☆Una Estrella Apagada☆ ~Avocato x Lectora~

Capitulo 6 ~Comienzan los problemas y el descubrimiento de una verdad~

|Los días de descanso de los jóvenes generales los disfrutaron al máximo, pues no sabían cuando volverían a tener descansos tan divertidos y llenos de alegría.

En su última tarde de descanso, la joven humana pensó una travesura que prácticamente no sabía si lo tomaría bien realmente el ventrexiano.
La humana caminaba despacio con una manta sin hacer ruido hasta el sofá, donde se encontraba el ventrexiano recostado para dormir una siesta. La menor tenía pensado vengarse después de lo ocurrido antes de ir a la playa.
—Hoy me vengaré gatito— susurró para ella mientras poco a poco llegaba al sofá —¡Venganza!— grito para montarse encima del ventrexiano y empezarlo a envolver.|

«Narra Avocato»
Estaba descansando plácidamente en el sofá, pues me dolía un poco la cabeza, pero en un abrir y cerrar de ojos, la idiota de ______ se me subió encima con una manta para envolverme en ella.
—Venganza por convertirme en un gusano— dijo haciendo fuerzas para que no me soltara.
—Bájate tonta bebita— exclamé mientras luchaba, pues en realidad no tenía ganas de jugar.
—Ay vamos, no seas amargado— exclamó pues solo me había atrapado de la parte del torso.
—No es que no quiera jugar pero me duele un poco la cabeza— comenté.
Ella solo me quitó la manta y se levantó en silencio para dirigirse a la cocina.
Solo quedé en la misma posición la diferencia era que me tapaba los ojos con mi brazo. A lo lejos escuchaba como movían cosas en la cocina.

Después de un rato, sentí como picaban levemente mi brazo. Lo quite para encontrarme a ______ con una taza y un paño húmedo.
—Avocato tomate esto, te aliviara el dolor...— dijo para después acercarme la taza.
Me levanté un poco para tomar la taza y empezarlo a tomar. Lo bebí todo pues estaba delicioso, me volví a recostar con los ojos cerrados, pero sentí algo frío en mi frente.
—No te lo vayas a quitar, ¿si?— dijo viendome dulcemente.
Iba a dejarme solo, pero rápidamente la sostuve de la muñeca para que no se fuera, entendió el que la haya sostenido y solo se sentó a mi lado.

|Todo parecía ir excelente con la relación de los jóvenes, pero en cada momento de la vida se sabe que no todo puede ser solo felicidad.

Pues en otro planeta, lejos de Tera com Prime, se encaminaba un soldado a paso rápido al salón principal de la Guardia Infinity. En donde se reunían todos los generales y capitanes de la misma armada para discutir como defender de cualquier problema a la galaxia.

Mientras hablaban, la puerta del salón se abrió precipitadamente mostrando a un soldado algo agitado.
—Pero que significa esta intromisión soldado Stone— dijo molesto el general Marshall en la reunión.
—Lo lamento señor por la intromisión. Pero ayer se vió en un parque de diversiones a la mano derecha del que se hace llamar señor comandante, el general Avocato acompañado de una humana sin permiso para estar en la tierra.— comentó Stone para después mostrar evidencia donde se encontraban el general y la humana antes mencionada abrazados en una banca.

Los superiores solo discutieron sobre la imagen, pues el general era conocido por ser aliado del Señor Comandante y buscado por crimenes grotescos alrededor de la galaxia.
—¿Quién es la joven que está con él?—
El general Arnold se levantó de su asiento dándole un golpe a la mesa.
—¿Qué acaso no notan que una infiltrada para saber nuestras estrategias de ataque?— dijo exaltado.
—No nos adelantemos a los hechos— comentó en tono tranquilo el capitán Brush—¿Y si tal vez ese no sea el ventrexiano y solo sea un simple traje de los que usan los jóvenes con su pareja?, hoy en día la nueva generación se acostumbran a ser ridiculizados en público por su pareja.—

Todo quedó en completo silencio por un momento, pero el silencio no duro mucho, pues el general Marshall tenía dudas sobre si la evidencia era verídica.
—¿No hay una mejor imagen de la chica?— preguntó el general Marshall hacia al soldado Stone estando un poco impaciente por la intromisión.
—Si lo hay señor— indicó para luego mostrar otra imagen que mostraba mejor el rostro de cada uno.
—Ese rostro... lo ví en algún archivo— murmuró el general Marshall mientras que de la computadora pasaba a la pantalla del salón imágenes de rostros de personas víctimas de un accidente. Después de buscar dentro de la computadora encontró el rostro que al fin queria mostrar.
—Sabía que la había visto por algún lado. Hace cuatro meses atrás exactamente, una nave del Señor Comandante entró a la atmósfera y enviamos un misil para que la destruyera.
Los generales en la mesa solo murmuraron entre sí para seguir con el relato del general Marshall.
—Pues el misil falló y las victimas del misil al final fueron una familia de al parecer cinco integrantes. En cierto momento se creyó que todos habían muerto por la explosión, pero en realidad no fue así ya que después se descubrió el sexto integrante. Y como pueden ver, es la compañera del dudoso ventrexiano.
—¡¿Y porqué no reportaste este suceso Marshall?! No puedes guardar secretos a los demás generales— exclamó en tono molesto el general Arnold.
—Perdone general Arnold, pero para eso lo había convocado para esta reunión— respondió el general Marshall mientras sacaba un folder. —Sé que con lo que diré ahora, me dirán que siga la siguiente fase del plan para derrotar al Señor Comandante.