Heaven's Gate. (Chanmin/Seungchan)

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La pareja echa un vistazo a las afueras del auto cuando Seungmin tranquiliza sus lágrimas. Notan que el trío está hablando animadamente.

-Luce amable-.

-Lo es. También es divertida, me entiende bien, y es buena amiga. Ojalá algún día pueda unirla al grupo de amigos y convivamos todos juntos-.

Chan suelta una risita nerviosa.

-Estoy de acuerdo, cielo. Pero dame unos días para eliminar de mi mente todas las escenas que hice sobre ustedes-.

Seungmin sube una ceja y ríe.

-¿Qué tanta cuerda le diste a tu cabeza mientras yo no estaba? ¡Cariño, por primera vez no estoy huyendole a alguien!- Exclama divertido. -Y por primera vez siento calidez en mi pecho al ver a alguien-.

El alfa siente sus mejillas enrojecer.

-Yo también siento calidez al verte, cielo-.

El omega sonríe.

-¿Hablas en serio?-. Chan asiente. -Tengo un lugar al que me gustaría ir contigo. Mi auto está por allá. ¿Vamos?-.

Seungmin y Chan salen del auto, ganándose la mirada de los tres adultos.

Suni se acerca a ellos.

-Tú eres Chan- Afirma mirando directamente al alfa. Memorizado sus facciones.

Chan sonríe sin mostrar los dientes.

-Un gusto, Suni-.

-¡El gusto es mío! Me alegra por fin poder conocerte-.

Seungmin toma la mano de Chan.

-Ya nos vamos. Gracias por todo, Suni- Despide el omega.

-¡Oye! Yo traje a tu alfa- Bromea quejoso Felix.

Seungmin y Suni sueltan una carcajada al unísono.

-También gracias por todo, querido-.

-Seungmin- Llama Han. El omega lo mira por el rabillo del ojo.

Chan da un paso al frente.

-Te mantendré al tanto de mi estado, ¿Bien?- Le dice al beta. Han asiente, mordiéndose la lengua para no soltarle sus disculpas al omega.

Chan y Seungmin se despiden con un ademán. Caminan hasta el auto del segundo, y se adentran a hasta.

El omega siente la mirada de su madre, por lo que mira a todos lados con el ceño fruncido.
La mujer lo observa desde la ventana de su recámara. Seungmin le sonríe burlón y quita la mirada con rapidez.

Ni bien Seungmin comienza a manejar, Chan cae perdidamente dormido.

Es un largo camino al mirador favorito del omega. La luna aún ilumina, pero el sol ya se encuentra tiñiendo de morado al cielo.

-Despierta, cariño-.
Chan se remueve en su asiento, para después despertar de golpe al recordar que está junto al omega. Seungmin suelta una risita.
-Buenos días, ¿Te sientes mejor?-.

Gracias a la luz clara del día y su sobriedad, Chan puede observar las marcas en el cuello de Seungmin.

El omega al verlo intenta taparlas con el gorro de su sudadera, pero el alfa toma ambas muñecas del omega para detenerlo.

-¿Estás bien? ¿Qué te pasó? ¿Por qué no me dijiste?- Cuestiona sumido en preocupación.

-Es... Es lo que tengo que contarte, Chan-.

-Dime, por favor, que esto no fue por lo que no llegaste en todo el día, ¡Ay dioses! Debí haberme visto muy estúpido reclamándote-.

Seungmin suelta una risita.

-Más que nada fue lo que pasó antes-.

-¿Qué pasó antes, cielo?-.

El omega suspira.

-¿Recuerdas que te dije Suni tiene problemas familiares? Bueno, pues mi madre le ofreció dinero a cambio de alejarme de tu lado. Suni necesita el dinero y aceptó. Entonces, me dijo que sólo tenía que cambiarme de empresa ¡Y voilá!- Chan asiente. -La idea era regresar al edificio para verte y contarte, pero cometí la estupidez de regresar a casa para contarles a mis padres mi gran hallazgo. Sobretodo para que mi madre le diera el dinero con rapidez a Suni. La cosa aquí es que mi madre me olfateó y encontró tu olor, y como no era la primera vez que llegaba oliendo a ti, enloqueció-.

-Oh, Seung, lo siento- Susurra.

-No, no. Igualmente yo tuve algo de culpa, porque quise ser valiente y te defendí. Allí fue cuando enloqueció más y me encerró bajo cerrojo en mi recámara. De echo, si tengo mi moretones en mi cuello, no te imaginas el brazo- Cuenta divertido. Chan pone un puchero. -Estoy bien, ¿Sí? No debes preocuparte-.

-¿Lo del cuello también fue tu madre? Seung, eso es violencia y podemos denuciarla. Por favor, tenme en cuenta si quieres hacerlo. Yo te acompañaré siempre-.

El omega sonríe.

-Gracias, cariño. Pero, en verdad, odiaría hacerlo más grande. Lo mejor es que jamás la vuelva a ver. Y no, lo del cuello fue mi padre, por la razón de hacerme el valiente y salirme de casa-.

-¿Por eso la mochila?-.

-Así es, cariño. Ni siquiera sé qué tanto metí, yo sólo metí- Bromea. Chan ríe. -Y a grandes rasgos eso fue lo que pasó. Ahora Suni está sin dinero, porque mi madre descubrió nuestra mentira. Y yo estoy sin casa ni trabajo-.

-Sin trabajo quizá, cielo, porque la política de la empresa dice que si renuncias debes esperar un año para volver a ser parte de la cadena. Pero casa tienes-.

Seungmin frunce el ceño.

-No volveré con mis padres, Chan. Cruzaron la línea- Se queja.

-No, Seung. Vive conmigo. Te estoy ofreciendo mi casa-.

La música de la radio es lo único que suena. Seungmin abre los labios sorprendido.

-¿Estás hablando en serio? ¡Ay dioses, Chan! Quiero decir, muchas gracias. En verdad lo agradezco. Prometo ser buen compañero de casa-.

El alfa suelta una carcajada.

-Aunque seas uno malo y dejes la tapa del inodoro abierta, o no cierres la pasta dental, o no limpies los platos después de comer, para mí serás el mejor compañero de casa. Sólo por ser tú. Estoy seguro que cuando llegue a casa y vea tu sonrisa, todo se me va a olvidar-.

Seungmin siente sus mejillas ruborizadas.

-Te quiero, Chan-.

-Te quiero, Seungmin-. Ambos sonríen mirándose fijamente. -¿Puedo besarte?-.

-Me gusta que preguntes, pero estaré bien si me besas cuando quieras. No necesitas permiso, te doy mi consentimiento-.

Chan suelta una risita. Después toma con suma delicadeza la mandíbula del omega, deja un casto beso en sus labios y abre los ojos para verlo con cercanía.

-Me gustas mucho. Eres lo más bonito que he visto. Podría verte todo el día y no me cansaría- Susurra.

-¡Ah, Bang Chan! Que romántico. Bésame ¡Ahora!- Exclama.

El alfa ríe, y procede a hacer lo que su omega pide.