Capítulo ocho. >editado<

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Seungmin se mantiene con el rostro empapado de lágrimas recostado en su cama, abrazando la corbata de Chan y deseando que este no esté muy enojado por su repentina huída.

La puerta de su recámara se abre de golpe, haciéndolo guardar la prenda debajo de su almohada. Desafortunadamente quién entra al cuarto observa la prenda.

-Desde aquí puedo olfatearlo, Seungmin. Dámela- Exclama su madre.
El omega se atreve a negar con la cabeza. -Que me la des, carajo- Grita.
L

a mujer se acerca a dónde Seungmin, adentra la mano a su almohada y saca la sedosa corbata.
El omega quiere tomarla pero no se atreve.
-Te dije que no quiero nada de él en mi casa. Es deshonra. Es asqueroso. Me das asco- Grita para después salir de la recámara.

Seungmin voltea el cuerpo para gritar en la almohada, y que incluso el colchón amortigue el sonido.

Avienta al suelo el suave pedazo que sostuvo su cabeza varias noches.

En su mente sólo está la bonita sonrisa del alfa. Su delicioso olor. Su tatuaje de daga. Y su manera tan dulce de tratarle.

Mira hacia la ventana cuando la luna alumbra su mano que mantenía enredada la corbata.

-Te extraño, Chan. Quiero volver a verte, pero si esta noche no salgo con vida, ten en mente que eres lo mejor que me ha pasado- Susurra al aire.

Limpia los rastros de lágrimas de su rostro. Aunque las gotas saladas siguen saliendo por montones.
Se pone de pie y mira a la luna jurando dejar de ser tan cabizbajo con sus padres.

Abre su armario para tomar la mochila que usaba en su adolescencia. Mochila que está llena de viejos poemas y cartas de aquel amor con el cuál nunca se disculpó.

Saca todos los papeles que puede y comienza a meter ropa. Por montones y sin orden.

Suspira, despidiéndose del lugar que muchas veces lo vió llorar, reír, y descubrirse a sí mismo.
Abre la puerta con decisión, pero con las manos sudando terriblemente. Y ni bien pone el pie en el pasillo su madre aparece frente a él.

La mujer lleva horas fuera de la recámara de Seungmin. Sin mover un músculo. Sólo para escuchar qué hace su hijo.

-¿Dónde pusiste mi corbata?- Cuestiona entre dientes.

-No me hables así- Amenaza, a la par de alzar su mano y hacer como que le pegará al omega.

Seungmin detiene su golpe tomándola de la muñeca.

-No lo hagas más difícil. ¿Dónde está mi jodida corbata?-.

-¿Ves lo que te pasa cuando comienzas con tus cosas? Te vuelves violento e irracional. ¿Pelearás con tu madre por una prenda cualquiera?-.

-No es una prenda cualquiera. Y claro que pelearé contigo, pero por toda la mierda que me has hecho pasar. Desde el golpearme porque tomaba a mis amigos de la mano, hasta el quitarme la corbata de mi alfa-.

La mujer suelta una carcajada.

-¿Tu alfa?-.

-Mi alfa. Mío. ¡Mío!- Grita.

-¿Qué putas se traen ustedes?- Exclama el padre saliendo de su recámara. -Deja de gritarle a la mujer que te dió la vida, Seungmin- Reprende.

El cuerpo entero del omega no ha parado de temblar. Sus ojos le duelen por llorar durante horas. Y siente que su quijada se puede romper en cualquier momento, pues todo el rato la aprieta con resentimiento y furia.

-Tú ya no me mandas. Te importa un bledo si quiero gritarle o no-.

La madre frunce el ceño, pues nunca había visto a su hijo de esa forma. E incluso llega a darle miedo.

-No me hables así- Ordena el padre entredientes.

Seungmin siente sus piernas flaquear al saber que su padre se ha enojado. Pero recordando su promesa a la luna y la sonrisa de Chan, es como lo avienta con toda la fuerza que posee.

Esto hace que el hombre alfa enfurezca y lo aviente de igual forma.

-¿Quieres golpearme cómo antes?-.
El padre se acerca a Seungmin empujándolo contra la pared.
-¿Quieres hacerlo? Hazlo, carajo, ¡Hazlo! ¡Ya no me interesa lo que me hagas!-.

El alfa toma al omega de la ropa para azotarlo contra el concreto. Seungmin siente como el dolor se expande por su cabeza.

La mujer tapa sus labios con sorpresa, pues creía su marido ya no era de los que podría golpear a su hijo.
Niega con la cabeza.

-¿Qué están haciendo? Detengánse, por favor- Implora. Sus lágrimas no tardan en salir.

-¡Mira lo que provocas, imbécil! Tu madre está llorando por tu culpa- Exclama el padre a escasos centímetros del rostro de Seungmin.

-No es mi culpa, cabrón, ¡Es tu culpa! Siempre has sido una mierda conmigo y con ella por tus putas ideologías. ¡Ella quiere trabajar y a mí me gustan los hombres! ¿Y qué? ¿En qué te afecta? ¿Serás menos hombre por eso?- Continúa gritando, haciendo que la furia del padre crezca a cada momento.

El omega está lejos de sentirse exhausto. Sólo quiere pelear y pelear, hasta que el dolor en su pecho desaparezca.

-Maldito desviado- Susurra el padre entredientes.

-¿En qué te afecta? ¿Tu te los follas?- Cuestiona burlón el omega.
El padre le da una dura palmada en la mejilla. Seungmin ríe a carcajada abierta para ocultar el dolor.
-Seguro eso es lo que quieres, jodido reprimido. Quieres follarte a todos los hombres que te cruzas. ¡Me tienes envidia, cabrón!-.
Seungmin empuja a su padre, haciéndolo reír burlón al sentir las pocas fuerzas del omega.
-Continúa riéndote, reprimido de mierda-.

-¡Ya basta, Seungmin!- Grita la madre sumida en desesperación y lágrimas.

La mujer cae de rodillas mientras pide que paren. El padre al ver esto le da otra palmada al omega.

-¡Golpeame bien, cabrón!-.
Seungmin toma las manos de su padre y las pone sobre su delgado cuello.
-¡Pero hazlo hasta matarme!- Grita sintiendo cómo las lágrimas salen cada vez más fuerte y su omega se esfuerza en gritar por ayuda.
-¡Prefiero morirme a pasar otro día torturandome! ¡Prefiero morirme a pasar otro día bajo tu mandato! ¡Prefiero morirme a pasar otro día sin Chan! ¡Prefiero morirme a no estar con él!-.
Seungmin aprieta las manos de su padre al no sentir que ejerza fuerza.
-Mátame, mátame, mátame- Grita hasta quedarse sin voz.

Los ojos del alfa se aguadan al ver a su hijo en estado crítico.

-¡Cállate!- Grita, para volver a  azotarlo. Aún teniendo las manos sobre su cuello.

El hombre suelta a Seungmin haciendo que caiga de trasero al suelo.

El omega coloca las manos en su rostro mientras continúa diciendo que le maten.

La madre se acerca al omega, dispuesta a pedirle disculpas y prometer que cambiará. Como siempre.
Pero Seungmin se pone de pie, arregla las cintas de su mochila sobre sus hombros y sale de casa con paso fuerte. Sin mirar atrás.

Camina por la acera pero al sexto paso su visión se nubla y sus piernas no pueden más, dejándolo caer al suelo.

El omega no hace ningún esfuerzo por levantarse. Se limita a golpear el piso, dejarse llorar, y buscar la luna.

Heaven's Gate. (Chanmin/Seungchan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora