Para un padre soltero como Xiao Zhan encontrar una pareja no estaba en sus planes.
Para él primero estaba su hija.
La persona que estaría a su lado no sólo tenía que amarlo, si no también a está.
Yibo ya se había proyectado viviendo solo toda su vi...
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Maratón 1/(?)
Yibo
Despierto gracias al ruido de lo que parece una notificación en mi teléfono. Aún sin abrir los ojos bostezo estirandome sutilmente.
Me sentía lo suficiente descansado como para tomar otro turno, afortunadamente no tendría ninguno hasta él día de mañana por lo que podía darme el gusto de dormir un poco más.
Me acomodo para conseguir lo anterior, si no fuera por el ruido que produce mi estomago quien me pide alimento.
Creo que lo mejor sería comer primero y así poder dormir pero en la comodidad de mi casa. Abro los ojos soltando un suspiro.
¿Cuanto habré dormido?
Miro el reloj en la pared de una esquina, este marca las 10:47 de la mañana. Lo que significaba que había dormido casi cuatro horas.
Aguarden... Siento que estoy olvidando algo importante.
Es cuestión de segundos para que mi mente se aclarara por completo y el recuerdo de cierta niña de cabellos castaños llegara a mi memoria.
Por dios... ¡Li Li!
Cierro con fuerzas mis ojos. ¿Como pude olvidarme de ella? ¡4 horas son las que dormí!
¿Como pude ser tan descuidado? Ahora mismo la infante debe estar aburrida por ahí... O incluso algo peor. ¿Que tal que lloro por un buen rato al sentirse sola?
He escuchado que algunos niños desconocen los lugares cuando recién se levantan. ¿Que tal que se asusto y salio de aquí?
Comienzo alterarme y a sacar conclusiones apresuradas. Respiro profundo agudizando mis oídos pero no escuchando ningún ruido fuera del lugar.
Y si...
Me giro con rapidez abriendo mis ojos para enfrentarme a mi realidad.
Una niña de cuatro años duerme plácidamente a mi lado.
Tiene los cabellos revueltos con un pronunciado puchero en su rostro, abraza la almohada que se supone debería estar en su cabeza, o para ser exactos... en la mia. Pues la suya se encuentra en una esquina de la cama.
Respiro aliviado ante aquello. Li Li resulto ser una dormilona de primera. Casi como yo en mis tiempos antiguos. Ahora no era así porqué no podía, pero si vieran en mis vacaciones.
Ok ese no era el caso.
Me levanto con cuidado después de verificar que la pequeña estuviera realmente dormida. Apenas lo hago y esta se remueve hasta posarse donde antes me encontraba.
Por poco y me saca.
Paso uno de mis brazos por mis cabellos, despeinandolos. Me decido por darme un baño, uno que de paso me ayudaría bastante a despejarme.
