Para un padre soltero como Xiao Zhan encontrar una pareja no estaba en sus planes.
Para él primero estaba su hija.
La persona que estaría a su lado no sólo tenía que amarlo, si no también a está.
Yibo ya se había proyectado viviendo solo toda su vi...
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Yibo
Suspiro apagando mi auto cuando este se encuentra en la cochera de mi hogar. Eran exactamente las 11:53 p.m.
Recuerdo que cuando llegamos a la casa de Xiao Zhan eran tan sólo las ocho cuarenta por lo mucho, se supone que sólo me demoraría una hora en el lugar, pero aquí me ven. Llegando a media noche a casa.
¿Quien lo diría?
Salgo de mi auto asegurando de llevar todo conmigo, es hasta ese momento que me doy cuenta que no traigo mi camisa habitual conmigo. Si no en cambio porto la camisa prestada de Zhan.
Xiao Zhan...
Suspiro por décima vez al recordarle. Luego esta LiLi.
Esa niña.
Entro a mi casa con la mirada baja, muevo mi cuello de forma circular y tallo mis brazos adoloridos.
Como dije antes la niña no pesaba realmente, pero en cambio yo no estoy acostumbrado a ese tipo de ¿Ejercicio? Por lo que no puedo evitar tener dolor de brazos después de mantenerla cargando por... No se sinceramente cuando fue.
Pero debo aceptar que me causo ternura verla dormir en mis brazos. Lo mejor fue cuando Zhan quiso tomarla pero esta se halla despertado para llorar pidiendo nuevamente mis brazos.
Me sentí de cierta forma cálido.
Es algo que nunca había sentido, nunca sentí ese tipo de necesidad. La necesidad de formar una familia.
Me siento algo tonto pues todos estos sentimientos estan llegando ahora. Después de aquel incidente con mi ex, yo había borrado toda idea sobre formalizar una relación con alguien.
Pensé en quedarme soltero toda mi vida, sólo mi gato y yo.
Me tire en el primer sofá que vi. Realmente me sentía cansado, pero no me quejo, había sido divertido... Creo que nunca me había divertido tanto hasta ahora.
Siempre la misma rutina; Trabajar, Dormir, Comer, y Trabajar.
Eran realmente pocas las personas con las que hablaba. Y mas bien era por que estas lo hacías. Liu Hai Kuan y Li Bo Wen eran los únicos amigos con quien convivía en ciertas ocasiones.
Y aunque lo que paso hoy se siente extraño e incluso fuera de lugar, se sentía bien.
Cierro los ojos pasando ambas manos en mi rostro. El sueño comienza adueñarse de mi cuerpo.
Ahora que lo pienso... ¿Yo deje las luces encendidas?
No lo hice.
¿Entonces se prendieron solas?
Eso suena bastante turbio. Quizás haber escuchado a Bo Wen por horas contar cuentos de terror me este haciendo pensar cosas.
Debí haberlas dejado encendidas y simplemente no lo recuerdo.
