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Chiara y las chicas estaban cenando en su casa luego a la operación a los gemelos, de los cuales solo pudieron salvar a uno.

— Yo creo que lo mejor sería pasar mi embarazo en Italia, ya luego podría venir aquí -comenta Chiara-

— Yo quiero ser tu obstetra -confiesa Addison-

— Podría hacerte una videollamada en cada ecografía -responde la Italiana antes de meterse un bocado se pasta a la boca-

— O puedes pasar los primeros meses aquí y luego irte -propone Massimo, con quién estaban en videollamada planteandole las ideas-

— Yo digo que podrías mudarte a Seattle e ir a visitar a tu familia a Italia una vez al mes -comenta Amelia-

— Amelia, sé que la amas y has estado mucho tiempo lejos de ella, pero debemos pensar en todos los factores -explica Massimo- Ella debe estar aquí para firmar los papeles de divorcio, debe llevarse sus cosas, nuestra perra, todo...

— ¿No puedes traerlas tú? Digo, vivirás cerca de Chiara y su bebé, ella estaría aquí con sus amigos, todos felices... -comenta Addison- O ella puede pasar el embarazo aquí y tú allí, luego cuando el bebé nace y te mudas aquí...

— O ella pasa su embarazo aquí, cuando nace el bebé se muda a Seattle con ustedes -discute Massimo-

— Podría estar en Italia, hacer los papeles de divorcio y mi transferencia a Seattle, una vez hecho todo eso me mudo aquí junto contigo, cuando nace nuestro bebé te vas y vienes, o voy yo una ve al mes para que lo veas y pasamos las vacaciones juntos... como una familia -propone Chiara con una sonrisa-

— Eso implicaría que pases aquí los primeros cinco meses y es exactamente lo que estoy diciendo hace media hora -responde Massimo-

— Está bien, solo cinco meses... -acepta Amelia-

— Solo cinco meses, ni un día más ni un día menos -comenta Addison-

— El domingo por la tarde pasará el piloto a buscarte -avisa Massimo- Los quiero -susurra con una sonrisa- Amelia, cuidala -pide, piensa unos segundos antes de seguir hablando- Sé que te mueres por preguntar así que voy a decirlo yo, puedes besar a mi esposa -comenta divertido-

— ¿Sabes? Eres el mejor esposo del mundo -comenta Amelia con una sonrisa-

— Si, Massimo, Gracias por preguntar si yo quiero que me bese... -comenta Chiara sarcásticamente-

— Oh, vamos -se queja- Sé perfectamente que quieres hacerlo...

— A veces odio que seas mi mejor amigo, Saluda a Ella de mi parte y pídele a Filippo que se quede una semana más -pide Chiara justo antes de que corte-

— Voy a besarte -informa Amelia y sin más, la beso- Te extrañé -confiesa-

— Sigo aquí -se queja Addison-

— Cierto...

— Yo no sé que harán ustedes, pero yo estuve 10 horas en un avión y 7 horas en cirugía... necesito dormir -comenta Chiara bostezando- Voy a dormir, pueden dormir ambas en mi cama -se fue a dormir-

Mañana es sábado, mi último día en Seattle por los próximos meses, realmente voy a extrañar vivir en Italia pero podría visitarla cuando quiera.

Unos 30 minutos después de que Chiara de fue a acostar escucho como abrían la puerta, Addison y Amelia entraron a la habitación y se acostaron una a cada lado, dejando a Chiara en medio.

— ¿Mañana irás al hospital? -pregunta Addison entre susurros-

— No lo sé...

— Es mi día libre, puedo quedarme contigo si quieres -comenta Addison-

𝐄𝐥 𝐜𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐢𝐬𝐭𝐮𝐫𝐢Donde viven las historias. Descúbrelo ahora