𝐄𝐥 𝐜𝐥𝐚𝐧 𝐝𝐞𝐥 𝐛𝐢𝐬𝐭𝐮𝐫𝐢

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— ¿Y bien? -pregunta Amelia- ¿Eso es un sí un no?

— Si -respondo finalmente- pero, solo una -advirto ¿A quien quiero engañar?eso dije la última vez, ella se acerca y me besa-

— Te prometo que seremos felices -asegura agarrándome la cara-

— ¿Y si no funciona? -pregunto yo, medio preocupada-

— Intentamos que funcione, porqué esta vez no pienso dejarte ir tan fácil -dice con una sonrisa- te amo.

— Yo también te amo -respondi con una sonrisa-

La había extrañado demasiado, realmente quería y necesitaba volver a estar con ella, no es muy estable el hecho de ir y volver todo el tiempo, pero igual no podíamos estar la una sin la otra.

— ¿Que vamos a cenar? -pregunta Amelia,yo alzó los hombros-

— Estuve viendo por internet unos nuevos zapatos Gucci -le comento- quiero comprarlos,me acompañas? -le pregunto-

— ¿Ahora? -pregunta, yo alzó los hombros- más tarde -dice sentandose en el sillón-

— Algún día deberás dejarme que te compre algo -digo sentandome a su lado-

— No, no es necesario -niega-

— ¿Sabes que no voy a tener en cuenta tu opinión, cierto? -pregunto con una sonrisa, ella asiente- se acerca tu cumpleaños ¿Que quieres de regalo? -pregunto-

— Nada -responde- la vida me dió los mejores regalos del mundo, Tú y Cenzo -responde con una sonrisa tierna-

— Eres tan tierna -respondo apretándole los cachetes- pero igual, voy a comprarte algo

— Lo tenía muy presente -responde rodando los ojos, Vicenzo comenzó a llorar-

— Creo que el mejor regalo del mundo desperto -comento con gracia- y como tú lo amas tanto, irás a ver qué le pasa -ella bufa y se levanta del sillón-

— Hola pequeño -dice Amelia acercandose a la carriola- Hola mami -dice con voz aguda acercandose a mí- ¿En qué piensas? -pregunta al ver que me quedé callada-

— Extraño a George -confieso- siempre me dijo que sería una madre exelente, teníamos mucho en común -le digo con una sonrisa  nostálgica- fue el primero en saber de Kelsie, siempre me negué a ser madre de nuevo y el siempre me decía que sería la mejor

Flashback
— Geoge, son las 3am -digo abriendo la puerta de mi departamento-

aa No puedo dormir, Meredith está teniendo sexo con Derek -dice el entrando a mi departamento- traje alcohol, mucho alcohol.

— Yo tengo sueño -respondo acercandome a el-

— Pensé que serías buena amiga y pasarías tiempo conmigo -responde con una sonrisa-

— Está bien -digo abriendo una botella de tequila-

Ya levabamos unas 3 horas bebiendo, hablando de diferentes cosas sin sentido y riendo de todo.

— Serías una madre exelente -dice medio trabado por la borrachera-

— Ya fui madre -respondo,el me mira expectante- murió a los dos años, derrame cerebral -le cuento,el asiente-

— Lo siento... si en un futuro eres madre serás la mejor -me repite el-

— No quiero ser madre nunca más -respondo acostándome en el suelo de la cocina-

— En caso de que lo seas, voy a estar ahí apoyándote -promete el- seré el mejor tío del mundo -dice con una sonrisa- tendrás hijos bonitos.

— Serás el mejor tío -aseguro yo-

— Y si te casas, también estaré apoyándote -promete-

— Me llevaras al altar -digo abrazándolo-

— Si, eso haré -responde con una sonrisa-
Fin del flashback

— Lo extraño -susurre-

— El estaría orgulloso de tí -responde Amelia de igual manera-

— No pude despedirme, no fui a su funeral, ni siquiera voy a verlo al cementerio -comento mirando a un punto fijo- algún día iré.

— Eso no te hace mala amiga, estás ocupada es todo -responde-

— Supongo -digo Mirando a Milan- el tenía razón -Digo,Amelia me mira sin entender-

— ¿En qué? -pregunta-

Mis hijos son bonitos -respondo- ambos, demasiado bonitos -digo mirando a Milan-

— No he visto fotos de Kelsie -dice mirándome- pero seguro se parecía a tí -yo niego-

— En nada, no tengo muchas fotos suyas -respondo- sabes, fue donante -comento con una sonrisa- todos sus órganos fueron donados, muchos niños se salvaron.

— Eres una madre exelente, Geoge tenía razón -dice Amelia besándome la mejilla- ¿Iremos a comprar? -pregunta-

— ¿Quieres ir?-pregunto, ella asiente- entonces vamos -respondo yo-

— ¿Que quieres comprarte? -pregunta mientras caminábamos por la calles de Washington con la carriola de Vicenzo, yo miraba vidrieras y ella miraba embobada a nuestro hijo

annachiara.ofc

annachiara.ofc: Los días más felices de mi vida se ven así... 🤎 A &V 🤎

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— Son unas simples botas negras con una serpiente debajo -respondo yo sin prestarle mucha atención-

— Unas simples botas que valen lo mismo que mi riñón -agrega Amelia al saber el valor de esas cosas-

— Si bueno, no te quejes -digo dándole un beso rápido-

Pasamos la tarde de compras, cenamos en un restaurant de por ahí y luego volvimos a la casa a dormir, los tres estábamos detonados.