☆Una Estrella Apagada☆ ~Avocato x Lectora~

Capitulo 18 ~Una verdad sin escrúpulos~

Antes que todo me disculpo por no subir capitulo pero como su escritora es pendeja se le fue la inspiración por un pinche mes Nmms :"v

Y en segundo les advierto que ya se nós viene lo chido. Y el capitulo anterior con lemon ps..... Ehmmmm..... Ya pronto lo descubrirán ＼(￣▽￣;)／

Sin mas que decir, hasta la próxima mis dulces lectoras (づ￣ ³￣)づ
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|A muy pocos kilómetros de Tera com Prime, se visualizaba una nave con unos motivos muy grandes que resolver. En su interior se encontraban dos seres con aires de arruinar todo.
—¿Seguro que no nós meteremos más en problemas?—
—Te lo prometo. Además es un asunto de importancia.—
Después de esa pequeña conversación, siguieron su rumbo a su objetivo final.|

«Narra T/n»
Por primera vez en mi relación con Avocato fui la primera en despertar, después de lo de anoche.
Con cuidado me quite el brazo de mi gatito que rodeaba mi cintura, para después reemplazarme con mi almohada.
Inmediatamente el tonto la abrazo con fuerza y siguió durmiendo.

A paso lento me dirigí al baño a darme una ducha rápida para hacer el desayuno.

Después de salir de la ducha y curarme la espalda por los rasguños desesperados de anoche por Avocato, pero que puedo decir, valió la pena todo por tal de hacerlo feliz.
Me adentré a mi habitación a ponerme algo cómodo, lo primero que visualice fue una playera negra que tenía de Avocato y unos jeans azules. Me valió y me lo coloque junto con unos botines negros, además aunque no lo acepte me encanta ponerme prendas pertenecientes de mi amado ventrexiano.

Ahora que me doy cuenta, me volví muy cursi además que a los quince me desagradaba la idea de tener una relación. Hay pero que tiempos aquellos.

Baje entusiasmada a la cocina y comencé a preparar el desayuno. No quería hacer algo tan pesado, ya que tenía una idea en mente desde hace semanas.
Prepare un poco de café, huevos con tostadas y fruta picada. Que bueno que la mayoría de humanos exporta la mayoría de productos básicos.

—Buenos días preciosa— escuche una voz ronca a mis espaldas y sabia quien era.
Me di la vuelta para salúdalo de regreso, pero el toque de la puerta me interrumpió en ese momento.

—¿Esperas a alguien?— pregunte mientras me acercaba para ver.
—No, y tu ¿princesa?— se acomodó un poco el pelaje y espero al inicio de las escaleras.
—Tampoco, pero tengo un mal presentimiento— abrí la puerta despacio y lo primero que divisé fueron a dos ventrexianos.
—¿Se les ofrece algo?— pregunte mientras analizaba a cada uno.
La que estaba al frente mio; era una chica un poco más grande que yo, con pelaje café claro y cabello castaño, se notaba que tenía meses de embarazo.
El segundo era más alto, como del tamaño de Avocato. Su pelaje  y cabello era del mismo color que la chica, pero este tenía barba y tenía una mirada fulminante.

—Venimos  a buscar a Avocato. El vive aquí ¿cierto?— hablo el mayor de los tres con autoridad en su voz.
Me irrito el como se dirigió a mi pero no puedo mostrar debilidad.
—Depende, para que lo necesita— me cruce de brazos y espere a que hablara.
—No es de tu incumbencia, terrícola— me empujo y entro como si nada a la casa. —¡Avocato sal de una vez!—
—¿¡Que le pasa!? ¡No tiene derecho a tratar a una persona así!— exclamé enojada por su forma de tratarme.
—Tengo el derecho. Soy un rey, humana repugnante—
—¡Pues me vale que sea un puto rey!. Si trata a las personas como inferiores entonces también lo hace con su esposa—
—¡Con mi pareja no te metas!— me agarro del cuello de la camisa.

Quería que yo temblara del miedo, pero solo ocurrirá en sus sueños.
Sin decir una palabra más le di un cabezazo y le tire una patada al estómago. Inmediatamente cayó de rodillas frente a mí sosteniéndose la zona afectada.
Me puse de rodillas y sujete el mentón para que me mirará directo a los ojos. —La próxima vez, piénselo dos veces antes de subestimar a alguien—
—________ déjalo por favor...— me ordenó Avocato antes de seguir diciplinandolo.
—Le quitas lo divertido a la vida cariño...—
El solo rodó los ojos. —¿Y que hacen ustedes dos aquí?. Ya le dije que no volveré a Ventrexia—