Capitulo 17 ~La calma antes de la tormenta~

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|Al día siguiente la primera en despertar fue la menor, sintió como un agarre suave la tomaba de la cintura. Con algo de dificultad se dió vuelta, encontrándose cara a cara con el ventrexiano. Sus ojos se plasmaron en el rostro de Avocato que aun se encontraba dormido, poco a poco se fue acercando y palpo sus labios en la comisura del contrario varias veces.
El mayor al sentir los besos cerca de su boca correspondió con un "poco" de lujuria. Continuaba sin importar nada pero se fue separando por los pequeños empujones de la peliblanca.
—No crees que eso fue muy exagerado— hablo la menor mientras tenía una ceja levantada.
—Es que me vuelves loco baby— respondió algo picaresco por su acción anterior.

Los dos se levantaron para hacer su rutina antes de ir a trabajar. Lo único malo era que el ventrexiano se burlaba de la humana por la resaca que cargaba en esos momentos.
{Me quiero morir o arrancarme la cabeza} pensaba mientras caminaba por los pasillos de la base.

Después de esa discusión, la pareja de enamorados estuvieron más unidos por dos meses.
Esto no paso desaparecido para la cabeza del imperio que observo desde lejos el animo cambiante de los dos jóvenes.
—Vaya... Parece que estos dos me ocultan algo muy fuerte— hablo el comandante para si mismo mientras observaba las cámaras de seguridad.
—Lo dejare pasar por ahora— tomo su taza de té y comenzó a tomar de este.

En la oficina de la menor, esta se encontraba buscando en su computadora algo en especial para su aniversario con el ventrexiano.
—¿Que puedo hacer? ¡Ahg! Esto es demasiado complicado— dejo caer su cabeza en su escritorio por la frustración. —Porque tiene que ser tan difícil—
—¿Que tiene que ser difícil?— dijo el ventrexiano en el marco de la puerta con una sonrisa burlona.
Rápidamente elimino la búsqueda en su computadora.
—N-nada son co-sas m-mías jejeje— dio una risa nerviosa por la presencia del contrario.
—Oh~ y ¿porque estas tan nerviosa?— se acerco al rostro de la menor para comenzar a susurrarle en el oído. —¿O será que me ocultas algo princesa?—
La humana se tensó por esas palabras pero no quería que la descubrieran, así que como tenía el cuello descubierto del mayor no perdería su oportunidad para molestarle. Volteó a su dirección y comenzó a marcar el cuello del ventrexiano.
El joven solo cerro sus ojos con fuerza mientras sentía los cálidos labios de la peliblanca.
—Para de... Hacer... Eso~— dijo algo agitado mientras apretaba el respaldo de la silla.
—No... Quiero— ella seguia en lo suyo pero la mano del ventrexiano se desvió y comenzó a masajear uno de sus senos para que lo dejara en paz.
Rápidamente quito la mano y se separó en un instante teniendo la cara completamente roja.
—Nunca vuelvas hacer eso aquí— reclamo la chica mientras se cubría el rostro de la vergüenza.
—Tu me obligaste hacerlo preciosa— hablo este con las mejillas sonrojadas y acomodándose nuevamente el cuello de su uniforme.
—¿A que venias de todas maneras?— dijo mientras se reincorporarba en su asiento teniendo aun las mejillas sonrojadas.
—B-bueno venia a invitarte a c-cenar— desvió su mirada y se rascaba la nuca con nerviosismo.
—¿A-a c-ce-nar?— pregunto sorprendida por dicha propuesta. —Me encantaría... Aunque no seria posible, ya que nós verian los soldados.—
—Eso lo he tenido en mente. Pero y si lo hacemos en casa para bajar sospechas—
—Mm~ suena bien y podríamos hacer una noche de películas como antes— sugirió mientras sonreía por su propuesta.
—Suena interesante pero acepto. Entonces ya sabes princesa, no te quedes hasta tarde.— palpo un pequeño beso en los labios de la contraria y se retiró para planear que hacer en la noche.
La menor desvió su mirada al techo pensando que hacer de especial para su aniversario. —Maldita sea ¿Que puedo hacer?— quito su mirada y la dirigió nuevamente a la computadora buscando en esta publicaciones de algo.

La humana siguió durante varios minutos hasta que encontró un anuncio de una pequeña tienda de ropa erótica humana.
Rápidamente su rostro se enrojeció de un tono carmesí, imaginándose las obscenidades que podía llegar hacer con tales prendas. Se debatía mentalmente si ir a hechar un vistazo o no.
Tanto tiempo llevo así que no se percató que faltaba dos horas y media para salir de su turno. Suspiro un leve momento y ya estaba dispuesta de dale tal regalo al ventrexiano. Al dirigirse a la puerta se dio cuenta que no podía ir a dicho lugar vestida como general, además que si salia todos la comenzarían a rodear con admiración. Volteó su mirada a un rincón y ahí se encontraba un bolso con el disfraz que había llevado a la Tierra. Tomo el bolso en mano y se encaminó afuera de la base. Su plan era; salir, cambiarse, buscar, comprar, cambiarse nuevamente y regresar a su hogar con Avocato, fácil no...|

☆Una Estrella Apagada☆ ~Avocato x Lectora~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora