☆Una Estrella Apagada☆ ~Avocato x Lectora~

Capitulo 12 ~Misiones~

«Narra T/n»
El cansancio cayó en nuestros cuerpos, y caimos rendidos en el sofá.

Era tan agradable estar abrazada a mi lindo gatito. Pero la alarma comenzó a sonar derrepente.
—¡Mierda! ¡Que pasa!— hablo Avocato asustado.
—Tranquilo gatito, es solo la alarma. Se me olvido desactivarla anoche.—
Me levanté del sofá para apagarla y volver a mi lugar. Mis caderas y mis piernas dolían mientras caminaba.
—Ya esta, listo— murmuré mientras regresaba al sofá de a poco.
—Hoy es día de descanso, enserio que quiero estar así todo el día— Gimoteó mientras se acomodaba en el sofá.
—Esta bien, mi lindo gatito...—
Comencé a acariciar sus orejas y sus manos se deslizaron hacia mi cadera.
—Tu piel es tan suave, princesa...—
No me habia percatado que solo tenía su playera, y él aún estaba con sus pectorales desnudos.
—Y tu cuerpo... Es tan firme... Tan... Tan...— Sentía como mis mejillas comenzaban a arder poco a poco.

Ví como Avocato comenzaba a dar una pequeña sonrisa y desviaba su mirada para luego cargarme de repente para sentarme en sus piernas.
—Porque estás tratando de sonrojarme cuando la que termina sonrojada... Eres tú...—
—No estaba tratando de hacerlo, pero si logre eso... Mucho mejor...— Respondí mientras posaba mi mano en uno de sus pectorales.
—Después no que quejes si no puedes andar por un buen rato.— Comentó mientras su voz se agraviaba.
—Eres un idiota...—
Tomé su mentón entre mis manos para luego posar mis labios con los suyos, para dar un tierno beso. Sus labios siempre causaban que mi mundo se detuviera por unos minutos, era tan agradable probar sus cálidos labios.

Llevó sus manos a mi trasero y me cargó para llevarme a las escaleras. Inmediatamente enrollé mis piernas alrededor de su cintura y me aferré a él.
—Deseo dejar mi nombre en tu dulce y suave piel, mi amada— murmuró viendome fijamente a los ojos. —Porque con la noche anterior, me has vuelto adicto a tu dulce néctar...— susurró acercándose a mi oído mientras bajaba poco a poco a mi cuello dando pequeños besos.
Estaba extasiada de sus caricias, sentía como su mentón rozaba mi cuello de manera erótica.

Llegamos a su habitación y fuí recostándome poco a poco en la cama mientras sus manos acariciaban mis desnudos senos.
—Quiero hacerte sentir bien también...— sugerí algo tímida.

«Narra Avocato»
No puedo creer que mi linda chiquilla fuera tan pervertida.
—Mi cuerpo es todo tuyo, preciosa—
Me recosté en la cama mientras ella se sentaba en mis piernas.
—No soy una experta, no te vayas a burlar— su rostro se sonrojó levemente al decir en hilo de voz la pequeña frase.

Recorría mi cuello con pequeños besos y mordidas. No quiero admitirlo, pero quería más. Mi corazón latía a mil por hora y mi respiración se agitaba conforme al tiempo y mi miembro se erectaba más y más.

Lamentablemente el intercomunicador comenzó a sonar, sin mediar palabra ______ corrió a su habitación para poder presentarse más formal y no con cuerpo desnudo.

Capitán: Siento en molestarlo en su descanso general. Pero el señor comandante ha llamado a todos para una junta.
Avocato: Estaré ahí en treinta minutos. Espero que no sea un pretexto más para arreglar errores suyos, capitán.
Capitán: Tenga por seguro que no es nada de eso, general.

Después de la llamada solo pude tumbarme en la cama. Tomé mi toalla y la enrrollé en mi cintura para ir ducharme. 

—A ti también te hablaron sobre la junta inesperada, ¿verdad?— Escuché detrás mío viendo a ______ solamente en toalla.
—Sí...—
—Deja de verme los pechos, siento tu mirada sobre ellos...— murmuró mientras cubría sus semidesnudos.
—No solo son tus pechos, es todo tu bello cuerpo que no habia visto lo hermoso que es.—
Solo pude ver como dibujaba una sonrisa en su rostro mientras desviaba la mirada.
—¿Que te parece ducharnos juntos?, digo... Para ahorrar agua—
—Pero si hay suficiente agua en Tera com... Ah ya entendí—
No espere ni dos minutos y me quité la toalla para después entrar a la ducha dejar correr el agua.
—¡Ups! Perdona— Dijo ______ en tono juguetón mientras pasaba el jabón por mi entrepierna y en mi trasero.
—Ajam...—