. El martes lo había visto solo y cuando por accidente Neville había chocado con el no lo insulto ni nada solo le dijo que tuviera más cuidado. De verdad que ese no era el Draco que ella conocía pero tal vez ella no conocía a ningún Draco solo a la máscara que el usaba. Cuando iba a entrar a la sala común de Gryffindor recorde que tenía que hacer un ensayo sobre el fundador de su casa: Godric Gryffindor.
Cuando llegó a la Biblioteca estaba llena de niños de primero pero a ella eso no le importo. Hace mucho tiempo que había encontrado una mesa que al parecer solo ella (y seguramente la Señora Pince) conocia así que se dirigio hacia su mesa. Cuando llego se llevo una gran sorpresa, la mesa no estaba desocupada ahí sentado en su mesa se encontraba un rubio de ojos color plata rodeado de libros.
-Lo... siento -dije cuando Draco se dio cuenta de mi presencia- volveré luego.
-Puedes quedarte -dijo el rubio que parecía cansado.
-Mm... gracias -dije y me senté enfrente de el, saqué el libro de La Historia de Hogwarts, un pergaminio, tinta y pluma. Sentí la mirada de Malfoy y también lo mire- ¿Qué? -pregunte.
-¿Por qué has estado vigilandome?
-Yo no te he estado vigilando -respondí.
-Claro que si. En cada clase que compartimos me miras también por los pasillos. Se que soy atractivo Granger pero no es para tanto -dijo Malfoy con una sonrisa torcida que lo hacía ver totalmente sexy.
-Eso no es verdad -dije y fingí leer mi libro.
-Vamos... dimelo.
-Que no te he estado vigilando -volví a decir algo irritada.
-Vamos Granger... puedes decirlo
Dude un momento pero luego decidí hacerlo.
-Solo quería ver si... todo lo que dijiste en el tren era real. -Draco permanecio un momento en silencio y luego hablo.
-¿Ya te diste cuenta de que no mentía?
-Si... -dije un poco afligida. Después de eso ninguno de los dos hablo. Pero a Hermione le entró otra duda.
-¿Como lo descubriste?
¿Qué? -pregunto el rubio algo desconcertado.
-La mesa esta escondida solo alguien que se la vive en la biblioteca puede descubrirla.
-No eras la unica que espiaba a alguien Granger -dijo y de pronto se arrepintio de haberlo hecho.
-Así que... ¿me espiabas Malfoy? -pregunté divertida. Solté una carcajada cuando Malfoy se puso rojo como tomate.
-¿De que te ríes? -dijo molesto
-De.... nada -dije secandome un lágrima que se me había salido de tanto reir.
-Y para tu información empece a espiarte cuando me di cuenta de que tu lo hacias.
-¿Para qué?

Draco P.O.V.
¿Para qué? Piensa Draco, ¿para qué? No lo sabía. Solo quería verla. Como si ella pudiera llenar un poco el hueco vacio en su interior.
-Para... para ver que cara rajada y la comadreja no te hubieran pedido que me espiaras -dije y me felicite yo mismo. Sin duda era muy inteligente. Pude ver que Hermione me veía molesta pero... ¿por qué?
-No los llames así Hurón -dijo con asco.
-¿Por qué no habría de hacerlo, Granger?
-Porque... ¡Porque no! -grito enojada.
-Como sea -dije porque no queria que se fuera y si seguía insultando a San Potter o al pobreton de Weasley se marcharía. -¿Qué es lo que vas a hacer? -pregunté cuando observe que ella buscaba algo en su libro.
-Un ensayo de Godric Gryffindor ¿y tu?
-De Salazar Slytherin -sonreí ampliamente.
-¿Que pasa? -pregunto la castaña viendo mi sonrisa.
-Nada... -dije y solté una leve carcajada
-¿Que? -pregunto de nuevo con una sonrisa
-Sería divertido... intercambiar los trabajos. -Mire que la castaña lo estaba pensando. Se veía tan linda con esos ojos marrones risueños y su cabello sedoso y un poco desordenado, se veía tan linda que... ¿que estas pensando Draco? Me regaño una voz en mi interior. Es una sangre sucia me decía. Pero ¿y que?
-Es un trato -dijo la Gryffindor ofreciendome la mano.
-Trato -dije y se la estreche. Ese contacto su piel y mi piel hizo que me olvidara de todos mis problema. Luego empezamos a charlar y a hacer el trabajo. Sentí como si ella fuera la unica persona con la que podía sentirme feliz con la que podía estar a salvo. Estaba pasando algo con Hermione que me asustaba. Ya no le tenía asco (en realidad nunca le había tenido asco) me gustaba... rayos me estaba enamorando y eso era lo que un Malfoy tenía prohibido. El amor era algo que te hace debil, eso siempre me dice mi padre pero dudo que el haya sentido algo tan fuerte como yo.

Amor entre Enemigos (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora