3.

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Capítulo 3. - Una melodía para tí.

Cuando las hojas caen y los cielos se vuelven grises...
La noche sigue cerrándose al día...
Un ruiseñor canta su canción de despedida...

Se quedó observando hacia las montañas, había demasiado silencio, demasiada calma, esto le encantaba, lo relajaba en demasía.
Tenía falsos recuerdos o sueños extraños de un lugar el cual no conoció nunca en sus 29 años de existencia. Sus padres nunca lo llevaron ahí, de hecho nunca parecieron disfrutar mucho de la vida, nunca viajaron demasiado. A pesar de lo fríos y serios que sus padres eran con él, los quería, por supuesto que sí, ademá después de todo le habían dado la vida, estaba vivo por ellos, pero al cumplir la mayoría de edad pensaron que era suficiente de su cuidado y no entendió porqué sus padres lo echaron tan pronto del nido. Debía buscar su propio camino ahora.

Se las tuvo que arreglar a sí mismo, sin embargo aún vio por ellos, hasta que conoció a su novio y entonces todo el cariño que le había faltado en su niñez, fue reemplazado por el amor que el kazajo le dio, Zhan se sintió muy amado, siempre había visto por su amigo, pero ahora finalmente alguien le retribuía algo de amor, del amor que creyó merecer. Se alejó de su familia entonces para apoyar completamente a su amado.

¡Pero basta, suficiente de eso! El pasado debía quedarse allá atrás.
Sus padres estaban bien, su amigo estaba bien, su ex novio estaba bien, así que él también quería estar bien. Ya se preocuparía por encontrar otro empleo al finalizar el invierno y volver a Beijing. No tocaría el dinero que Dimash le dejó, para eso trabajaba él, para eso había estado ahorrando.

Consultó el estado del tiempo en su celular para ese día, si quería salir nuevamente no quería que le volviera a pasar lo del día anterior. Por suerte no había enfermado después de empaparse con la fría lluvia, y afortunadamente fue ayudado por aquel mesero, si llegaba a volver en alguna otra ocasión, definitivamente llevaría a Ji Yang, él estaría encantado con ese tipo de historias que él contaban en la posada.

Según lo que encontró sobre el clima, ese día habría buen tiempo, aun no había rastro de la nieve pero eso no le preocupó en absoluto, él solo quería caminar por el mismo lugar que ayer, se sintió un tanto cómodo en aquel bosque solitario.

Antes de salir, la anciana le regaló algunos duraznos, no entendió porqué le dio tantos, quiso rechazarlos pero creyó que sería grosero, solo los guardó en su mochila junto con la comida que había pedido, había sido más de lo que él había pensado que le darían y no logró entenderlo, solo se iría el día pero por la tarde pensaba estar ya de regreso, aún así agradeció la amabilidad de la anciana y más cargado de comida que antes, partió.

Jun Xiang le había indicado que camino seguir y prometió que a su regreso le contaría otra versión aún más oscura de aquella leyenda.

Caminó y caminó, deteniendose para tomar algunas fotografías, descansó unos minutos y comió algo, luego retomó el camino distrayéndose con facilidad, mientras más se adentraba en el bosque, más se sentía a gusto y relajado.

Comenzó a caminar cada vez más rápido, sin percatarse demasiado de las molestas punzadas que comenzaba a sentir.
Debido a lo mucho que se movía no se percató del momento en que la temperatura comenzó a descender mientras el sol continuaba su curso atravesando el cielo.

Pronto sintió la necesidad de llegar rápido a algún lugar del cual ni siquiera sabía. No sabía ni siquiera a donde se aproximaba pero caminaba rápidamente ya sin siquiera detenerse a apreciar el paisaje.

Será mejor que te escondas para su infierno helado...
Con alas frías, ella viene...
Es mejor que sigas moviéndote...
Por calor, anhelarás, ruiseñor...

The Doll (ZhanYi/YiZhan) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora